http://www.anpte.es/ Asociación
Nacional de Presidentes de Plazas de Toros de España
Iniciamos una serie de artículos y colaboraciones
cuyo denominador común es abordar el fraude en los espectáculos taurinos en sus
distintas acepciones y modalidades: Respuesta reglamentaria,
enmascaramiento, definiciones y todo ello bajo una orientación interdisciplinaria
que nos aporte la mayor riqueza conceptual y objetividad posible.
El establecer protocolos contra el fraude es básico
y fundamental; prioritario sin duda, tanto para nuestro colectivo
de Presidentes de Plazas de Toros, como para los aficionados y todos
aquellos que perciben que la pervivencia de la Tauromaquia se halla amenazada
desde dentro. Asi es, si adulteramos este rito milenario privándole
de su elemento esencial; léase, el escalofrió que emana de
la presencia del Toro integro y bravo en el ruedo, no necesitaremos
totalitarios o necios de tea y subvención para acabar con esto. Recordemos algo
tan obvio como que: “Las reses
destinadas a corridas de toros o de novillos con picadores deberán,
necesariamente, tener el trapío correspondiente, considerado éste en razón a la
categoría de la plaza, así como el peso y las características zootécnicas de la
ganadería a que pertenezcan.”Artículo 46.Reglamento Taurino Nacional de
1996. .Tiempo habrá para diseccionar lo que se desembarca en
muchas plazas del otrora tejido nacional y la ardua labor que tenemos por
delante los Presidentes.
Hoy comenzamos esta serie abriendo el “melón” del enfundado;
veamos, ¿constituye manipulación?, ¿se halla contemplado en algún
reglamento o es una figura en blanco?. ¿influye o altera negativamente el
comportamiento del animal?, ¿tiene algún efecto perjudicial en la
estructura del pitón?, ¿incide negativamente en la lidia?, ¿los intereses
del ganadero van por un lado y los del aficionado por otro?, ¿se debe de
reglamentar?……suma y sigue. Seguro que habrá cruzados a favor o en
contra; nosotros queremos ser lo mas objetivos y rigurosos que nos sea
posible- postura acorde con la misión que atañe a los Presidentes-; por eso
nada mejor que comenzar a centrar el debate con incuestionables
aportaciones como la que hoy publicamos; el trabajo del veterinario
de la Plaza de la Monumental de Las Ventas de Madrid. D. Javier FERNANDEZ
GOMEZ. Que lo disfruten
ANPTE
TRABAJO PRESENTADO A LA CONVOCATORIA DEL XXII PREMIO LITERARIO TAURINO
“DOCTOR ZUMEL” LAS FUNDAS: ¿Son Beneficiosas o Perjudiciales para la Fiesta?
Por D.
Javier FERNANDEZ GOMEZ. Veterinario de la Plaza Monumental de Las Ventas
de Madrid
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. ANTECEDENTES DEL ENFUNDADO
3. ESTRUCTURA DEL CUERNO
4. TECNICA DE COLOCACIÓN DE FUNDAS
a. MATERIAL UTILIZADO
b. MANEJO
c. DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE ENFUNDADO
5. INVESTIGACIÓN DE UN CASO DE LESIÓN OBSERVADA, EN UN CUERNO
ENFUNDADO
a. MATERIAL Y METODO
b. RESULTADOS
c. DISCUSIÓN
d. CONCLUSIÓN
6. VALORACIÓN TECNICA DEL ENFUNDADO
7. VALORACIÓN ETICA DEL ENFUNDADO
8. PRINCIPAL BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
1. INTRODUCCIÓN
El
espectáculo de la Tauromaquia, al igual que cualquier otra manifestación
artística, está sometido a la crítica por parte de especialistas
(profesionales, medios de comunicación), así como a la de sus observadores
(público y aficionados). Tal vez una de las características diferenciadoras de
este arte es la importante intervención popular, apasionada en muchos casos, a
la hora de opinar sobre las cuestiones que le pudieran afectar.
La
aparición del procedimiento de enfundado de los cuernos de los toros, es un
ejemplo de ese afán por participar apasionadamente del público y aficionados.
En este sentido, al ser el toro uno de los dos principales protagonistas de la
Tauromaquia, en torno a él se centra con frecuencia la atención de los
críticos, profesionales y aficionados, y de una forma muy especial cuando
surgen cuestiones novedosas, como es el caso del enfundado. En un espectáculo,
que como mejor se define, es como espectáculo de emociones, la aparición de
esta práctica considerada por algunos como un fraude que afecta a la integridad
del toro, pudiese conducir a un espectáculo carente de esta emoción, que
llevadoal límite pudiera abocar a la desaparición del mismo. Tal vez el mayor
enemigo de la Tauromaquia, cuestión tan en boga, reside en la merma de la
integridad del toro. Por eso el enfundado de los cuernos es un tema que
despierta gran interés, ya que sus detractores basan su crítica en incluir
dicha práctica dentro de lo que sería la manipulación fraudulenta del toro,
independientemente de que otro grupo de opinión considere que supone beneficios
al espectáculo, representando la salvaguarda de la integridad del toro.
A la
hora de valorar si es perjudicial o beneficiosa para la Fiesta la utilización
de fundas en los cuernos del toro de lidia, debemos realizar el análisis
técnico de la cuestión, así como discernir si se trata de una manipulación y si
esta es fraudulenta.
Antes
de continuar debemos recordar que las principales manifestaciones del fraude
que atentan contra la integridad del toro, son:-
- La falta de casta.
- La falta de fuerza.
- La falta de trapío.
- La falta de cuernos, o lo que es lo mismo, la
manipulación fraudulenta de sus defensas.
Esta
última, la falta de cuernos por manipulación, es especialmente grave ya que de
alguna manera influye en la falta de fuerza y en la falta de trapío. La falta
de fuerza se origina por el esfuerzo y estrés que suponen las maniobras de
manipulación. La falta de trapío se origina por presentar disminuidos uno de
sus principales atributos externos, los cuernos, siendo este un elemento
intrínseco a la condición morfológica de un animal salvaje y fiero en origen.
Dicho
esto, no siendo el objeto de este trabajo hacer un alegato sobre el fraude al
que se puede someter al toro de lidia, conviene recordar que con el objetivo de
preservar la integridad del cuerno, producida por el hecho del desgaste natural
al que puede verse sometido con el paso del tiempo durante su crianza, ha
surgido la práctica del enfundado.
En
este sentido debemos reconocer que el motivo de esta práctica tiene su origen
en el interés de los ganaderos. Ellos realizan este esfuerzo, económico por su
coste y de riesgo por la posibilidad de accidentes que supone el manejo, con el
fin de mejorar la presentación de sus toros preservando su integridad. Resulta
curioso contrastar esta idea del ganadero como adalid de la lucha contra el
fraude, con el secular papel que la legislación les ha conferido como últimos
responsables del fraude del afeitado.
De
igual forma debemos considerar que este no es el único objetivo que buscan los
ganaderos con la práctica del enfundado. Es conocido el importante número de
bajas que se producen en las explotaciones ganaderas de lidia, con motivo de
las cornadas que se infieren los toros durante sus peleas, especialmente los de
más edad. Estas peleas son propias de animales salvajes y fieros que mantienen
su instinto jerárquico, materializándolo en sus peleas por la búsqueda de
liderazgo, instinto de territorialidad, alimentación, etc.
Conviene
matizar que el enfundado no constituye la eliminación del fraude del afeitado.
El enfundado garantiza preservar al cuerno de su desgaste natural, pero no es
menos cierto que una vez retiradas las fundas, los pitones pueden sufrir
lesiones (astillado por derrote en los corrales) y ser sometidos a manipulación
de limpieza, sacar punta, o proceder a su afeitado
Hasta
aquí hemos expuesto someramente la polémica e importancia que representa la
práctica del enfundado en la crianza del toro de lidia, pero considerando como
decíamos al principio que el espectáculo taurino se caracteriza por la crítica
apasionada, a la que no somos ajenos, intentaremos hacer el esfuerzo de
analizar con mayor profundidad el enfundado de los cuernos con el fin de
discernir entre sus beneficios y perjuicios.
Actualmente
existe un debate sobre la práctica del enfundado, en el que se discuten
principalmente las siguientes cuestiones:
- ¿Se trata de una manipulación?, ¿se trata de una
manipulación fraudulenta?
- ¿Pierde la “medida” de cornear el toro?, ¿varia la
forma de embestir?
- El manejo que implica la colocación y la retirada
de las fundas: ¿Puede influir sobre el comportamiento (falta de fuerza) del
toro durante la lidia?
- Este tipo de prácticas: ¿favorecen la producción
de animales cada vez más domesticados?
- ¿Debe regularse el enfundado?
- ¿Perjudica esta técnica a los encastes mas
cornalones?
- Al haber asumido esta técnica muchos ganaderos,
¿en qué lugar queda una regulación, que históricamente los ha responsabilizado
del afeitado, cuando están demostrando que están a favor de preservar la
integridad?
2. ANTECEDENTES DEL ENFUNDADO
La
intervención sobre los cuernos del toro de lidia es una práctica que viene de
antiguo. Independientemente de la manipulación fraudulenta que busca en
principio acortar la longitud de los cuernos, disminuyendo el riesgo del
lidiador, se han desarrollado otras técnicas orientadas a:
-
Reducir las defensas del toro para los espectáculos de rejoneo. Se trata de una
práctica regulada (R.D. 145/1996, de 2 de febrero, por el que se modifica y da
nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos). Consiste en cortar la
punta del pitón, con el límite de no llegar a la clavija ósea. Se realiza en
tiempo próximo a la lidia, la primera consecuencia es que el toro pierda su
referencia de la distancia al cornear.
-
Adecuar las defensas en ciertos espectáculos tradicionales que lo precisan. Se
trata de una práctica regulada principalmente en los Reglamentos de
Espectáculos Tradicionales de las diversas Comunidades Autónomas.
-
Modificar la dirección defectuosa de los cuernos (bizcos, cornigachos, etc.).
Se trata de una práctica no regulada, asimilable a un tratamiento ortopédico.
Consiste en una manipulación, no fraudulenta en principio, en virtud de la cual
se intenta corregir una mala disposición de los cuernos. Para ello se instalan
elementos metálicos en los cuernos que, ayudados por unos tensores, fuerzan el
cambio de dirección de los cuernos adquiriendo una disposición que les facilita
ser aptos para la lidia.
Modificación
de la dirección del
cuerno Tensores
Conviene
considerar que estas manipulaciones, algunas no fraudulentas, requieren la
inmovilización del animal sin mermar su fuerza, cuestión suficientemente
conseguida ya que en caso contrario el animal no serviría para el espectáculo
al que se le destina. Partiendo de la anterior premisa, el hecho inmovilizar a
los animales para enfundar o desenfundar, no debería influir en originar
situaciones estresantes que derivasen en la pérdida de fuerza del animal, o lo
que es lo mismo, si se instaura un procedimiento correcto de manejo e
inmovilización el hecho de enfundar no debe influir sobre la fuerza que
manifieste el toro posteriormente.
Las
primeras referencias sobre la aplicación de fundas para proteger los cuernos,
en alguna forma similares a las actuales, las obtenemos de comunicaciones
personales realizadas por empresarios que han trasladado reses de lidia al
continente americano en los años ochenta.
Debido
a la duración del viaje y a las características de los cajones de traslado de
las reses, se vieron obligados a utilizar fundas de cuero con el fin de
proteger los pitones. Evidentemente los artilugios utilizados no
pretendían ser instalados durante más de unos pocos días, ni las condiciones
del receptáculo de traslado son comparables a las condiciones del hábitat
natural del toro, en que se practica el actual enfundado.
También
debemos mencionar otro tipo de fundas utilizadas en épocas anteriores, de
material plástico, que fueron desechadas al no dar buenos resultados.
Fundas
primitivas
Las
primeras referencias escritas sobre la utilización de fundas de materiales
técnicos, las encontramos en artículos de medios de comunicación
especializados. En ellos algunos ganaderos declaran utilizarlos, o mejor dicho,
declaran que los utilizan sus mayorales u hombres de campo. Estas referencias
están fechadas hace diez años.
Al
referirnos a materiales técnicos aludimos a aquellos utilizados y registrados
para su uso en medicina veterinaria y/o humana, destinados a la inmovilización
de regiones anatómicas (vendas de escayola, fibra de vidrio, etc.)
Durante
estos diez años se ha producido una importante evolución de las técnicas, así
como de los procedimientos de manejo e inmovilización, principalmente por las
aportaciones veterinarias. Llegados a este punto, conviene hacer la siguiente
reflexión, es evidente que la aplicación de estos procedimientos requiere de la
cualificación técnica de los aplicadores, es decir de Veterinarios
especialistas del toro de Lidia, que son los únicos profesionales cualificados
para responsabilizarse de los mismos, ya que acreditan los conocimientos
necesarios y suficientes.
3. ESTRUCTURA DEL CUERNO
De
forma resumida vamos a exponer la estructura del cuerno, para mejor comprensión
de los siguientes epígrafes.
El
exterior del cuerno, de forma longitudinal, se divide en tres porciones:
-
Cepa o mazorca: La parte más próxima a la cabeza. Es la más gruesa y, en
suporción posterior está en contacto con la piel y el pelo de la cabeza.
-
Pala: Es la parte media, entre la cepa y el pitón. Al igual que la cepa es
hueca, ensu interior está el hueso, aquí denominado soporte o clavija ósea.
-
Pitón: Es el final del cuerno, la punta. Es macizo, en su interior ya no hay
hueso, sino sustancia cornea. Es la porción que está sometida a desgaste
natural con el paso del tiempo. Es la zona que se amputa fraudulentamente en el
afeitado.
La
estructura interna del cuerno, de dentro a fuera, está constituida por:
-
Soporte óseo o clavija ósea: Está compuesto por tejido óseo esponjoso. Es
la prolongación del hueso frontal del cráneo. Su matriz ósea es muy esponjosa y
aloja nervios y vasos sanguíneos.
-
Membrana queratógena: Tejido conjuntivo, que separa el soporte óseo del estuche
corneo. Es una dermis especializada que actúa como periostio, en su porción
posterior se continua con la piel que rodea la base del cuerno. Contiene una
red de vasos sanguíneos muy profusa.
-
Estuche corneo: Se forma a partir de la membrana queratógena. Constituido por
células queratinizadas que originan los denominados tubos córneos, los cuales
están dispuestos de forma paralela al eje mayor el cuerno en capas
concéntricas. Es la
parte externa del cuerno.
Corte
sagital de la cabeza Estructura
interna
corte longitudinal
11 El
desgaste natural lo realiza el toro para afilar sus defensas, restregándose en
el suelo, piedras o arboles. Ciertas patologías que cursan con prurito (picor)
también favorecen su desgaste.
4.- TECNICA DE COLOCACIÓN DE
FUNDAS
El
enfundado del cuerno del toro de lidia consiste en el vendaje del cuerno con
materiales sintéticos de gran dureza y resistencia, abarcando desde la punta
del pitón hasta la zona media de la pala del cuerno. Para mejor comprensión de
la técnica, describiremos los diversos aspectos que la integran:
a.
MATERIAL UTILIZADO
En
principio se utilizaban materiales poliméricos12, cuya solidificación originaba
una reacción exotérmica13. El análisis de cuernos, en los que se habían
utilizado este tipo de materiales, mostraba una coloración anormal entre la
parte distal de la clavija ósea y la proximal del pitón. Dicha alteración se
asoció subjetivamente al efecto térmico de la colocación de las fundas,
circunstancia que se evidenciaba en la presunta alteración de las estructuras
del cuerno. Este tipo de materiales han sido desechados.
Actualmente
el enfundado se realiza utilizando vendas de fibra de vidrio, similares a las
de uso en inmovilización de extremidades en traumatología veterinaria o humana.
La colocación de dicho material no supone incremento de temperatura y su
homologación para uso en humana de alguna forma garantiza la traspiración de
los tejidos donde se aplique.
Ahora
bien, las características de las inmovilizaciones a que se destina este
material en medicina humana u otras aplicaciones en medicina veterinaria
(extremidades superiores, inferiores, etc.) facilita que estas no sean tapadas
en los extremos, facilitándose la ventilación del interior y su permanencia
suele ser inferior a los dos meses, circunstancias muy diferentes a las que
concurren en la técnica de enfundado de los cuernos del toro de lidia.
b.
MANEJO
Existen
diversas técnicas de manejo utilizadas en la práctica habitual de las
ganaderías de lidia (herradero, aplicación de tratamientos, enfundado,
embarque, etc.). En el caso del enfundado, la principal técnica de manejo
utilizada es la inmovilización en el mueco. Posiblemente sea uno de los
factores más directamente relacionado con los problemas de comportamiento que
puede acusar el toro después de su manipulación, principalmente la falta de
fuerza debida al estrés al que es sometido, así como a las lesiones musculares,
tendinosas y articulares que se pudieran derivar del gran esfuerzo16 que
realiza el toro al intentar liberarse de la inmovilización. Dicha cuestión está
suficientemente demostrada en diversos trabajos de investigación.
De forma
resumida se puede afirmar que todo manejo supone estrés, mientras que un manejo
adecuado lo reduce o minimiza, por tanto un buen manejo disminuye los
efectos adversos, es decir reduce las posibilidades de manifestar falta de
fuerza durante la lidia.
El
manejo por inmovilización del toro de lidia para su enfundado, puede
acompañarse de la tranquilización previa, mediante la aplicación de fármacos.
En general suelen utilizarse ambas técnicas conjuntamente (inmovilización y
tranquilización).
La
tranquilización se realiza mediante la aplicación de fármacos17 por inyección
intramuscular. Dicha praxis, desde el punto de vista legal, es competencia de
veterinarios colegiados. Su utilización por parte de otras personas,
independientemente de incluirse dicha práctica en la figura penal de intrusismo
profesional y competencia desleal, supone riesgos para la salud del animal y lo
que pudiera ser más grave, riesgos por la producción de residuos peligrosos
para la salud de los consumidores de las carnes procedentes de los animales a
los que se le aplican estos productos.
Una
vez inyectado el tranquilizante, cuando se presentan los primeros signos de
sedación, que en ningún caso será profunda al deber permanecer el toro
levantado, se conduce al animal al mueco y se procede a su inmovilización. El
diseño de estos receptáculos también está relacionado con los efectos secundarios
de la práctica del enfundado. Un buen diseño minimiza el riesgo de lesiones,
principalmente en la región cervical.
c.
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE ENFUNDADO
Vamos
a describir la técnica mas implantada en la actualidad, utilizando los
materiales más usados. A lo largo del desarrollo de esta trabajo mencionaremos
diversas variaciones, que no estando actualmente implantadas, suponen mejoras a
la técnica tradicional.
La
colocación de fundas en el cuerno se realiza, desde la punta del pitón hasta la
zona media de la pala. En primer lugar se aplica un vendaje elástico, poroso en
alguna medida, el cual favorece la ventilación. A continuación en la punta, con
el fin de aportar mayor protección, se coloca una estructura más sólida
(prótesis metálica generalmente o de material plástico). Posteriormente se
aplica la venda de fibra de vidrio sobre la prótesis, continuando sobre el
vendaje elástico, coaptándose posteriormente al cuerno hasta la zona media de
la pala.En principio, no existen espacios que faciliten la ventilación, excepto
un pequeño orificio que en algunas ocasiones se practica en la zona de la punta
y los mínimos espacios que permite la venda elástica.
La
funda se mantiene durante unos siete meses y se retira unas dos semanas antes
de la lidia. En casos extremos un animal puede estar enfundado durante mas de
un año, incluso pueden reponerse las fundas en caso de deterioro. En algunos
casos las fundas se retiran antes del embarque, un par de días antes de la
lidia, con el fin de evitar peleas de ultima hora en la finca.
A
continuación, de forma grafica, procedemos a mostrar la técnica de enfundado:
1º)
Preparación y limpieza del cuerno: Se procede a la limpieza de la superficie
del cuerno, primero con una torunda estropajosa con el fin de eliminar elementos
sólidos adheridos al cuerno, los cuales originan relieves que dificultarían la
correcta coaptación de futuro vendaje.
Posteriormente
se realiza la desinfección del cuerno
2º)
Colocación de la venda adhesiva:
Se
aplica un vendaje con material elástico21, desde la punta del pitón hasta el
límite del primer tercio del cuerno. Para algunos veterinarios es un momento de
especial importancia, ya que el material elástico favorece en alguna medida la
ventilación posterior a la aplicación de la venda de fibra:
3º)
Colocación de prótesis apical metálica:
En la
punta del pitón, sobre la venda elástica, se coloca la prótesis metálica. Esta
estructura confiere mayor resistencia al posterior vendaje de fibra:
4º)
Aplicación del vendaje de fibra, abordando la prótesis y el vendaje elástico
Finalmente
se aplica el vendaje de fibra de vidrio. Este se comienza abarcando el límite
de la venda elástica con el cuerno y se dirige hacia la punta del pitón
interesando la prótesis.
A
continuación se aplican capas de vendaje en el sentido longitudinal del cuerno:
Finalmente
se refuerza la zona de la punta, dejando libre el orificio de la prótesis con
el fin de favorecer la ventilación:
d.
Descripción de la técnica de desenfundado:
Como
ya hemos indicado, aproximadamente dos semanas antes de la lidia, se procede al
desenfundado.
El
manejo es similar al del enfundado. Una vez tranquilizado e inmovilizado el
animal, mediante la rotura longitudinal de la funda, presionando con un formón,
se procede a descoaptar la funda:
5. INVESTIGACIÓN DE UN CASO DE
LESIÓN OBSERVADA, EN UN CUERNO ENFUNDADO
a.
MATERIAL Y METODO
Durante
la temporada 2009, al igual que en las anteriores y en diversas plazas, se
haobservado la fractura de algunos cuernos a la altura del inicio del pitón. En
este trabajo se expone un caso observado durante la lidia de un toro
previamente enfundado.
Fractura
del cuerno derecho
Durante
la lidia de un toro, cuyo reconocimiento no evidencio alteración de los
cuernos, se observó la fractura de uno de ellos en la base del pitón. Al
principio de la lidia el toro derrotó violentamente en un burladero sin
apreciarse alteración de los cuernos. Durante el puyazo el toro desplazó
manifiestamente con rectitud al caballo. A la salida se observo la fractura del
pitón derecho.
Fractura
por la base del pitón
Sobre
el pitón fracturado se aplicaron las siguientes técnicas de análisis:
1º)
Observación macroscópica de las lesiones.
2º)
Análisis biométrico: Se realizó aplicando la técnica descrita en el Anexo I
(Biometría del asta) del R.D. 145/1996, de 2 de febrero, por el que se modifica
y da nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos.
3º)
Análisis histológico: Se realizó mediante una técnica estándar.
RESULTADOS
ANALISIS MACROSCOPICO
La
fractura del cuerno se observa a la altura del inicio del pitón, en la zona
distal o vértice de la apófisis cornual del hueso, es decir entre la denominada
clavija ósea y el macizo del cuerno o pitón.
Clavija
ósea lesionada
Se
observó un espacio hueco anormal, de unos 3 cm., entre el ápice distal de la
clavija ósea y el comienzo de la estructura del pitón. Por lo tanto existía un
espacio hueco o pérdida de sustancia en la zona superior de la clavija ósea,
con separación entre el estuche córneo y la clavija ósea; dando la impresión de
que esta, el hueso interior del cuerno, se había retraído, separándose el
propio hueso del estuche córneo.
ANALISIS BIOMETRICO
Se
obtienen las siguientes medidas:
MEDICIÓN
(cm) CUERNO DERECHO CUERNO IZQUIERDO
Cara externa 56 56
Cara interna 42 43
Media aritmética 49 49,5
Macizo 6,2 8,5
Biometría 7,923 5,82
ANALISIS HISTOLOGICO
Para
el estudio histológico se toman varios fragmentos en forma de cilindro de 1 cm
aproximadamente y a diferentes alturas del cuerno, eliminándose el estuche
córneo. Una vez obtenidas las muestras, se preparan histológicamente24 para su
posterior observación. En la observación al microscopio, el tejido conjuntivo
que separa el hueso del epitelio queratinizado se aprecia con áreas de aspecto
basófilo; es decir las propias fibras colágenas aparecen retraídas y basófilas,
en vez de tener su aspecto normal eosinófilo. Así mismo, las células presentan
núcleos pequeños y basófilos con aspecto picnótico y citoplasmas retraídos
conservando los contornos celulares. Este aspecto histológico se corresponde
con la típica imagen de necrosis por coagulación, en el curso de la cual se
produce una coagulación proteica en citoplasmas celulares.
DISCUSIÓN
Podemos
concluir que, en el caso objeto de estudio, se ha producido una retracción del
tejido en la zona distal de la clavija ósea. Esta retracción ha originado un
espacio hueco, derivando en una pérdida de estructura que reduce la resistencia
del cuerno a los golpes y a la presión, situaciones que normalmente se producen
durante la lidia (derrotes en burladeros e impactación con presión en el peto
del caballo). Conviene señalar que un cuerno normal, en estas situaciones
generalmente no se fractura.
El
análisis biométrico evidencia una proporción de macizo en el cuerno derecho de
1/7,90 y del izquierdo de 1/5,82. Partiendo de la base de que la parte maciza
debe ser menor ala proporción 1/7, el cuerno derecho no la cumple.
La lesión Histológica
puede ser compatible con el hecho de haber aplicado un enfundado en ausencia de
ventilación prolongada en el tiempo, dando lugar a una necrosis por coagulación
de proteínas, que suele estar relacionada etiológicamente con quemaduras o
biencon hipoxias prolongadas de los tejidos.
Consideramos
que la aparición de más casos de estas características deberían de ser
estudiados y para ello lo más razonable es promover un estudio centralizado de
estas muestras. Entre otras cuestiones debería valorarse la incidencia25
de estas lesiones.
CONCLUSIÓN
En el
caso de confirmarse la hipótesis de que el enfundado favorece la necrosis con
pérdida de estructura ósea y la aparición de espacios huecos en el interior del
cuerno, los cuales reducen su resistencia, entendemos que debería
reconsiderarse la práctica del enfundado (tipo y duración de la misma) por
suponer un defecto en la integridad del toro, que pudiera suponer la no
utilidad para la lidia (art. 51 del R.D. 145/96)
6. VALORACIÓN TECNICA DEL
ENFUNDADO
Al
principio de este trabajo citábamos como objetivos del enfundado:
-
Proteger el cuerno del desgaste natural y otros accidentes, preservando su
integridad.
-
Disminuir las bajas por efecto de las cornadas que se infieren durante las
peleas.
Considerando
lo anterior, el enfundado podemos considerarlo una buena práctica, mejorable en
algunos aspectos.
Entendemos
que se trata de una buena práctica ya que alcanza sus objetivos. En cuanto a la
protección de la integridad de los cuernos, dicha cuestión resulta evidente al
advertir la mejor presentación que en ese sentido se viene observando en todas
las plazas. De las bajas que se producen en una ganadería de lidia, en el ciclo
normal de producción, la mitad están originadas por las cornadas que se
producen durante las peleas y estas se han visto reducidas en un alto
porcentaje según manifiestan los ganaderos27 que practican el enfundado de
forma regular.
Pero
como cualquier técnica aplicada sobre animales, el enfundado también presenta
una serie de inconvenientes desde el punto de vista técnico. En este sentido
los principales aspectos a considerar son:
-
Lesiones en los cuernos posteriores al enfundado: En foros especializados se ha
expuesto como consecuencia negativa del enfundado, el reblandecimiento de los
cuernos, o disminución de su dureza. Este problema en parte ha sido
solucionado, desde hace dos temporadas, con la sustitución de las vendas
polimétricas por las de fibra de vidrio.
Existen trabajos publicados que
concluyen que, en cuanto a la dureza no hay diferencias claras entre los
enfundados y los no enfundados, pero noes menos cierto que se han observado
lesiones, como la expuesta anteriormente en este trabajo, presuntamente asociadas
a la utilización de fundas. También debemos señalar que la incidencia de estas
lesiones es baja, la inmensa mayoría de los toros enfundados consiguen ser
lidiados sin problemas y no presentan lesiones de los mismos.
En lo que hay
claro consenso entre diferentes autores es en la necesidad de desarrollar
estudios protocolizados de amplia casuística, de los que se carece en la
actualidad, con el fin de determinar la incidencia de consecuencias adversas
sobre los cuernos enfundados.
-
Lesiones relacionadas con la falta de fuerza manifestada posteriormente durante
la lidia: Ya hemos comentado que como consecuencia de un mal manejo, por una
deficiente inmovilización, el toro puede posteriormente manifestar falta de
fuerzadebida al estrés al que es sometido, así como por las lesiones que se
pudieran derivar del gran esfuerzo que realiza al intentar liberarse de la
inmovilización. No existen estudios específicos del efecto del enfundado en
este sentido, pero por analogía con otras prácticas de inmovilización,
observaciones expuestas en foros profesionales, parece lógico que se pudieran
producir estas lesiones por mal manejo. Entendemos que este es el motivo que a
muchos ganaderos les hace desistir de enfundar sus toros, tal vez por la
dificultad de conseguir un buen manejo.
Al
igual que en los aspectos expuestos anteriormente, resulta necesario
desarrollar estudios protocolizados de amplia casuística, de los que se carece
en la actualidad, sobre los defectos de fuerza manifestados durante la lidia,
con el fin de determinar las consecuencias adversas del mal manejo durante el
enfundado.
-
Alteración del comportamiento relacionado con la embestida: Esta cuestión ha
sido muy debatida, pero tampoco existe ningún estudio concluyente al respecto.
Interesa señalar que los profesionales del toreo (toreros y subalternos) no se
manifiestan contrarios al enfundado por haber observado diferencias en la
embestida. Cuestión diferente, como al principio señalábamos, es la perdida de
referencia en la distancia después de quitar las fundas, es decir un toro
recién desenfundado podría derrotar en vacio al haber perdido la referencia de
la distancia de sus cuernos enfundados.
- En
algunos foros se ha comentado que los toros enfundados podrían inferir cornadas
mas graves a los toreros durante la lidia. En ese sentido los cirujanos de
plazas de toros no han distinguido diferencias entre la gravedad de las
lesiones entre toros que hayan tenido fundas y os que no, siguen manteniendo
que las cornadas mas graves suelen estar causadas por toros astigordos de
pitones, donde el destrozo tisular es más acentuado.
Estos
inconvenientes, desde el punto de vista técnico pueden ser subsanados, y en ese
sentido consideramos las siguientes cuestiones:
1.
Técnica de enfundado: Teniendo en cuenta la conclusión del caso estudiado aquí
expuesto, así como la apreciación por parte de los sectores profesionales del
mundo del toro, de lo que podemos denominar reblandecimiento del cuerno,
resulta conveniente mejorar la ventilación. Dicha cuestión nos consta que está
en marcha.
Actualmente se están aplicando prótesis en la punta que permiten
dejar una abertura, en el mismo sentido se están realizando perforaciones a
lo largo de la funda, mediante estas prácticas se persigue favorecer la
ventilación de la porción enfundada.
También
conviene considerar que la punta del pitón llega hasta estas aberturas con lo
cual la perdida de referencia de distancia al desenfundar seria mínima.
Nuevas
prótesis
abiertas
Colocación de prótesis abiertas
2.
Manejo: Considerando, como anteriormente hemos destacado, que la inmovilización
en el mueco puede ser el origen de diversas lesiones en el sistema muscular y
esquelético del toro, derivadas del gran esfuerzo isométrico que realiza en su
resistencia a la inmovilización, resulta conveniente mejorar las
características del mueco. En ese sentido se están desarrollando nuevos
sistemas que atienden a dos factores:
Diseño
de un yugo que protege el cuello en la inmovilización. Mediante este sistema,
se sustituye el elemento recto de sujeción del cuello por el curvo,
disminuyendo la posibilidad de lesión cervical.
Diseño
de una plataforma móvil, de basculación limitada, la cual desestabiliza el
apoyo del toro evitando su esfuerzo de resistencia a la inmovilización.
Mediante este sistema el toro intenta estabilizarse y disminuye sus movimientos
defensivos.
Mueco
de protección
cervical Mueco
con plataforma móvil
3.
Protocolización de técnicas anestésicas. Este aspecto está siempre en constante
revisión en base a los nuevos avances en anestesia veterinaria, así como a la
continua identificación de reacciones adversas que se observan en el ganado de
lidia, peculiares en muchos casos, como peculiar es el temperamento de estos
animales.
4.
Aplicación de la legislación en materia de Medicamentos Veterinarios. En este
sentido destacamos la falta de control, por parte de la Administración, de la
comercialización y tenencia de fármacos anestésicos. En España al contrario que
en otros países de la Unión Europea33, es práctica habitual el acceso de
personas no autorizadas a la adquisición de estos medicamentos.
Independientemente de los riesgos34 que supone al ganado de lidia la aplicación
de estos fármacos por personal no autorizado legalmente, existe un evidente
riesgo contra la Salud Pública, en concreto sobre los consumidores de carne de
reses de lidia tratadas con fármacos, las cuales pueden presentar residuos
tóxicos al no haberse respetado los periodos de supresión establecidos
legalmente.
5.
Desarrollo de estudios centralizados donde se analice la casuística de
alteraciones observadas durante la lidia. Con el fin de poder conocer
de forma objetiva el efecto del enfundado sobre el comportamiento del toro
durante la lidia, así como valorar las lesiones que se pudieran producir,
resulta procedente realizar estudios científicos sobre esta práctica. Solo el
conocimiento objetivo y científico puede servir de base para una regulación
futura, en el caso de que esta fuese necesaria. En ese sentido consideramos que
debe implicarse la Administración, la Mesa del Toro y los Ganaderos.
6.
Considerando las limitadas oportunidades que se tienen en una ganadería de
lidia para realizar intervenciones sanitarias en las reses, se podría utilizar
el momento de la inmovilización para realizar otras prácticas (chequeos,
extracción de semen, desparasitación oral, etc.)
De
forma resumida podemos concluir que siendo una buena técnica, desde el punto de
vista de cumplir sus objetivos, hay que considerar que tiene una serie de
consecuencias negativas, las cuales pueden ser solventadas desde el punto de
vista técnico, para lo cual se deben realizar estudios que nos permitan de una
forma objetiva valorar tanto las consecuencias negativas como las medidas
correctoras que pudieran ser adoptadas.
7. VALORACIÓN ETICA DEL
ENFUNDADO
A
lo largo de todo lo expuesto nos hemos limitado a referir aspectos técnicos relacionados
con el enfundado, pero ha llegado la hora de la verdad y es momento de analizar
la parte más compleja del tema que nos ocupa.
Como
ya podemos deducir, uno de los efectos que se consigue mediante el
enfundado es presentar los toros, al reconocimiento veterinario y a la
plaza, sin defectos en los cuernos. Sabemos que el concepto trapío
(características morfológicas del toro, referidas al encaste de procedencia, en
función del sexo y la edad; es decir el Fenotipo) incluye los cuernos, y
generalmente se asocia a buen trapío el buen desarrollo y disposición de los
mismos. Dicha cuestión adquiere mayor relevancia en la tauromaquia actual, en
la que uno de los valores que priman es el trapío del animal (criterio estético
influido en alguna medida, por el concepto de la tauromaquia entendida como
arte), independientemente de las características funcionales del toro (criterio
ético, vrs. Wolf, propio de la tauromaquia entendida como lidia).
De
forma preliminar conviene recordar que la vigente Ley sobre potestades
administrativas en materia de Espectáculos Taurinos, en su exposición de
motivos manifiesta el denominado espíritu de la Ley y en ese sentido expresa un
énfasis muy especial en la intangibilidad de las defensas.
Posteriormente, su desarrollo en el Reglamento de Espectáculos Taurinos, en el
articulo 47.1 precisa que las astas de las reses de lidia en corridas de toros
y novilladas picadas estarán integras.
Evidentemente
si nos ceñimos a la literalidad de lo expresado en la Ley y su Reglamento, así
como a las definiciones de los conceptos, el enfundado se puede entender como
una manipulación (no puede o no debe ser alterado) y como tal no está permitida
por la legislación; aunque no es menos cierto que la mayor prueba de respeto
hacia el cuerno podría ser su protección por las fundas. Ahora bien si en vez
de atender a la literalidad lo hacemos al espíritu de la norma, considerando
que en el momento en que se promulgan ambas no existía la práctica del
enfundado dirigida a los objetivos que hemos manifestado a lo largo de nuestra
exposición, queda claro que la normativa se refería a la manipulación
fraudulenta que se practicaba en ese momento, es decir al afeitado. En el
sentido conceptual de la nueva técnica, el enfundado, consideramos que no se trata
de una manipulación fraudulenta per se. Es más, podemos afirmar que, realizada
adecuadamente, se trata de una protección de la integridad de los
cuernos.
Dicho
lo anterior, en el caso de animarse la Administración a establecer alguna norma
al respecto, antes de proceder debería de avalar su criterio en estudios
científicos en el sentido que lo hemos manifestado en nuestra valoración
técnica.
A
partir de aquí debemos analizar si el enfundado, al tratarse de una práctica en
la que el hombre modifica la naturaleza alterando artificialmente el desarrollo
de la crianza del toro, supone una intervención que a la larga pudiera
perjudicar a la Fiesta. Es más, al fijarnos en esta práctica debemos incluirla
en una serie de procedimientos en los que también interviene el hombre
(vacunaciones, desparasitaciones, curas, pruebas de diagnostico, etc.) que
pudieran estar implicados de igual forma en ese perjuicio sobre el futuro de la
Fiesta.
Ante esto se podría alegar que el hombre también interviene en la
explotación de otras especies de animales de abasto (producción de carne,
leche, lana, huevos, pesca, etc.) para incrementar y rentabilizar su producción
bajo criterios de eficacia y eficiencia. Pero no es menos cierto que la
producción principal del toro de lidia, independientemente de aspectos
morfológicos, es su temperamento, o lo que es lo mismo la Casta, y esta se
puede ver modificada negativamente, reducida, minimizada, como consecuencia de
malas prácticas en su producción. En la selección del toro, en general identificamos
dos procesos, por un lado la selección propiamente dicha basada en la
observación de la tienta o la lidia, y en el análisis de su genealogía. Y en
otro orden existen una serie de circunstancia y prácticas de manejo que de
alguna manera influyen también en la selección. En este sentido debemos
considerar que la reducción de las fincas, su parcelación en cuarteles de
superficie muy limitada, el suministro de una dieta (piensos y forrajes) que
suplementa al aporte de natural de los pastos, así como las diversas practicas
a las que repetidas veces nos hemos referido, incluido el enfundado, en alguna
manera son responsables de criar un toro cada vez mas domesticado. Parece
evidente que ese toro cada vez mas domesticado pudiera perder sus atributos primitivos
de animal salvaje y fiero.
En
el mismo sentido, debemos recordar que desde hace unos años se viene observando
que la selección de individuos más voluminosos o pesados, con la errónea idea
de incrementar su trapío, trae como consecuencia la aparición de enfermedades
degenerativas como es la Osteocondrosis metacarpiana (OCM)
Lesión
macroscópica de
OCM
Lesión microscópica de OCM
Pero
tampoco es menos cierto, que no podemos mantenernos ajenos o renunciar a la
aplicación de las nuevas técnicas que el desarrollo de la ciencia pone a
nuestra disposición (fármacos, materiales, ec.)
A
todo lo anterior debemos añadir que la evolución del espectáculo, que en
principio fue pura lidia, esto es la preparación del toro para la suerte
suprema, la muerte por estocada, se ve abocada a un tipo de espectáculo donde
priman cada vez más los valores estéticos. Para obtener un toro apto para un espectáculo
de valores estéticos, fundamento de todo arte, es donde principalmente
interviene la selección actual.
De
igual forma que la sociedad evoluciona admitiendo intervenciones sobre las
personas (cirugía estética en general), cuestión éticamente discutible hace
años, parece razonable admitir en el arte, en el arte de la Tauromaquia,
intervenciones que preserven el aspecto de los animales.
Estas
intervenciones que afectan directamente al espectáculo, no son nuevas en la
tauromaquia. Sirva como ejemplo la introducción del peto hace casi cien años o
la selección con criterios racionales hace doscientos.
Posiblemente fueron
cuestionadas al principio, pero claramente han influido favorablemente al
espectáculo de emociones que es la Tauromaquia, y lo más importante, han
permitido su adaptación a los tiempos evitando su desaparición por
arcaica.
Dicho
lo anterior, conviene considerar que el hecho de que el enfundado, así como
cualquier otra practica de manejo, supongan beneficios para la lidia, están
directamente relacionados con el equilibrio que se establezca en la
intervención del hombre. La intervención debe tener un límite. Si no la
limitamos, a lo largo del tiempo podremos encontrarnos con un toro demasiado
domesticado, que haya perdido su condición intrínseca de salvaje y fiero, que
en gran medida es lo que define y diferencia el emocionante espectáculo del
arte de la tauromaquia de cualquier otro.
Podemos
concluir que la práctica del enfundado es beneficiosa para la lidia desde el
punto de vista técnico, aunque algunos aspectos pueden y deben ser mejorados.
En el caso de proceder a su regulación, esta debe estar basada en criterios
derivados de estudios científicos.
Desde
el punto de vista ético, en algún momento hay que plantearse el limitar la
intervención del hombre en la crianza del toro por las consecuencias que puede
originarle, concretamente en su casta, valor principal del Toro de Lidia que
entendemos como principal protagonista de nuestra Fiesta Nacional, espectáculo
de Emoción.
8. PRINCIPAL BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
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se modifica y da nueva redacción al Reglamento de Espectáculos Taurinos.
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