Opaco, devuelto por manso por el Exmo Sr Presidente de la Plaza de Toros de Madrid
Tras la negativa el otro día a
conceder una mas que merecida oreja a Fortes, el palco de las Ventas se ha
convertido en un chiringo sin criterio de aficionados ni autoridad de mando en
plaza. Se siente quien se siente. Quizás el problema resida en la manera de
como llegan ahí estos señores y señoras.
Que como dice Esteban Fernandez,
un gran aficionado además de presidente y miembro de ANPTE (Asociación Nacional
de Presidentes Toros España) , "un arbitro de tercera no puede pitar una
final de champions".
No es solo el pasotismo de un
presidente ni el conformismo de un torero en concreto. Es consecuencia de todo
un sistema que, tras la careta de la evolución en el toreo, están degradando
constantemente al toro, el aficionado y la fiesta. Se empezó a sembrar la
semilla en las plazas de tercera, se regó generosamente en las de segunda con
Sevilla como estandarte, y se ha acabado nombrando Cum Laude del despropósito
en las mismísimas talanqueras de la calle Alcalá. Monumental por en su ladrillo
exterior y granito interior, pero que muchos se han encargado de pudrir a paso
de tambor a aquella plaza que fue santo y seña del toreo mundial, e
idiosincrasia que otros se encargaron de dejar a generaciones venideras. Salió
Opaco por la puerta de chiqueros y se volvieron opacas las intenciones del
palco como opacas se volvieron las vergüenzas vestidas de
alamares. Agárrense a partir de ahora con el pañuelito verde que se
ha perdido la vergüenza a todo.
El baile del pañuelo, como diría el friki
de Leonardo Dantés. Después de lo de ayer, un aficionado me preguntaba esta
mañana donde se encontraba la tauromaquia actual.
No tengo dudas: en el epílogo
de la decadencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario