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jueves, 15 de octubre de 2009

LA ESTOCADA II

FORMAS DE ENTRAR A MATAR.


Fundamentalmente son tres: Recibiendo, A volapié y a un tiempo, si bien, de ellas surgen algunas variantes.
A volapié: Su nombre procede de la palabra vuelapié o vuela-pies. El torero arremete contra el toro, sin moverse éste, bien por falta de fuerza o por rapidez del diestro.
La forma de matar es la siguiente: El torero echa la muleta debajo de la cara del toro, se cruza el pitón ofreciendo al animal la pierna izquierda y se vacía la embestida con un pase de pecho con la mano izquierda a la vez que la derecha ataca el morrillo del animal. Su invención se atribuye a “Cúchares”.
Recibiendo: El toro es el que acomete, y el matador lo espera, haciendo éste previamente el cite. Los historiadores asignan la invención de éste tipo a Pedro Romero. Es una estocada que no se suele realizar debido a las condiciones de la lidia.
Existen dos teorías:
• La primera indica que el torero debe de situarse un poco más lejos que si fuera a matar a volapié. Adelantando la muleta hacia la cara del toro, a la vez que la pierna izquierda se desplaza hacia el centro de la suerte, se cita al toro para que tome el engaño. Con el toro humillado y tomando la muleta, el torero se acerca la muleta, a la vez que vuelve a colocar el pie en su situación, la original, junto al derecho. Es en este momento cuando el estoque se hunde en el morrillo y es cuando el torero debe buscar un punto de apoyo.
• La otra teoría, consiste en que el torero mete la muleta hacia la cara del animal, a la vez que el pie izquierdo permanece quieto, hundiendo así el estoque en el morrillo del toro.
Aguantando: La arrancada del toro y torero se producen durante la realización de la suerte, pero no simultáneamente, sino que el encuentro se produce en un lugar más próximo del torero. Es una derivación de la suerte de recibir, pero a diferencia de ésta, el torero no ha citado previamente al toro.
Arrancando: El torero inicia el ataque primero, y el toro acude al encuentro, produciéndose éste en un terreno más próximo al primitivo del toro. Actualmente es la forma más usual de entrar a matar. Es una derivación de la suerte de volapié.
Al cuarteo: La realiza el diestro miedoso de ejecutar la suerte suprema. El espada parte hacia el toro en forma sesgada para clavarle el estoque sin seguir en modo alguno la mínima norma ética de la suerte. Afortunadamente es la excepción.
A un tiempo: Estocada muy utilizada por “Cúchares”. El espada y el toro arrancan a la vez y el embroque se realiza en el punto medio de la distancia que queda entre ambos al iniciar la suerte.
Puede darse el caso de que ambas arrancadas no se realicen al mismo tiempo, y entonces hablaríamos de aguantando o arrancando.
Recursos.
A toro corrido o arrancado: El diestro aprovecha que el astado viene corriendo, para salirse del encuentro y darle la estocada.
Al relance del capote: Similar, pero con el toro saliendo de un capotazo. Se suele utilizar en toros huidos.
A paso de banderillas: El torero va al toro, no en rectitud, sino cuarteando.
A la media vuelta: El matador cita al toro desde atrás dándole la estocada al girar el toro.


LESIONES PRODUCIDAS POR LOS DISTINTOS TIPOS DE ESTOCADA


1.- PESCUECERAS: (1º Espacio intercostal).
Lesionan musculatura región del morrillo y porción craneal del lóbulo craneal del pulmón derecho.
Poco efectivas.
2.- DELANTERAS: (2º-3º Espacio intercostal).
Eficaces cuando lesionan el bronquio traqueal y ambas porciones del pulmón derecho.
La muerte se produce por asfixia.
3.- PASADAS: (7º-9º Espacio intercostal).
Solo efectivas si son profundas y se produce lesión de la arteria hepática, ramas arteriales y venosas de los lóbulos hepáticos o la vena porta, resultando de ésta manera fulminante.
Con penetraciones menores no son efectivas.
4.- TRASERAS: ( 10º-12º Espacio intercostal).
Pueden afectar al lóbulo craneal del pulmón derecho, diafragma, hígado y otros órganos de la cavidad abdominal.
No son efectivas, sea cuál sea su penetración.
Precisan del uso del descabello.
5.- EN LA CRUZ: (4º-5º-6º Espacio intercostal).
EN LA CRUZ, PROPIAMENTE DICHA:
La más frecuente es en el 4º Espacio intercostal.
Con estocada entera, correctamente inclinada (45º) y buena dirección, es fulminante, al producirse la sección de la vena cava caudal, y traspasar el lóbulo craneal del pulmón derecho.
La más efectiva es la que penetra por el 6º Espacio intercostal.
Signos: El animal, después de algunas convulsiones, cae rápidamente. Generalmente da dos o tres pasos descoordinados y rueda sobre el lado derecho, seguido de convulsiones, que son signo de hemorragia.
A veces solo penetra ¾ del acero, o la dirección está desviada y no alcanza la vena cava caudal, pero los capotazos de los peones (enterradores) hacen que el toro se mueva derecha-izquierda, pudiendo cortar la vena cava caudal, lo que explica el desplome.
ESTOCADA CONTRARIA EN LA CRUZ.
Solo afecta al pulmón.
No afecta a estructuras que favorezcan la muerte fulminante del toro, independientemente de su penetración, inclinación y dirección.
Poco efectiva. Para que fuera efectiva, debería lesionar a la aorta, y eso es difícil.
Unido a la dificultad de efectividad de la estocada, está el riesgo del lidiador ante los cuernos de su enemigo, con peligro de cogida.
ESTOCADA EN LA CRUZ, CAÍDA.
Lesiona las arterias y venas pulmonares derechas y bronquio principal derecho.
De colocación defectuosa y poco meritoria, pero muy efectivas.
Signos: Profusa hemorragia por boca y ollares acompañada de una fulminante muerte por asfixia.
ESTOCADA BAJA.
Poco efectiva. Algo más cuando es tendida, afectando a los lóbulos pulmonares, produciendo el mismo efecto de la anterior.
En la mayoría de los casos, precisa de descabello.
BAJONAZO.
Lesiona los lóbulos medio y caudal del pulmón derecho, dañando estructuras vasculares.
Los toros mueren por asfixia, como consecuencia de la hemorragia.

CAUSAS DE CAIDA POR LA ESTOCADA A LA CRUZ

A) POR HEMORRAGIA.
La hemorragia interna o externa suprime gran cantidad de glóbulos rojos, con disminución de la oxigenación de los tejidos y acumulación de dióxido de carbono. Provoca asfixia.
Las hemorragias pueden ser:
PULMONARES: Son seguras pero lentas. Precisan descabello.
DE GRANDES VASOS: (Aorta y V. Cava caudal). El animal muere enseguida y cae sin descabello.
CARDÍACAS: Difíciles de conseguir. Precisa que el estoque penetre vertical y hondo por el lado izquierdo.
LESIONES INDIRECTAS: Hemorragias en sábana, que al presionar el corazón pueden ocasionar la muerte rápida.
B) POR SECCIÓN DE LA MÉDULA ESPINAL.
En una estocada a la cruz, es imposible que se seccione la médula espinal, por la longitud, anchura e inclinación de las apófisis espinosas de los cuerpos vertebrales (pinchazo en hueso).
La médula espinal solo se podría alcanzar incidiendo el estoque entre la 6ª-7ª vértebras cervicales. Para ello es necesario que el toro humille y que la estocada sea media y delantera.
C) POR SECCIÓN DE LOS NERVIOS TORÁCICOS.
La única red nerviosa importante en el cuello, es el nervio vago. Las lesiones bilaterales del vago, son generalmente fatales por la pérdida de reflejos respiratorios, disnea y aceleración cardíaca. Asfixia por parálisis laríngea total. Que se produzcan las dos ramas del vago es muy difícil, por lo que podríamos desechar esa causa como caída.

LA ESTOCADA

LA ESTOCADA 1ª PARTE


En un principio, y durante siglos, en España el toreo se ejecutó a caballo. Era como un divertimiento de los señores acomodados quienes, al observar y estudiar el desarrollo de los instintos del astado, dedujeron la conveniencia de limitar su área de acción, de manera que, el toro que solo solía ser agresivo cuando se le molestaba, no pudiera huir la pelea, siendo el resultado de ello emocionante y divertido. De ahí surgió la primera idea de la plaza de toros, que en un principio se limitó a una cerca rudimentaria en pleno campo.

Pero, el ejercicio de los caballeros en sus enfrentamientos con los toros, requería otro estímulo que el simple recreo. Necesitaban el testimonio multitudinario que alentase la proeza de los protagonistas. Así comenzó a iniciarse el espectáculo taurino y llevarlo a las ciudades, habilitándose las primeras plazas circunstanciales.

Los diversos modos y formas de burlar y esquivar las embestidas de los toros, emociona y entusiasma al pueblo. El arriesgado ejercicio promueve la organización de fiestas, que se disponen para agasajar a reyes y príncipes o para reales conmemoraciones. ra tal el júbilo popular que producía estos acontecimientos, que poco a poco, el protagonismo, que en un principio fue exclusivo de los señores de alto linaje, fue dejando paso a caballistas camperos del pueblo, que a veces demostraban más arte y destreza. Así se iniciaba la participación activa del pueblo en las prácticas del toreo, hasta producirse la metamorfosis del cambio del toreo a caballo al toreo a pie y alcanzar la condición artística y técnica actuales.

Ya por el siglo XI, de crónicas de la época se deduce que las corridas de toros, antes de convertirse en espectáculo propiamente dicho, fue un entretenimiento del pueblo. Los toros cogidos en el campo, posiblemente a lazo, eran conducidos enmaromados (con cuerdas gruesas de esparto) a la ciudad, y allí lidiados groseramente y muertos con dardos o lanzas cortas y arrojadizas.

Con el paso del tiempo, se va instituyendo el toreo a caballo, que llegará a ser realizado hasta el siglo XVIII, cuando con la llegada de la Casa de Borbón al trono de España, Felipe V, que por cierto no era nada aficionado a la fiesta de los toros, modifica la suerte de picar con vara larga, pero por poco tiempo, solo hasta que los peones de los varilargueros comenzaron a permitirse ciertas licencias que no hubieran tenido con los caballeros en plaza. Así nace el toreo a pie, que alcanzaría la consideración de arte a mediados de siglo.
Es aventurado fijar una fecha para precisar el inicio de la suerte de matar a pie, pues ha sido un proceso evolutivo que llega hasta los tiempos de Pedro Romero, quien fue el padre de la suerte de matar “recibiendo”, siendo ésta la forma de matar hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX.
Esta suerte se ejecutó regularmente hasta que Joaquín Rodríguez “Costillares”, inventa el “volapié” para matar los toros quedados o parados, suerte que hoy por hoy es utilizada en la mayoría de los casos.


FASES DE LA SUERTE.
La suerte de matar, consta de tres fases:
Preparación: Dependerá de los terrenos, las querencias del toro.
Colocación: Del torero y del toro.
Ejecución: Clasificación, Formas, Salida o remate.

Lo primero que deberá hacer el torero es situarlo en suerte, es decir, colocarlo en un lugar de la plaza donde el toro se entregue más. Esto lo debe de ver el lidiador durante la faena, ya que hay lugares que son más propicios al toro.
Las querencias hacen que en esos lugares, el toro se muestre más proclive a quedarse quieto por encontrarse más a gusto, sin despistarse, y a la vez se arranca mejor al estímulo del cite.
Para matar, es fundamental que el toro esté quieto, fijo en la muleta y cuadrado, o sea, que tenga las manos a la misma altura y juntas, para que las escápulas permanezcan separadas al máximo y ofrezcan el suficiente espacio para penetrar el estoque.
El torero situado frente al toro, lo citará echándole la muleta al hocico, lo más bajo posible para que éste, al humillar, facilite en lo posible la entrada del estoque.
Lo primero que valoraremos a la hora de ver la estocada, es la rectitud como se haya tirado el torero sobre el astado. No se puede clasificar bien una estocada saliéndose de la suerte (aliviándose).
Después hay que valorar la trayectoria y profundidad de la estocada.
Una estocada en todo lo alto es, sencillamente imposible porque, o bien habría que poner el estoque entre dos vértebras, con lo que se seccionaría la médula espinal, o bien se pincharía en hueso.
En el primer caso, el toro se caería y el matador caería encima de él porque no le daría tiempo a pararse en su carrera por salir de la suerte.
El sitio ortodoxo de dejar el estoque es el hoyo de las agujas, también llamado en la cruz, los rubios, en la yema, etc... de mil maneras.
Lo que está claro es que, sin una buena colocación, la estocada no es buena. Hoy en día, y por gran parte de público se aplauden bajonazos solo por haber desaparecido todo el acero en el cuerpo, siendo de mucho más mérito un pinchazo arriba entrando con rectitud que un bajonazo entero en los bajos.

CLASIFICACIÓN DE LA ESTOCADA.
• SEGÚN EL TERRENO.
• SEGÚN LA COLOCACIÓN.
• SEGÚN LA UBICACIÓN.
• SEGÚN LA DIRECCIÓN.

SEGÚN EL TERRENO.
     EN TABLAS.
     EN EL TERCIO.
     EN LOS MEDIOS.


 EN TABLAS.
En tablas propiamente dicho: Se dice que el toro está en tablas, cuando se encuentra con los cuartos traseros apoyados en las tablas y el cuerpo sesgado (torcido o doblado) en relación con ellas.Exige un mayor esfuerzo y riesgo por parte del torero.
Al hilo de las tablas:Cuando el toro está con el costado pegado a la barrera.El animal tiene querencia hacia tableros, facilitando la ejecución de la Suerte.

EN EL TERCIO.
Suerte Natural.
El costado derecho del toro está paralelo a las tablas. Al ejecutar la suerte, el torero se quedará en el terreno cercano a tablas, mientras que el toro saldrá por las afueras hacia el centro del ruedo.
Suerte Contraria.
El toro tiene el costado izquierdo paralelo a la barrera. Al ejecutar la suerte, el torero saldrá hacia fuera y el toro hacia las tablas.Esta suerte es aconsejable, cuando el toro mansea y tiene querencia a tablas.
De dentro a fuera.
El toro se encuentra en el tercio, dando la cara a las tablas.El torero debe de ejecutar la suerte partiendo de dentro y tirándose hacia fuera, lo que conlleva el lógico peligro.
Suerte de Banderillas.
El toro está perpendicular a las tablas, con la cabeza dirigida hacia el ruedo.No hay que confundirla con la suerte a paso de banderillas.



EN LOS MEDIOS.
Es el terreno más neutro de todos puesto que es difícil que el toro desarrolle aquí querencias. El toro empujará y hará menos por el torero a la hora de ejecutar la suerte.

SEGÚN LA COLOCACIÓN.

EL ESTOQUE NO PENETRA.
Pinchazo (soltando o sin soltar): El diestro pincha en hueso, repeliendo el estoque.
Metisaca: El torero mete y saca inmediatamente la espada, en un mismo acto.

EL ESTOQUE PENETRA.
Pinchazo hondo: El estoque penetra pocos centímetros.
Estocada corta: Penetra más de 1/3
Media estocada: Penetra la mitad.
Estocada honda: Queda dentro el acero en sus 2/3 partes.
Estocada entera: Penetra todo el estoque en el toro.


SEGÚN LA UBICACIÓN.

Pasada: El estoque penetra POCO por detrás de la cruz.
Trasera: El estoque penetra BASTANTE por detrás de la cruz.
Delantera: El estoque QUEDA UN POCO DELANTE de la cruz.
Pescuecera: Penetra más delante, casi en el cuello.
Caída: Estocada que cae un poco a la derecha de la cruz.
Baja: Está aún más a la derecha.
Bajonazo: Si el grado de caída es escandaloso.
Golletazo: Estocada administrada a ambos lados del cuello del toro.

SEGÚN LA DIRECCIÓN.
Atiende a la posición en que queda el estoque y no a su colocación. Atendiendo a la posición normal de la estocada, que debe ser oblicua, formando un ángulo de aproximadamente 45º respecto al dorso del toro.
Perpendicular: Cuando tiende a esa dirección.
Tendida: El ángulo es mucho menor y el estoque se inclina hacia la horizontalidad.
Atravesada y atravesada del lado contrario: Según que tengan una tendencia marcada de derecha a izquierda o de izquierda a derecha respectivamente, al quedar clavado el estoque en el toro.
Envainadas: Quedan clavadas entre la piel y la carne.
Ladeadas: Delanteras ligeramente caídas y con buena dirección.
Las idas: Aquellas en que el estoque en vez de entrar con los filos horizontalmente, entran formando una vertical, lo que hacen que no cause tanto daño dentro del toro.