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viernes, 7 de mayo de 2010

PROBLEMATICA ACTUAL DE LA PERITACION DE LAS ASTAS DE RESES DE LIDIA

Conferencia pronunciada por el Académico de Número Dr. D. Emilio Ballesteros Moreno
1 de Marzo de 1994


Introducción

El ejercicio de la peritación veterinaria en los espectáculos taurinos en general y sobre todo en corridas de toros, ha sido y sigue siendo problemático, por la serie de intereses encontrados que existen.
El asesoramiento taurino veterinario presenta una cronología a lo largo de la celebración del espectáculo, desde la llegada de las reses a los corrales de la plaza, hasta su estudio en el laboratorio, pasando por el examen en el desolladero.
Podemos considerar que en la peritación hay dos aspectos a considerar: uno es la base legal de la misma, contenida en el Reglamento taurino vigente y más concretamente los artículos del mismo relacionados con el tema.
La segunda son, los conocimientos biológicos de utilización en el ejercicio de la misma.
Son tres los parámetros, que desde un punto de vista objetivo pueden servir para enjuiciar en vida, la aptitud de una res para ser lidiada: Edad, peso y defensas.
De dichos parámetros, la edad y el peso, son facilitados por la autoridad y, dado que el Reglamento es taxativo y los delimita perfectamente, es escasa la problemática que presentan.
En cuanto al peso pueden existir conjeturas, en plazas que no existe báscula, sobre todo en novilladas que aparentemente sobrepasan los cuatrocientos sesenta Kg admitidos como límite.
Salvo ésta y alguna otra ligera connotación, la edad y el peso no suelen ser problemáticas. Las defensas o astas no pueden ser juzgadas tan objetivamente y por tanto lo relacionado con ellas es controvertido, máxime que en ellas reside el riesgo, y por tanto la base de uno de los componentes principales en que se sustenta la fiesta, por ello hemos dedicado un tiempo a su estudio.
El origen podemos cifrarlo, a principio de la década de los años setenta en que, por diversas circunstancias, fuimos nombrados asesor, durante una década aproximadamente, de la Plaza de Toros de Zaragoza. Las vivencias y problemas que presentaba cada espectáculo nos hizo comprender que la profesión veterinaria necesitaba más conocimientos de los que entonces existían para ejercer las peritaciones con cierta base biológica.
Fruto de estas inquietudes han sido algunas publicaciones, en un intento de divulgar los conocimientos a los profesionales que ejercían en plazas de toros y que será lo que resumiremos en las palabras que siguen.
Para una mejor comprensión el contenido lo hemos dividido en tres apartados: Morfología, Dinámica y Patología del asta.

Morfología

Desde el punto de vista morfológico, los cuernos del ganado vacuno son vainas de tejido córneo que cubren un hueso central. Son formaciones cutáneas, faneros, en las cuales la epidermis está íntimamente unida a la dermis. Están situados en la región frontal, con nacimiento al mismo nivel o muy ligeramente por delante de la línea de prolongación de la nuca.

Las astas son sólidas en su nacimiento, dirigiéndose hacia fuera y adelante en armónica curvatura, tanto en su forma y dirección como en su tamaño y volumen. Se corresponden a perfiles cefálicos, la mayoría son de tipo celoide.

Presentan forma de gancho corto o largo, con un número elevado de variantes en los machos. De sección circular o ligeramente ovalado, con la base blanquecina y las puntas oscurecidas. Desde el punto de vista zootécnico, su belleza estriba en que sean simétricas y bien dirigidas.

Su tamaño, conformación y curvatura varían, entre otros factores, con el sexo, edad y alimentación. En efecto, en las hembras son más largos y finos: la castración provoca también modificaciones notables en la conformación, en los cabestros tienen mayor longitud.

Anatomía: Están constituidos por tres partes netamente diferenciadas.

1.- Las apófisis óseas, procesus cornualis, están formadas por tejido esponjoso. Son prolongaciones del hueso frontal. Dicho soporte óseo está excavado en su base por una profunda ranura vascular y su superficie, muy rugosa, está llena de pequeños agujeros y numerosos surcos longitudinales.

La situación definitiva de la base ósea del cuerno es la zona caudo-lateral de la parte superior de la cabeza, separadas las apófisis óseas, que son gruesas y cortas, por la protuberancia intercornualis. Dichas apófisis presentan ligeras variaciones según el perfil. La sección transversal de la base ósea es generalmente circular.

2.- La membrana queratógena o cara intermedia, cubre la clavija ósea y se adhiere a ella fuertemente. Tiene aspecto aterciopelado, es roja y delgada; su espesor varía, ya que va en aumento desde la base a la punta. Es la formadora del estuche córneo. Su estructura es comparable a la de la membrana queratógena del casco.

3.- El estuche córneo, parte externa, porción visible del cuerno, es hueco en su mayor parte. Las paredes son delgadas y cortadas en bisel en su base, pero aumentan de grosor hasta terminar en un cono macizo, de longitud y anchura variable. Ello explica que se puedan cortar varios centímetros sin que se presente hemorragia.

Está constituida por numerosos cornetes ensamblados unos en otros. Cada brote anual, en la parte externa de la base, está separado del precedente por un surco circular perfectamente apreciable al tacto, que permite, con cierta aproximación, determinar la edad del animal. En los animales maduros el primer surco se cuenta como tres años ya que el primero y segundo se desdibujan con el tiempo.

Histología

Podemos afirmar que las publicaciones en esta parcela de conocimiento han sido escasas y referidas casi exclusivamente al tejido córneo.
La bibliografía referente a la tinción de los tejidos queratinizados en general es amplia y muchos autores han descrito cambios progresivos en las propiedades de tinción de las células durante el proceso de queratinización. Un buen resumen histórico se puede encontrar, con referencia especial a la lana y al pelo, en la monografía de AUBER.
El estudio histológico concreto del tejido córneo del asta de la res de lidia, se inició en el año 1955 por SANZ EGAÑA, precisamente para aportar luz al tipo de peritaciones que nos ocupan.
Más tarde en 1972 BARGA BENSUSAN trató la microscopia del asta en su libro "El afeitado, un fraude a la fiesta brava".
Recientemente PIZARRO en 1990 también se ha preocupado del tema. Según dicho autor, los cortes para tejidos de cierta consistencia necesitan un medio de inclusión suficientemente duro para formar un bloque con la pieza a cortar y lo suficientemente flexible para que no se astille o resquebraje en la manipulación; también un aparato capaz de cortar estos bloques duros en secciones, lo suficientemente fina para poder visualizarlas al microscopio.
En la actualidad existen métodos que permiten estudios histológicos de estructuras de todo tipo de consistencia.
Para los cortes de muestras duras, como es el tejido córneo que nos ocupa, debe emplearse la inclusión, pero no en las clásicas parafina, gelatina o celoidina, sino en resinas sintéticas plásticas o metacrilatos, los cuales se pueden polimerizar confiriendo una gran dureza al bloque. Se necesitan también cuchillas de acero con filo adecuado e incluso de diamante; con la incorporación de motor al microtomo, se logra una mayor facilidad y uniformidad en el corte.
Se obtienen buenos resultados con hidroxiefimetacrilato (HEMA), que tiene capacidad de endurecimiento rápido para la fijación de las muestras sobre el bloque y endurecedores que contienen benzoil peróxido estabilizado y dimetilsulfóxido.

Por observación histológica podemos distinguir en el tejido córneo del asta las siguientes partes, que son las que comprende a su vez, el proceso de queratinización.

A.- Zona de división celular y matriz germinal
B.- Zona de diferenciación y crecimiento celular
C.- Zona de formación de fibrillas
D.- Zona de queratinización
E.- Zona queratinizada

La Histología permite ver las huellas de los traumatismos que han recibido las fibras de la sustancia córnea y dictaminar tipo de objeto responsable del mismo.

Para estudios de anomalías del tejido córneo del asta, bastará con cortes de 15 a 20 micras de grosor ya que en estos casos no es necesaria la observación de las células, sino de estructura, en resumen la disposición paralela de los tubos córneos.

Composición química

Las características químicas que presenta el tejido córneo, en general, son las mismas que las de las queratinas que lo componen, estas están constituidas por proteínas resistentes e insolubles íntimamente relacionadas con la epidermis de los vertebrados y las estructuras derivadas de la misma, los llamados faneros: pezuñas, cuernos, pelos, uñas, etc.
Las características que definen las queratinas duras a las cuales pertenece el cuerno son las siguientes:
- Sólidas y resistentes
- No escamosas permanentes
- No existe fase de formación de queratohialina
- Bajo contenido en lípidos
- Elevado contenido en azufre, superior al 3% y fuerte reacción
a los grupos tioles en el curso de la queratinización.
- Elevada estabilidad térmica.

En cuanto a la composición química en aminoácidos de las queratinas del asta de ganado vacuno en general, se sabe desde hace tiempo que es la siguiente:

Nitrógeno total       14.8 - 16.9
Nitrógeno amídico 1.14
Azufre                   3.77 - 3.9
Glicina                   9.6
Alanina                  2.5
Valina                    5.3 - 5.5
Leucina                 7.6 - 8.3
Isoleucina              4.3 - 4.8
Fenilalanina           3.2 - 4.0
Prolina                  8.2
Hidroxiserina        6.8
Hidroxitreonina    6.1
Hidroxitirosina     3.7 - 5.6
Acido aspártico   7.7 - 7.9
Acido glutámico   13.8
Arginina               6.8 - 10.7
Lisina                   2.4 - 3.6
Histidina               0.6 - 1.0
Triptófano            0.7 - 1.4
Cistina                10.5 - 15.7
Metionina             0.5 - 2.2
Cisteína                0.8 - 1.6

Composición en aminoácidos de las queratinas del asta de ganado vacuno (gramos por 100 de queratina desecada).

DINAMICA DEL ASTA

Embriología y desarrollo del asta

La formación y desarrollo del cuerno del rumiante tiene lugar después del nacimiento. No obstante, en los lugares donde han de nacer, aparecen ya modificaciones durante la vida fetal.
Los animales exhiben ya en dicha zona un remolino de largos pelos. Al mes del nacimiento la epidermis se encuentra enormemente engrosada, asienta sobre un cuerpo papilar ostensible. La lámina ósea del hueso frontal se triplica en grosor, la capa exterior se transforma en láminas verticales a las formaciones epidérmicas.
Las trabéculas óseas crecen sin cesar partiendo del periostio. Por consiguiente, el soporte del cuerno, no deriva de un núcleo óseo independiente, sino que resulta de la formación subperióstica de trabéculas de un engrosamiento local. Es por tanto una exófisis y no una apófisis.
El procesus cornualis está recubierto en su superficie por una cubierta continua de tejido subcutáneo que se convierte, casi en su totalidad, en el periostio del núcleo óseo.
Pronto empieza a desarrollarse el cuerno epidérmico propiamente dicho sobre el cuerpo papilar, considerablemente agrandado bajo la influencia de la acción inductora del epitelio.
La epidermis produce en toda la superficie la sustancia córnea, formando así la vaina córnea epidérmica, muy dura y de forma característica que es en definitiva el cuerno en sentido estricto.
La conformación de la cornamenta en general, en cuanto a su relación con el desarrollo de las astas, admite tres periodos, unidos a cambios de dirección en el crecimiento de las mismas. Al principio el asta crece en sentido horizontal, hacia los lados de la cabeza, después hacia adelante y finalmente hacia arriba.

Los tres cambios de dirección mencionados se suceden cronológicamente pararelos a la edad del animal.

Prescindimos de hablar de los cambios de dirección en los animales capachos, brochos, o de otro tipo de cornamentas que consideramos siempre defectuosos. Son perfectamente conocidos y por otro lado solo constituyen ligeras modificaciones en los mencionados cambios de dirección, además de estar perfectamente tratados en los libros clásicos de Exterior de los Animales Domésticos o de tema taurino que clasifican al toro con arreglo a la conformación de las astas.

En el primer tercio de este siglo ya se sabía que en el ganado vacuno no bravo el crecimiento era de un centímetro por mes aproximadamente. Esta misma cifra se daba para el ganado de lidia que ha sido confirmada posteriormente por otros autores. Trabajos realizados por nosotros han dado las cifras siguientes:

Añojos - 1,4 - 1,2 cm/mes.
Erales - 1,2 - 1 cm/mes.
Utreros - 1 - 0,9 cm/mes.
Toros - 0,9 - 0,7 cm/mes.

Dentro de los dos tejidos que fundamentalmente componen el asta, óseo y córneo, el desarrollo del primero apenas ha sido estudiado pero por los escasos datos conocidos, su desarrollo parece terminar con el del esqueleto en general.
En cuanto los datos sobre crecimiento del tejido córneo, lo lógico, es que al ser un fanero crece de forma continua a lo largo de toda la vida y por tanto a medida que aumenta la edad, el pitón, lógicamente a de ser más largo.
La citada dinámica del asta lleva consigo la modificación a lo largo de toda la vida de una serie de parámetros del asta y concretamente del pitón o procesus cornualis.
Entre los parámetros que se modifican y que a su vez pueden servir para llevar a cabo la peritación de astas, están los siguientes:

1.- Biometría. Por las palabras precedentes se deduce fácilmente que la relación longitud total del asta/longitud del pitón no puede ser constante por la dinámica señalada en los dos tejidos.

2.- Area y volumen del pitón. El área se refiere a la superficie del corte sagital del pitón. Lógicamente el pitón no crece solamente en longitud, aumenta tanto en longitud como en anchura y dicho área fácilmente se comprende que aumente con la edad. El mismo criterio puede servir para el volumen.

3.- Diámetro de la base del pitón. El diámetro de dicha base y los diámetros a diferentes alturas representados en ejes cartesianos y teniendo en cuenta la edad de los animales nos pueden trazar de forma esquemática el perfil de la pendiente de crecimiento del pitón.

4.- Queratinización. A dicho fenómeno nos hemos referido en el apartado de morfología pero los fenómenos que suceden desde la superficie de la membrana queratógena hasta la superficie de la sustancia córnea, ya perfectamente madura, son fenómenos que se suceden de forma sistemática.

Patología del asta

Distinguimos los conceptos de Anormalidad y Patología. La primera está referida a la conformación general de la cornamenta, sin existir realmente un cuadro patológico.
Como hemos citado en el apartado de morfología la cornamenta en la res de lidia tiene conformación de gancho corto o largo con una serie de variantes en la misma. Calificamos como anormal el asta que no se ajusta a la misma. En el reglamento se califica a dichos animales como desecho de tienta, aptos para lidiarse en espectáculos menores, no en corridas de toros.
La literatura que hace referencia a la conformación de las astas, es clásica en los libros de tema taurino o de exterior de los animales domésticos.
En cuanto al segundo apartado, la patología del asta, nos atrevemos a calificar de escasa la bibliografía existente.
Las citas existentes en la literatura científica en general no están referidas a ganado bravo, son procesos patológicos de diferente índole pero que no están relacionados con problemas de peritación en el espectáculo. Pensamos que el motivo de dicha escasez puede deberse a ser exclusivamente español o de países que celebran corridas de toros, en los que el animal se produce y destina solamente al espectáculo y si bien su producción es continua, el espectáculo solo ocupa una parte del año.

Los cuadros patológicos del asta, podemos clasificarlos en:

1.- Colectivos. Afectan a todos o a diferentes animales de una determinada población. En ellos existe una etiología más o menos conocida, comprende:

a) Enfermedades infecciosas.
b) Enfermedades parasitarias.
c) Enfermedades nutricionales.

2.- Individuales. Comprende a su vez:

b1 Leves y continuos, relacionados con la dureza de la sustancia córnea.
b2 Violentos y esporádicos, relacionados a su vez con la fragilidad.
b3 Amputación del extremo distal producido por la mano del hombre: "afeitado".

Procesos colectivos

Dentro de los procesos que afectan al conjunto de la población ganadera, existen infecciones que pueden tener su repercusión en el asta, bien el proceso en si, o las secuelas del mismo. En general solo tienen interés en la peritación en vida, ya que pueden dar lugar a desprendimientos del tejido córneo y las escasas veces que esto sucede en el ruedo, suele provocar protestas del público.
Entre estos procesos se encuentra la glosopeda, en la cual se producen dolor, prurito y formación de ampollas en la base de las astas que al romperse dejan lesiones epiteliales que pueden llegar a afectar a la membrana queratógena.
Otra afección frecuente son los ezcemas de etiología diversa; existe en estos casos inflamación de las papilas del dermis y aparición también de vesículas y pústulas.
En la base del asta se pueden localizar también diversos tipos de tiñas producidas por hongos, con formación de costra y alteración de los pelos de la zona y que si están muy localizados no siempre son fáciles de ver.
Entre los procesos patológicos colectivos no infecciosos, en el sentido amplio de la palabra, pueden considerarse las alteraciones nutricionales.
En general podemos distinguir dos aspectos dentro de este apartado. Las dietas escasas en general dan lugar a animales hiponutridos, lo cual de alguna manera tendrá reflejo en el asta. Lo mismo que sucede en el pelo; por otro lado, los animales cuya dieta es desequilibrada y deficiente en determinados oligoelementos, como aminoácidos azufrados, constituyentes principales de la queratina del cuerno, o microminerales como el cobalto y el cobre: Tampoco pueden descartarse algunas vitaminas. Todo ello influirá en el tejido córneo del asta.

Dentro de este grupo de enfermedades colectivas, el proceso más interesante y extendido aunque no por ello el más conocido, es el hormiguillo.

Se localiza en el tejido córneo, y da lugar a lo que en el argot taurino se denomina toro "hormigón". La enfermedad se caracteriza por una degeneración de dicho tejido que se reseca y sufre una descamación intensa, con desintegración pulverulenta que le da un aspecto de serrín o de arena que circunda los hormigueros, de ahí el nombre. El pitón queda romo, carcomido, reducido a polvo. Los animales sienten intenso prurito, por lo que intentan aliviarse rascándose contra todo lo que pueden, troncos, paredes, etc., lo cual en el pitón ya afectado acelera el proceso de degeneración.
El contagio se lleva a cabo de forma directa, por contacto, o indirecta, a través de objetos. La progresión se ve favorecida por la temperatura y la humedad.

Dentro del grupo de cuadros patológicos que hemos denominado individuales, vamos a profundizar un poco en la clasificación ya citada.

a) Tumores.- Existen citas en la literatura científica, procedentes de los lugares más dispares como la India o Irak, amén de otros que, como Brasil o Indonesia, lo estudian como afección de relativa frecuencia en el cuerno de rumiantes.
Histopatológicamente, el proceso suele consistir en un carcinoma de células escamosas de tipo queratinizante. Es nulo el conocimiento que se tiene sobre este proceso en el toro de lidia, al igual que sucede con las afecciones de los senos frontales.

b) Traumatismos.- En general, llevan consigo alteraciones del procesus cornualis o pitón que se traducen por un acortamiento más o menos manifiesto del mismo; pueden ser:

1.- Aislados, esporádicos y violentos, por luchas, encajonamiento para el transporte, enchiqueramiento, desembarco, etc. y que dan lugar a diferentes accidentes.

Fracturas del asta.- Es el proceso más ostensible, al animal que lo padece se le denomina "despitorrado".

La fractura de la base ósea del proceso cornual es un proceso de relativa frecuencia que generalmente se localiza en la base ósea del cuerno, justo en el surco circular que sirve de lecho a los vasos del asta. En muchos casos estas fracturas originan la apertura del seno frontal, que queda comunicado con el exterior.
Tanto la pérdida total del asta como la fractura son procesos muy llamativos que inhabilitan la res para la lidia.
Otra zona de posible fractura es la base del pitón, en este caso solamente de la substancia córnea y precisamente en la línea de transición entre el hueso y el tejido córneo.

Desprendimiento del tejido córneo.- Sin afectar para nada al tejido óseo. La causa desencadenante son traumatismos, no excesivamente violentos; en general existen previamente alteraciones en la membrana queratógena; infecciones, inflamaciones, etc. que predisponen al accidente.
Como consecuencia de dicha pérdida se queda al descubierto dicha membrana, muy irrigada y, por tanto, de color rojo intenso y de clara tendencia a sangrar. Es raro que se produzca en la plaza y, en cambio, sí se produce en el campo. Al tratarse de un fanero, se desarrolla con más o menos dificultad y lentitud una nueva vaina que indudablemente es defectuosa, de menor tamaño y rugosa. No hemos encontrado referencias bibliográficas y sí una escasa experiencia personal.

En íntima relación con este tipo de traumatismos está el tema del astillado y escobillado de pitones relacionado con la mayor o menor fragilidad del asta.

Diferenciaremos astillado de escobillado. En el primer caso se trata de pérdida de sustancia córnea, separándose del asta una zona de la capa más externa del tejido córneo de la misma; estas astillas que se pueden ver en el suelo de toriles, chiqueros, placitas de tentaderos, presentan unas características que se corresponden como la forma del crecimiento y dinámica normal del asta. Están localizadas en la parte distal, afecta a una extensión, no superior a la cuarta o quinta parte de la longitud total y a una quinta o sexta parte de la circunferencia.

Tienen forma de triángulo isósceles, con la base irregular en forma de diente de sierra cuyo espesor disminuye de la punta a la base. La superficie externa es lisa y pulida, en tanto que la interna se presenta mate y rugosa, con estrías longitudinales que van de la punta a la base y que se corresponde con los canalículos del tejido córneo.
Las dimensiones son muy variables, anteriormente hemos dado unas ligerísimas orientaciones pero podemos añadir que varían con diferentes factores aunque nos parecen determinantes: la edad del animal y la violencia del traumatismo que provoca su desprendimiento y posterior caída.
La pérdida de la astilla, deja su huella en el pitón que aparece mate, rugoso, con las estrías de los canales córneos muy manifiestas; es más corto, pero más puntiagudo que era antes de desprenderse la astilla. Si la pérdida ha sido provocada por la mano del hombre, la base termina con huella de corte y no en dientes de sierra.

Escobillado.- En este caso el asta aparece con los tubos córneos abiertos recordando su conformación la de una brocha de afeitar.
Se pierde la conexión de los tubos córneos. Las capas córneas quedan sólo unidas por su base y al no ser esta unión superficial sino profunda, este es el nexo de unión con el asta en tanto que la zona más extrema queda libre.
Recientemente se ha intentado estudiar de forma objetiva la fuerza necesaria para la producción de astillas o bien el escobillado de pitones. En dicho trabajo se halló la velocidad de salida de las reses.

El cálculo de la energía cinética necesaria para que se produzcan astillas se puede llevar a cabo aplicando la conocida fórmula de Física: Ec = 1/2 mv2. Según los datos hallados y teniendo en cuenta animales de tipo medio toros de 470-500 Kg, con una velocidad media de 26-28 Km/hora la energía de salida del toril desarrollada podría oscilar entre 26.000 y 30.000 Kilojulios.

2.- Traumatismos poco violentos pero persistentes. Es bien conocida la existencia, incluso existe constancia fotográfica en los periódicos y revistas relacionadas con el tema taurino, de los roces contra diversos objetos, paredes, vallados, tierra, arena, etc. de todo el asta pero más interesante es el de la extremidad del pitón.

Este tipo de traumatismo se ha atribuido a múltiples causas, pero su verdadera etiología se desconoce; las consecuencias serían el desgaste y por tanto el acortamiento del pitón, lo cual daría lugar a la existencia de pitones romos, en teoría, de forma natural. En los momentos actuales el tema es muy controvertido ya que a ello se ha atribuido el fallo de los estudios biométricos dentro del dictamen del "afeitado".

Como hemos dicho, la verdadera etiología se desconoce; sin embargo, sabemos que en la membrana queratógena del casco asientan una serie de procesos patológicos de tipo no infeccioso que dan lugar a la producción de dermitis como en el caso de la acidosis de los rumiantes. Ello induce a pensar que las alteraciones de tipo metabólico o nutricional pueden reflejarse también en la membrana queratógena del asta dando lugar a alteraciones de la misma con inflamación y prurito, lo cual daría lugar al tipo de traumatismo que nos ocupa. El animal, en un intento de mitigar el malestar, daría los citados golpes, lo mismo que los équidos golpean el casco contra el suelo en las pododermitis.

Desde hace medio siglo se sabe que la alteración primitiva en las pododermitis sería la exudación de suero, producida por reabsorción de histamina del tracto gastrointestinal. Recientemente mediante cultivos de tejidos se intenta profundizar en la patología del asta en nuestra res de lidia.

Si bien en el caso de los traumatismos violentos ya citados estarían relacionados con la mayor o menor fragilidad del asta, en este caso estaría más relacionados con la dureza, capacidad para ser rayada o limada con más o menos facilidad; sabemos que en la escala de Mohr, se inicia con el talco y se termina con el diamante.

En un examen riguroso del asta no deben desecharse totalmente estas circunstancias, ya que pueden dar lugar a modificaciones del tejido córneo como pérdida de brillo, alteración superficial del paralelismo de los tubos córneos, etc. No existen datos fidedignos sobre la dureza de la sustancia córnea y más concretamente del pitón del asta de la res de lidia.

DUREZA DEL PITON

Los primeros datos experimentales sobre la dureza del pitón fueron publicados en el año 1989. Se vio que con 243.000 cornadas dadas sobre arena o grava, el desgaste del pitón fue de 1-1,5 mm, lo cual no equivaldría a neutralizar el crecimiento normal del asta. Admitiendo que estos datos solo son iniciales y que necesitan más estudios, lo que si parece cierto es que, por el desgaste natural de rozarse los animales contra el suelo pueda modificarse la biometría del asta a menos que exista un proceso concomitante que altere la dureza de la substancia córnea.

3.- Afeitado. Es un adjetivo derivado del verbo afeitar cuya definición es perfectamente conocida. En el lenguaje taurino se conoce con dicho nombre al despuntado o acortamiento artificial del pitón por la mano del hombre, disminuyendo la longitud de las defensas para mermar el riesgo de las cornadas. Podemos incluirlo perfectamente dentro del capítulo de traumatismos. Incluso algunos veterinarios lo denominan amputación traumática del asta. El hecho presupone una intencionalidad punible, es un fraude a la fiesta y al espectador. Con ello se logran animales más cornicortos y de armaduras más fáciles y cómodas para el torero. Se pretende con ello evitar quedarse colgado del asta que es la principal causa del desgarro de los tejidos en las cornadas. Se tiende a quitar preferentemente la dirección del "gancho" hacia arriba de los pitones, "las perchas" del lenguaje taurino coloquial.

Desde la primera constancia en la literatura de dicho fraude, hasta la actualidad ha sido siempre motivo de controversia; lo mismo ha sucedido y sucede con las técnicas de su dictamen. Dicho dictamen ha de basarse, en una normalización de las técnicas que sea aceptada por todos los implicados en el desarrollo del espectáculo, ganaderos, empresarios, veterinarios, presidentes, etc.

Después de las palabras precedentes modestamente pensamos que los parámetros a tener en cuenta serían: edad, longitud del asta, crecimiento por mes, biometría, área de la superficie del corte sagital del pitón y volumen del mismo, siempre visto sobre el prisma del crecimiento continuo del tejido córneo.

Sres. Académicos muy agradecidos por su atención.

He dicho.

4 comentarios:

tino dijo...

¿cuantos centímetros se restan desde la punta hasta que aparece la parte orgánica y la sangre como en la foto del toro afeitado de esta pagina?

Anónimo dijo...

Tino depende del encaste, cada encaste tiene una longitud determinada de macizo ( desde la punta del piton hasta el soporte oseo o clavija)aproximadamente 15-20 cms.
El toro de la foto fue con el que se presento en Mexico el hijo del Capea en este caso no es que estuviera afeitado , estaba asesinado.

Yuntero dijo...

Con la publicación de tan interesante conferencia, quedan meridianamente expresadas las bases para el conocimiento de las distintas patologias y traumatismos a padecer por las astas en el toro de lidia. Aprecio que esta exposición es anterior a la implantación de las modernas fundas. Es por ello, que quisiera, por quién correspondiese y sienta estas mismas inquietudes, supongo a algún titulado veterinario, me ampliera en que forma las consecuencias de las modernas fundas entrarían dentro de esas patologías o mejor encajarlas como traumatismos ocasionados por la mano del hombre con intención de defraudar y por lo tanto entrar legalmente encajadas y de lleno en ese traumatismo que se llama "afeitado".
De cualquier forma, yo como aficionado, no necesito ni una sentencia ni un dictamen para percibir cuando los pitones han sido manipulados, aunque no siempre lo sean de forma fraudulenta.
Gracias de antemano, rogándoles disculpen mi posible impertinencia.
Yuntero.

Administrador dijo...

Amigo Yuntero en la entrada del 24 de Diciembre de 2009 tiene un excelente articulo LAS FUNDAS DE LOS CUERNOS VISTO POR UN PROFESIONAL VETERINARIO
Gracias por seguirnos.