SAN ISIDRO. "POR FIN" PÁNICO EN EL RUEDO. TOROS PARA HOMBRES

HACE HISTORIA

Por Agustín Hervás

Onda Cero Radio

La novillada de hoy en las Ventas va a hacer historia. "En jamás de los jamases" habían echado al corral dos novillos por jindama de los novilleros. En los pueblos si. En los pueblos y algunas capitales de provincia dónde antes se placeaba la torería se acostumbraba a pasar ese quinario. 

El antes era en el otro toreo. En el de ahora, el toreo moderno, no. Ya saben que ahora se torea como se es, y ahora se es como más dulce todo. Pero llegaron los novillos de Moreno Silva a poner a cada uno en su sitio. Al menos eso era lo que se decía antes. Que el toro ponía a cada uno en su sitio. 

Pues bien, los Moreno, han puesto en su sitio a tres. A uno de Badajoz, que parecía un vivales. ¡Ya ven lo de las apariencias! A otro de Granada, que parecía un aguatado. Y al tercero de Leganés que parecía verderón. 

En realidad la novillada de Moreno Silva sin ser brava, se ha dejado en su mitad y algo más, el resto fueron novillos para los Jesuitas. No es que yo tenga nada en contra de esta congregación, no, es que quiero recordarles que fueron ellos los que llevaron a América en los tiempos gloriosos, este encaste con el único propósito de echarlos en las haciendas para servir de protección. Imagínense al cuarto y al quinto novillo de hoy, atacando a los indígenas y maleantes que pretendían hacerle daño a las propiedades de los seguidores de Nacho de Loyola.

Advierto a los enemigos del encaste. Taurinos, taurinitos y mamamelones del toro bobo, que Madrid tiene derecho a ver variados encastes y derecho a tener en su ruedo a verdaderos profesionales o a torería, léase novilleros, que quieran revalidar. Pero Madrid no tiene derecho, digan lo que digan los políticos de la Comunidad, ni los empresarios, a ver al aprendiz en su ruedo.

Los aprendices deben torear en Leganés, en La Calahorra, o en Barcarrota. 

Los aficionados, en contra del decir de los taurinitos, que después de esta novillada lo dirán, no debemos permitir que se pierdan estos encastes porque los toreritos no los quieran. Es más y pese a quien le pese, estos encastes como el de hoy de Saltillo, tienen dos cualidades, que el que triunfa con ellos se encumbra y que si salieran muchos como estos, barrerían a la mitad de los que hay en ambos escalafones. Matadores y novilleros.

Se quedarían solo los que verdaderamente quisieran estar en esto.