http://www.sevillatoro.com
La Feria de Córdoba ha finalizado y deja algunas lecturas de interés. El conjunto del ciclo se ha salvado por las dos faenas de José Luis Moreno, una en cada tarde de sus dos actuaciones. El ganado ha dado un juego mediano con la nota alta de Torrestrella.
La autoridad es de una clamorosa incompetencia en Córdoba, casi igual que en todas las plazas de Andalucía. El público ha perdido conocimientos de la materia taurina. Se han vivido en Los Califas pasajes que eran propios de plazas de pueblo, especialmente en la corrida del sábado.
Moreno ha dado un fuerte aldabonazo sobre su calidad como torero. Debe salir de los carteles de reses duras porque es un toreo de calidad suprema. Y debe torear mucho más, porque se lo está ganado en los ruedos. Pienso que este año no le hurtarán el Trofeo Manolete. Me gustó más la faena al sobrero de Torrestrella del sábado, porque realizó un toreo reunido, lento, lleno de cadencia y armonía, pleno de buen gusto; una faena de arte grande. Ha tenido algunos defectos, como la forma de plantear alguna faena en la corrida del mano a mano o esos fallos con la espada después de cuajar tan rotundamente un toro.
Del resto de toreros, poco hay que contar. Cortaron dos orejas César Jiménez, Matías Tejela, El Fandi y Enrique Ponce. Sus labores no fueron para los trofeos alcanzados. Finito está sin sitio porque ha perdido el valor. Se impone una reflexión. Si no fue capaz de torear al segundo de su lote en la corrida del mano a mano, pocos toreará este año. Dicho todo ello con el respeto que merece un torero tan bueno. Perera cortó una oreja barata. Talavante, Castella, El Cordobés y Juan Bautista, muy discretos. Julio Benítez, sin ninguna capacidad.
Aparte la buena corrida de Torrestrella, con un buen sobrero el sábado, algunos de La Palmosilla destacaron por su casta y nobleza. Malos los de Las Ramblas; más malos los de Parladé y alguno noble sin fondo de Juan Pedro, de los que el mejor fue el tercero. El ganado estuvo al límite en cuanto a presentación, lo que es competencia de la autoridad.
El público no asistió a la plaza como se podría esperar. La empresa ha hecho un esfuerzo con Córdoba 5000, pero las entradas han sido medianas. Se ha notado mucho la caída de José Tomás.
En Córdoba hay una notable carencia de afición. Y los que van a la plaza tampoco están muy preparados. Es una labor compleja que recae en la empresa, la autoridad y la prensa. Se piden orejas por labores de mínimo fuste.
Los presidentes no tienen – por otra parte con lógica – el aguante para oponerse a la concesión de esos trofeos. A estos presidente cordobeses no se le pueden pedir heroicidades, pero sí se les puede pedir que dejen el sitio a gente nueva con ganas de comenzar de nuevo.
Si hay que aguantar una bronca ante una petición absurda, se aguanta, a la tercera ya sabrán los asistentes el nivel que debe tener la plaza para pedir orejas. Es una labor que también compete a la prensa, que debe apoyar la recuperación de la categoría del coso a niveles de primera. Algunos momentos de la corrida del sábado, con la gente pidiendo música a voces sin causa justificada, hay que erradicarlos. En este sentido, la banda estuvo muy bien, no se puede tocar cuando un torero está dando mantazos. Pero esos gestos deben tener el respaldo de los verdaderos entendidos y de la prensa.
Córdoba necesita muchas cosas. Es plaza de primera. Este año ha dado un paso atrás más en esta consideración.
Hay que trabajar para que vuelva por sus fueros, sobre todo ahora que tiene un nuevo torero para ilusión: José Luis Moreno.
2 comentarios:
Las empresas presionan a la autoridad en la rigurosidad de conceder trofeos con la consigna de que la gente salga contenta,pero esto a la larga funde el espectáculo.El ejemplo de Madrid es el que se debe de seguir,pocas orejas y plaza llena.Como decía Navalón,una oreja es para una grandísima faena,y dos son para un acontecimiento,y esto último se da en contadas ocasiones.
Magnifica visión de la realidad de la Feria de Córdoba 2010, es verdad que hay una cierta decadencia en general a la hora de que el público valore las faenas y esto no es solo en Córdoba esto es casi general, como también es general la decadencia en la bravura del Toro de Lidia, ya que buscando la nobleza y los 100 pases
sala cada vez más "con honrosas acepciones" el toro tonto, manso y sin un encaste bravo que merezca la pena.
En José Luis Moreno hemos visto está feria no solo las mejores faenas sino una lección magistral del buen toreo.
Publicar un comentario