¿FRAUDE EN EL LIBRO GENEALOGIO DE LA RAZA DE LIDIA?

Martín Peñato denuncia «fraude» en el Libro Genealógico de la Raza de Lidia

El ex presidente de la Asociación de Ganaderías de Lidia y actual director-gerente de la Mesa del Toro asegura que existen «gravísimas anomalías como falsificación de documentos»

ROSARIO PÉREZ / MADRID

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MURIEL FEINER

Eduardo Martín Peñato

«He constatado que en la Asociación de Ganaderías de Lidia hay gravísimas irregularidades tipificadas de delito». Son palabras del ya ex presidente de dicha agrupación, Eduardo Martín Peñato, que convocó a la prensa para «limpiar» su imagen y destapar sus «verdades» (con documentos), después de ser destituido de forma abrumadora el pasado miércoles. Martín Peñato, actual director-gerente de la Mesa del Toro, denunció «importantes fraudes» en la Asociación de Ganaderías de Lidia, subrayando sobremanera que no son extrapolables al resto de uniones de criadores de bravo.

Por si no andaba ya el río taurino revuelto, escándalo mayúsculo según su testimonio: «He detectado falsificación de documentos en el tomo de la Asociación del Libro Genealógico de la Raza de Lidia, firmados por su secretario técnico, Adolfo Rodríguez Montesinos. Y esto es gravísimo: el libro Genealógico es nuestro instrumento para demostrar que el animal es puro de lidia».

El ganadero, que comunicó lo hallado al Ministerio de Medio Ambiente y al Colegio de Veterinarios, enseñó a la prensa documentos: «Estos son certificados en blanco con la firma del secretario técnico. Con ello se puede hasta certificar que son vacas en lugar de moruchas.... Los hay tanto de hembras, incluso como si estuviesen aprobadas ya en la tienta como de machos».

La investigación de año y medio de Martín Peñato en el caso fue más allá: «Me encontré con que en el libro de registro (donde aparecen los nacimientos de las reses) se dejaban en cada hoja espacios en blanco... Es un fraude premeditado, muy bien trabajado y estudiado. Con tal panorama, aquí podía hacer una ganadería cualquiera».

Además de poner el asunto en manos de la Administración, Martín Peñato contó que se vio obligado a suspender en funciones al secretario general y al secretario técnico del Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia: José Ignacio García Montero-Ríos y Adolfo Rodríguez Montesinos, respectivamente.

Otras anomalías

El criador de bravo no ocultó otras «anomalías» para «defender mi dignidad y ni nombre»: «nóminas con pagas extras abultadas, firmas falsas con pericia tipográfica, cursos con las cuentas sin cuadrar y desviaciones superiores como en el de extracción de semen, curiosamente con el actual presidente como profesor; elecciones en las que los deudores (sin opción al voto) votaban, casualmente uno de ellos era el tesorero Gregorio Quintas, que para más inri y, siendo deudor, se presenta y sale vicepresidente...»

Elecciones

Además de «descubrir los fraudes en actas, libro genealógico, certificado de nacimiento, herraderos y economía de la Asociación», sus propuestas para el presupuesto 2011 no comulgaron con la de la mayoría de ganaderos, «por lo que yo sabía que estaba "muerto" como presidente y que no me votarían». «Claro —dijo— que luego me enteré de que habían tenido un taxi recogiendo votos por toda España...» Eduardo Martín Peñato presentó así su política presupuestaria: «Fijé la necesidad de que en tiempos de crisis, debíamos trabajar bajo tres condicionantes». 

Y los enumeró: «Equilibrio entre gastos e ingresos, con el mantenimiento de las cuotas a los ganaderos (180 euros anuales más 8 euros por res, en términos generales), pues con una crisis tan profunda no puede exigírseles una subida, y protección del personal adscrito a la Asociación desde el principio».  

Según el ganadero, que no tolera que «dejen entrever que he despilfarrado», obtuvo una respuesta «negativa por los componentes de la Junta directiva, que querían subir las cuotas».

Su cargo en la Mesa del Toro

Sabedor de que este entramado puede repercutir en su puesto como director-gerente de la Mesa del Toro, manifestó: «Asumo mi parte de culpa por no haber tenido más pericia para descubrirlo antes, pero necesitaba pruebas. No me hubiese gustado hacerlo público de este modo, pero no podía consentir que mancharan mi nombre. Queda claro que no me iba a callar, porque si lo hubiese encubierto me hubiese convertido en uno más. Y mi dignidad está por encima de ello. Soy director gerente de la Mesa, pero no tengo cargo político, y será la Asamblea la que decida, aunque confío en que esto no influya, pues lo que estoy haciendo es hacer público este fraude, que repito sólo afecta a mi Asociación y no al resto».

Banco de Germoplasma de encastes en peligro

Para «rematar» la faena apuntó algo más relacionado con el Banco de Germoplasma de encastes en peligro. «¿De qué ganadería se hicieron las extracciones de semen y óvulos? ¿De ganaderías con la historia de Joaquín Buendía, Felipe Bartolomé o Hernández Pla? —Preguntó con ironía—. No, señores, de la de Adolfo Rodríguez Montesinos, que al parecer debe de ser la de más categoría de Santa Coloma...»