COLOMBIA Y QUÉ VERGÜENZA PARA TODOS VOSOTROS.......... TOREROS
Mientras los novilleros colombianos se juegan
la vida dentro y ahora fuera de la plaza para defender el espectáculo, en
España nadie ha hecho na-da de na-da para que vuelvan los toros a Cataluña ni
para que abran la plaza donostiarra de Illumbe. Nadie de los toreros y taurinos
salvo el crítico Luis María Gibert, fallecido en la causa.
En el Parlamento, los
socialistas dijeron mentiras de esperanza y después traicionaron al toreo a la
hora de la verdad. Una puñalá más. Partido vitriólico y dañino donde los haya.
Me río cuando dicen que hace falta este partido para consolidar la convivencia
y la democracia en España.
¡Qué vergüenza para todos
vosotros, toreros, los de arriba, de de la mitad de la tabla y los de abajo!.
¿No se os cae la cara después de ver lo de Colombia? ¿Habéis sentido dolor en
el alma tras lo que han sido capaces de hacer unos novilleros colombianos?
Todos tan contentos viendo como
se iba Cataluña (eso sí parlamentariamente), cómo birlaron la Semana Grande de
San Sebastián sin que dijérais ni pío. Y cómo se está yendo La Coruña, y otras
cuantas más que se fueron en silencio, sin que nadie las defendiera. Y lo que
te rondaré morena.
JT, el fantasma de la
tauromaquia, que aparece un día y se esconde 300, que dicen tenía tanta fuerza
en Barcelona (para llevárselo, desde luego) y no movió un dedo, digo : un
labio, para intentar frenar la prohibición. El día de la votación dejó solo y
llorando al catalán Serafín Marín. Él, torero mimado por Barcelona, y que
correspondió con el hielo del silencio y de la indiferencia.
Él y todos los demás: Ponce,
Morante, El Juli, Perera, Talavante, Manzanares, Castella, Padilla, El Fandi,
Fandiño, Ferrera, El Cid y un largo etc . Ninguno. Nadie ha hecho na-da de
na-da (que sirva). Las declaraciones de Julián López sobre la vida, la libertad
y la justicia, bonitas pero ineficaces. Las “lecciones” de torear (menos en
Xixón, por la pérfida) es oropel ligeramente positivo. Los cuentos de cada día,
agua que corre por el río. Por sus frutos los conoceréis. No os fiéis de las
palabras, sino de sus hechos, una de las normas que sigo más y que intento
inculcar a los míos. Palabras no. Hechos sí.
En el Parlamento, los socialistas
dijeron mentiras de esperanza y después traicionaron al toreo a la hora de la
verdad. Una puñalá más. Partido vitriólico y dañino donde los haya. Me río
cuando dicen que hace falta este partido para consolidar la convivencia y la
democracia en España. Un partido de izquierda, de dura y leal oposición,
honrado y velando por el bien común, sí, desde luego, ¿pero éste?. Igual que
los otros, los peperos, que al menos nos sacan de los eriales económicos que
les dejan cada vez que gobiernan. Pero si desaparecieran los dos por algo
mejor, miel sobre hojuelas. Son los culpables de que tengamos el miedo en el
cuerpo con “Podemos”, que entre otras muchas barbaridades pone en su programa
prohibir los toros.
Y es que la vieja Europa, vieja
¿y qué más?, no se defiende, ha perdido sus valores, no sabe preservar su
cultura o le da igual, y caen los toros, las costumbres, la cultura, las
creencias…mientras la invaden el islam y todo el que quiere y tiene fuerza de
convicción.
Llegan a España amigos míos que
vienen de vacaciones y se asombran del destape de nuestras jovencitas, que
enseñan por la calle más carne de la que podían ver muchos por primera vez hace
unos cuantos años en la noche de bodas. (En eso llevan la delantera y
aprovechan el tiempo antes).
El caso es que se perdió
Barcelona y San Sebastián ante la indiferencia general. Parlamento
-¿democrático?- en Cataluña y alcalde dictador en Donostia (como en la Santa
María de Bogotá) y unos reaccionan callándose como muertos y los otros, en la
capital colombiana, se ponen en huelga de hambre, se juegan la vida también
fuera de los ruedos y, de momento, ganan. De momento porque hay que ver
cumplida la sentencia. Al exterrorista Petro y actual dictador lo echaron de la
alcaldía pero volvió con no sé qué artimañas legales. Por eso, los novilleros
seguirán en huelga hasta que la plaza esté abierta, no vaya a ser que se
cumplan las sentencias allí como en España.
Es una pena haber llegado a la
situación española por la desidia, cobardía y rutina de la clase torera. De los
matadores de toros, ni uno. De los rejoneadores, tampoco ni uno se rebeló. Y de
los novilleros todos siguieron por la ruta del amén. Y ahí siguen todos. Sin
una protesta, ni una manifestación formal ni, muchos menos, huelgas de hambre.
Los ganaderos están viendo pasar
la prohibición de la plaza de la Merced y el entierro de Illumbe sin mover una pestaña.
Y a los empresarios no les pidamos un gesto de defender su negocio. Ellos están
para rapiñar hasta el último momento. Los grandes empresarios –les viene ancho
lo de grandes- son las grandes monarquías hereditarias. Les cayeron del cielo
los negocios y la plazas.
Benditos sean, pues, los
novilleros colombianos que, salvo en Parla, nadie les ha ofrecido un pitón
en España cuando ya tenían que estar forrados de ofrecimientos. Les dará
también vergüenza reconocer que no se atreven a defender lo suyo en la antes
llamada Madre Patria. Qué poca tenéis todos vosotros, toreros y taurinos
españoles.
Tampoco los tribunales se dan
prisa. Pasan y se atrasan.
Sólo nos queda el crítico Luis
María Gibert, fallecido en la causa.
1 comentario:
El nuevo salvapatrias del PSOE dice que "No lo veran en una corrida de toros" Y habra aficionados que hasta lo voten.Asi nos va http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/04/actualidad/1409854277_406845.html
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