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lunes, 26 de octubre de 2015

Las 10 asignaturas que debes conocer para aprobar la FP de Tauromaquia





 Entrenamiento en la escuela taurina de Jaén. EL MUNDO

 El título que presentará el Ministerio de Educación a las CCAA enseña a inseminar, a hacer verónicas o a matar 'con eficacia y pureza'
Son dos cursos escolares completos con reglamentación taurina y nociones de Matemáticas, Lengua e Inglés para alumnos de entre 15 y 17 años que les vaya mal con la ESO
Actualizado 19/10/2015
¿Tienes entre 15 y 17 años, te va mal en la ESO y siempre has soñado con ser banderillero? El Ministerio de Educación te da la solución. Esta semana presentará a las comunidades autónomas el borrador del anteproyecto de decreto que crea un nuevo título de FP Básica en Tauromaquia y Actividades Auxiliares Ganaderas.
Son 2.000 horas de formación -es decir, dos cursos escolares completos- para aprender a ser todo un alevín del toreo. Según el texto, al que ha tenido acceso EL MUNDO, el título habilita para trabajar de «matador de novillo sin picadores», «banderillero de novillos», «picador de novillos», «peón agropecuario» o «pastor».
Y enseña, entre otras cosas, a limpiar y conservar el traje de luces, hacer verónicas o preparar a los animales para su reproducción. Hay, también, conocimientos generales de Matemáticas, Biología, Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura o Lengua Inglesa.
¿Y todas estas asignaturas por qué? Pues porque, como señala el Ministerio en el borrador -que ha sido redactado a propuesta de la Comisión Nacional de Tauromaquia-, entre los objetivos que debe conseguir el alumno está «desarrollar la iniciativa, la creatividad y el espíritu de emprendedor», tener «espíritu crítico», aplicar «principios democráticos» y mejorar la competencia en «lengua extranjera».
¿Cuáles son las asignaturas?
El título se reparte en 12 módulos que engloban, en total 10 asignaturas. Una de ellas es una práctica en la que hay que aplicar todo lo aprendido. El alumno entra en faena con una materia que se llama «Lidia y Liturgia Taurina», que le habla del rito de entrada en la plaza, el paseíllo y la disposición de los alguaciles, los espadas, los monosabios...
Esta asignatura, de 55 horas de duración, cuenta los orígenes históricos del toreo y todas las claves para identificar a los componentes de la cuadrilla, reconocer la bravura del toro de lidia, saber cómo se llaman los distintos hierros y poder nombrar las partes que componen el traje de los toreros.
Las suertes del toreo I y II
Las clases continúan con «Las suertes del toreo I» y «Las suertes del toreo II», de 100 y 90 horas respectivamente.
En el desarrollo curricular de estas asignaturas se dice que hay que aprender a «seleccionar, limpiar y conservar los trastos para torear». Más concretamente, a saber lo que es un capote y cómo se dobla, conservar bien la espada y limpiar con eficacia el descabello.
Además, hay que aprender a hacer verónicas, embestir con pitones, practicar con carretones... Un área de estudio es la «aplicabilidad del axioma en la suerte fundamental de la verónica». Y otro: «La pureza como base del toreo de muleta».
Si hay que matar al animal, debe hacerse «teniendo en cuenta sus características» y ejecutando esta tarea «con eficacia y pureza».
Aquí aparecen las primeras lecciones de «anatomía humana» y primeros auxilios y el estudiante debe mantener «una condición física y psicológica suficiente para la práctica del toreo realizando actividades de acondicionamiento físico y psicológico y valorando la importancia de una buena alimentación en el cuidado integral del cuerpo».
Los exámenes, en este sentido, evalúan si el alumno «ha procedido a la realización de rutinas específicas de calentamiento», «ejercicios conducentes a la mejora de la resistencia», «la velocidad» y «la flexibilidad en las principales articulaciones», «la elasticidad», «la coordinación y reflejos», «la fuerza»...
Reglamentación y derecho taurino
Esta asignatura de 30 horas está destinada a «relacionar la regulación vigente de los espectáculos taurinos con los requisitos para la preparación, organización y normal desarrollo de la fiesta de los toros, identificando el papel de los profesionales que intervienen, las características de las reses de lidia y las medidas de prevención de infracciones y sanciones».
El alumno tiene que «valorar el carácter cultural, histórico y tradicional de la Tauromaquia como parte esencial del Patrimonio Histórico, Artístico,Cultural y Etnográfico de España».
¿Cómo aprobarla? Empollándose el Reglamento de Espectáculos Taurinos, el Registro General de Profesionales Taurinos, el Registro de Empresas Ganaderas de Reses de Lidia... Y enterándose de cómo son los contratos de trabajo que se hacen, los principios básicos sobre fiscalidad y tributación, las nociones elementales de contabilidad y la prevención de riesgos laborales.
Inseminar
La asignatura de «Operaciones auxiliares de cría y alimentación de ganado», de 120 horas, dedica una parte importante de su temario a «preparar a los reproductores para la cubrición, por monta natural o inseminación artificial, para conseguir altos índices de gestación en relación a la especie».
Es decir, los estudiantes aprenden el oficio del mamporrero.
Aquí el currículo es detallado: «métodos de detección de celo», «cuidados básicos de los sementales», «preparación del macho para la monta y para la extracción de semen en el caso de los procesos de inseminación artificial»...
También se enseña al alumno todo lo relacionado con la gestación y el destete del ganado y la alimentación del mismo, así como la manera adecuada de «manejar el pastoreo».
Hay un capítulo sobre «el perro pastor. Manejo y cuidados».
Operaciones básicas
En «Operaciones básicas de manejo de la producción ganadera», hay 100 horas destinadas a enseñar a identificar a los animales y ejecutar de forma adecuada el marcaje, así como a «recoger la producción de la explotación ganadera» -en palabras, corrientes, a ordeñar las vacas-; «vigilar el estado de salud de los animales», y «cuidar a los animales enfermos».
En «Operaciones auxiliares de mantenimiento e higiene en instalaciones ganaderas», hay 55 horas más para aprender todo sobre el mantenimiento y el manejo de las instalaciones, la maquinaria y los equipos de la explotación ganadera. Hay que aprender a limpiar y desinfectar las instalaciones y, sobre todo, a tener «precauciones en la retirada de materia orgánica».
Ciencias y Letras
Hay Ciencias Aplicadas, de 180 horas. Son una síntesis de Matemáticas, Física y Química, Biología y Geología. Aquí se enseñan ecuaciones de primer y segundo grado. El alumno tiene que «describir la célula», «analizar los efectos positivos del uso de la energía nuclear», «haber investigado sobre la lluvia ácida» o «aplicar las leyes de Newton en situaciones de la vida cotidiana».
En Comunicación y Sociedad , de 240 horas, se estudia la Edad Antigua, los romanos o la colonización de América, las instituciones de la UE, la Declaración Universal de Derechos Humanos o «la tercera globalización». Hay que analizar textos orales, «participar en conversaciones de lengua inglesa». Es una mezcla de Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura, y Lengua Inglesa
Para terminar, hay una décima asignatura -«Formación en centros de trabajo»- en la que se pone en práctica todo lo aprendido.
¿Quiénes pueden apuntarse?
Se debe tener un mínimo de 15 años (cumplidos o cumplirlos durante el año en curso) y no superar los 17 años. Se tiene que haber cursado 3º de la ESO o, excepcionalmente, 2º de la ESO. Se accede por recomendación del equipo docente de la ESO, con el consentimiento de los tutores legales del alumno o del propio alumno si está emancipado.
El título tiene una cualificación de nivel 1 del Catálogo Nacional de las Cualificaciones Profesionales y permite el acceso a los Ciclos Formativos de Grado Medio, como también, la obtención del Graduado en ESO si se realiza la prueba final de evaluación de la ESO.
¿Dónde se imparten las clases?
En «aulas polivalentes» con conexión a internet, biblioteca básica sobre temas taurinos y vídeos de corridas y entrevistas con toreros; en «almacenes»; en «aulas de toreos»; en «ruedos», o en «alojamientos y espacios ganaderos».
¿Hay demanda laboral?
Dice el borrador, de 74 páginas, que «el sector agropecuario, uno de los más relevantes para la economía española, demanda, cada vez más, trabajadores cualificados capaces de renovarlo y modernizarlo tecnológicamente».
Pero no es, en realidad, la posibilidad de trabajar lo que ha motivado este proyecto, sino la necesidad de dar "unidad de acción" y "coherencia" a las decenas de escuelas de tauromaquia que existen en la actualidad y que ofrecen una enseñanza no reglada.
El decreto, en este sentido, permitiría que todas las escuelas dieran la misma formación, de manera unificada.
En el Ministerio de Educación insisten en que este borrador es simplemente una propuesta que se ofrece a las autonomías y que luego ellas, en el marco de sus competencias, deciden si ofertan o no el título. La consejera catalana, Irene Rigau, ya ha dicho que no lo va a ofertar en su territorio.



http://www.taurologia.com/imagenes/sp.gif
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http://www.taurologia.com/propuesta-tauromaquia-como-basica-repuesta-social-3854.htm
El ministerio de Educación tiene elaborado un anteproyecto de decreto por el que las enseñanzas acerca de la Tauromaquia pasarán a tener el rango de Formación Profesional básica. Se trata de un compromiso adquirido con el Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia (PENTAURO), que la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos --comandada por el subsecretario Fernando Benzo-- ha venido trabajando en los últimos meses. Como se trata de una materia que salva perfectamente el tantas veces conflicto asunto de las competencias autonómicas. El decreto no debería tener mayores problemas para ser aprobado, cuando además responde a una necesidad social --reclamada por el Sector-- y resulta coherente tanto con la Ley sobre la Tauromaquia como con la vigente sobre la Educación.
Despejemos un tema por lo demás sabido: quienes se muestran críticos con la decisión de promover una FP básica sobre la Tauromaquia son los mismos que se sitúan en frente de todo hecho taurino. Por tanto, que ahora pongan en solfa esta iniciativa ni es nada nuevo, ni puede sorprender. Todos son muy respetables, pero deben reconocer que son los que son. Ni uno más. Por tanto, no debieran impedir que la propuesta, en sí misma muy interesante, siga adelante. Y más cuando nada impide que, como ya ha anunciado la consejera de Educación de Cataluña, una Comunidad autónoma no la ponga en práctica; esto es: no se conculca ninguna competencia de nadie, pero se facilita que otros la desarrollen.
Pero sentado la anterior, para que no se pierda el norte porque tal o cual diga esto o aquello  --en no pocas ocasiones con un escaso conocimiento de causa--, la iniciativa del ministerio de Educación cumple todos los requisitos normativos precisos; en este caso, la regulación sobre la FP básica. Pero, además, responde a la vez a un compromiso y a una necesidad: el compromiso adquirido en el PENTAURO y la necesidad de atender un área de formación.
No vamos a remontarnos aquí a Fernando VI y el conde de la Estrella, cuando dieron a la luz el Real Colegio de Tauromaquia de Sevilla en 1830.  Más en nuestros días, ya en 1983, cuando se constituyó la Federación de Escuelas Taurinas, en el punto 6º de sus Estatutos se reclamaba que a los aspirantes a toreros se les dotara de “la formación humana y cultural de los aspirantes a toreros, de forma que puedan desarrollar una actividad útil a la sociedad”.
Unos años después, en septiembre de 2010, la Confederación Mundial de Escuelas Taurinas, reunida en Albacete, reclamaba de los poderes públicos que las actividades docentes de las Escuelas tuvieran el rango de Formación Profesional. Un compromiso que en nuestros días hizo suyo la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos, cuando en el PENTAURO aprobó dotar de los debidos reconocimientos académicos la formación profesional que se imparte en las Escuelas.
Con la vigente Ley sobre la Educación, este paso queda legitimado en nuestro ordenamiento, dentro del capítulo de la FP básica,  de forma que ya es posible dar cuerpo y consistencia a todo eso que desordenadamente  había ido sobreviviendo, por cierto con la eficacia de garantizar la continuidad en la generación de nuestros toreros.  Pero cuando se acomete la construcción de la Fiesta para el siglo XXI para nadie hubo dudas de la conveniencia de incorporar al texto la cuestión de las Escuelas Taurinas.
Hasta ahora, las actividades que desarrollan las Escuelas Taurinas se basan en una preparación física adecuada, un intenso aprendizaje del toreo de salón, el curso teórico sobre los principios básicos del toreo, la asistencia a los tentaderos o clases prácticas y las actuaciones en festejos de promoción. Pero además, y esto es importante de subrayar, las Escuelas se responsabilizan de realizar un seguimiento de los compromisos académicas o laborales de sus alumnos, que son imprescindibles para ser admitidos.
Una respuesta social
Resulta de toda evidencia que estamos ante una actividad, la taurina, que es --como dice el anteproyecto de decreto en preparación--  legal y reconocida como patrimonio cultural  y como tal “es una manifestación artística, desvinculada de ideologías, que forma parte de la cultura tradicional y popular”, que la Ley reconoce “parte esencial del patrimonio histórico, artístico, cultural y etnográfico de España”.
Pero sobre su legalidad, hay que sumar un factor no menos importante: es necesaria como área de formación. Pero llegados a este punto, conviene ir por partes. Y así, un primer dato a tener en cuenta es el hecho de que se incluya en la denominada “FP básica”, esto es: que para acceder a ella no se requiere tener aprobada la ESO. Dada la enorme diversidad social que caracteriza a los jóvenes que se inscriben en las Escuelas Taurinas, constituye todo un logro, en la medida que les permitirá completar ese ciclo formativo que no concluyeron con la ESO. Podría decirse que se está dando respuesta de esa forma al deseo de dar un paso más en “la formación humana y cultural” de los aspirantes.
A este respecto, el anteproyecto de decreto ya hace una previsión importantísima: junto a las enseñanzas propias de la Tauromaquia se incluyen 180 horas lectivas sobre asignaturas como Matemáticas, Biología, Ciencias Sociales, Lengua Castellana y Literatura o Lengua Inglesa, a impartir coordinadamente con el centro educativo que se decida en cada caso.
Semejante previsión viene a cubrir una laguna real. Cuántas ocasiones se ha oído contar a figuras del toreo como ellos dedicaron toda su juventud –habitualmente apostillaban: “la única que se tiene en la vida”!-- al mundo del toreo. Quienes alcanzaron la gloria, lo dieron por bien dedicado. Pero hubo otros muchos que luego no llegaron al éxito, o que ni siquiera continuaron por ese camino taurino. A unos y otros le viene muy bien que, sea cual sea su resultado en la profesión, la juventud no se le escape entre las manos a efectos formativos y académicos, que les permita en su caso abrirse camino en la vida laboral.
Nada diferente, por lo demás, de lo que ocurre en algunas disciplinas deportivas, donde los clubs promotores buscan compaginar y desarrollar la formación deportiva con la académica y humana de sus alumnos.
Una respuesta coherente
Según la definición que sobre la Tauromaquia hace la vigente  Ley 18/2013 –consecuencia final de la ILP--, en ella se incluyen tanto los aspectos relativos al toreo como a la crianza del toro de lidia, entre otras materias. En coherencia con esta definición, el decreto que ahora se prepara incluye un capítulo específico bajo el título ”Actividades Auxiliares Ganaderas”.
Se trata de formar profesionales en esta área, tanto importante, que en la actualidad no contaba con unos estudios específicos, siendo como son materias que tienen una incidencia importante en la crianza y el manejo del ganado bravo.

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