CAMBIAR Y EVOLUCIONAR
Demetrio Pérez Carretero Director General de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Junta de Andalucía manifestaba recientemente, en un medio escrito de Sevilla su deseo de abrir el debate para cambiar el Reglamento andaluz porque el papel de la Administración «no es ser protagonista pero sí un dinamizador permanente de la Fiesta Taurina». La Fiesta es un fenómeno económico, medioambiental y cultural y Andalucía tiene que renovarse modernizando la Norma.
Y decía estar muy centrado
en mejorar el trato al toro de lidia desde
el campo hasta la plaza, y en la liturgia ajustando mejor los tercios.
Queremos abrir un debate decía, en torno a cuestiones como si tienen sentido las banderillas negras, que la duración del festejo sea menor, si es necesario que salgan dos caballos de picar, si hay que cambiar la puya o incluso si hay que dar orejas o sustituirlas por otro premio, además de regular el toreo a caballo.
Queremos abrir un debate decía, en torno a cuestiones como si tienen sentido las banderillas negras, que la duración del festejo sea menor, si es necesario que salgan dos caballos de picar, si hay que cambiar la puya o incluso si hay que dar orejas o sustituirlas por otro premio, además de regular el toreo a caballo.
También se refería a la puntilla y al descabello. Según el, la
puntilla genera una tensión
innecesaria y habría que cambiar porque la tradición ha ido renovándose y
evolucionando. Y además afirmaba que hay
un sistema más moderno que hace que el toro sufra menos.
También era partidario
de mejorar la formación de los presidentes y los veterinarios para alcanzar
criterios comunes. Todo ello pensando en que los cambios del reglamento deben
ser fruto de un debate de todos mirando hacia el futuro, buscando la modernización
y la viabilidad de la Tauromaquia.
Antecedentes
El actual Reglamento
taurino vigente en Andalucía se publicó en 2006, años después que el cordobés
José Antonio Soriano, responsable de juegos y espectáculos de la Junta de
Andalucía, recibiera el marrón de manos del Parlamento Andaluz, en un momento en
que los parlamentarios instigados por el andalucista malagueño, Ildefonso del
Olmo se les ocurriera, meterle mano a un sector de la vida pública española donde aún los políticos no habían trabajado
lo suficiente como era “el mundo del toro”.
Ya entonces fue difícil
poner de acuerdo a estamentos con intereses tan dispares a pesar de la
paciencia y del extraordinario talante negociador de Jose Antonio. Se hablaba entonces
de un razonable consenso. Por un lado los empresarios no estaban de acuerdo con
que hubiera una fianza y un registro de empresarios, aunque pareciera una medida lógica de control y
transparencia en un país democrático, que evitara el intrusismo, el engaño y la
piratería, sobre todo en ayuntamientos modestos que por poner los festejos de
las ferias en manos de rateros habían sufrido un sofocón en sus arcas. Y que aún
siguen sin estar de acuerdo con estas medidas de responsabilidad.
Los toreros ni estaban entonces
y aún siguen sin estar de acuerdo con que ellos, no tengan la libertad absoluta
de la dirección de la lidia, de toda la lidia. Y los aficionados puristas o no
puristas, siguen sin estar de acuerdo con que se pueda lidiar un toro cuando
haya sospechas de manipulación, ya saben ustedes aquello de “lidiar bajo la
responsabilidad del ganadero”. Porque sin duda y como ha quedado demostrado
pasados 10 años de su implantación, no ha resuelto absolutamente nada sobre la
integridad, ni sirve para combatir el fraude, ahora se manipula más que nunca y
sigue sin solución por falta de interés y de voluntad para llevarlo a cabo.
A modo de resumen estas
fueron algunas de las modificaciones más relevantes en el año 2006 y que en la
actualidad están en vigor:
·
Reducción del
peso del caballo de picar y del peto.
·
Reducción de la
puya
·
Mayor libertad de
decisión para el matador para el cambio de tercios.
·
Registro de
empresarios taurinos. En este apartado, a petición de los empresarios, se redujo
la fianza inicialmente prevista.
·
Mantener las
banderillas negras, que inicialmente en el borrador se habían suprimido.
·
Peso máximo para
novillos.
·
Señalamiento de
las reses en el campo por parte de los veterinarios, el reconocimiento oficial
sigue siendo en los corrales de la propia plaza de toros.
·
Informe del
veterinario solo vinculante, en temas sanitarios.
·
En el caso de
sospecha de manipulación se incluye la lidia “bajo responsabilidad del
ganadero” en un documento firmado por éste antes del sorteo
·
Obligación de
cortar dos orejas en un mismo toro para salir a hombros por la puerta grande.
·
Nueva regulación
del tiempo estimado para la suerte de matar y sus avisos.
·
Ampliación del
indulto a plazas de tercera categoría de Andalucía. Y no obligatoriedad de
disponer del material necesario para determinar el fraude del afeitado en estas
plazas.
El Cambio
Han pasado apenas diez años de su publicación, para
algunos pueden parecerle una eternidad y para otros muy poco tiempo, si nos
atenemos a aquello de que “al que no hace
nada no le pasa nada “.
Y casualidades
de la vida con Idelfonso del Olmo presidente de la plaza de toros de Málaga, la
Administración de Andalucía que no desea
«ser protagonista pero sí un dinamizador permanente de la Fiesta Taurina» de
nuevo abre el debate porque hay que renovarse, cambiar y modernizar la Norma.
En estos diez años la
sociedad en general ha evolucionado y la Fiesta no ha sido ajena a los cambios.
Algunos pensaran que para peor, posiblemente abocados por culpa de la mala
praxis de todos y la muy dudosa gestión a la que se ha visto sometida en los
últimos tiempos, y otros pensamos que estamos a tiempo de arreglarlo o iremos
abocados a una muerte anunciada, seguramente todos llevan la razón, hay que
evolucionar y cambiar pero hay que hacerlo bien.
Y esos cambios, si se
llega al consenso de que son necesarios, deben ser fruto de un debate mirando
hacia el futuro, buscando la mejora, la modernización y la viabilidad para evolucionar
y continuar pero sin perder la esencia de la Fiesta como manifestaba Demetrio Pérez.
La Fiesta en la
actualidad está demasiado politizada, dice el aficionado. ¿Y que no está
politizado en este país? Sin embargo la fiesta de los toros que fue creada por
el pueblo, es propiedad del pueblo, de la gente, no de ninguna clase de casta o
partido y tal vez habría que reflexionar para dotarla de un contexto civil muy
diferente y mucho más amplio, y olvidarse de la trascendencia de modas
animalistas, antis, verdes o morados, que no han sido nunca determinante en la
Fiesta de los toros, a no ser que se quieran utilizar como excusa para
“despistar”. Y esto se debería tener en cuenta en el debate.
Hay que hacer las cosas
bien no distintas y con mucho cuidado.
El Procedimiento Reglado
Sobre las Técnicas
analíticas y el procedimiento
Biológicas:
Habrá que estudiar la
adecuación de las técnicas analíticas del siglo pasado al siglo XXI, no me cabe
la menor duda. La sociedad en general ha evolucionado y “el Procedimiento Reglado” debe ser acorde
con las exigencias legales actuales. La
Orden de 7 de julio de 1997 por la que se determinan el procedimiento y el
material necesario para la toma de muestras biológicas de las reses de lidia y
los caballos de picar en los espectáculos taurinos está obsoleta y ni es la
adecuada, ni la más garantista de los derechos de todos los intervinientes.
Y hoy con la cantidad de
abogados expertos, todo debe estar perfectamente garantizado, protocolizado y
ser de fácil cumplimiento, para ello
se deberá dirimir entre otras razones, desde quienes deberán estar presenten en
el acto de tomarlas, hasta que técnicas analíticas son las más adecuadas según
qué caso, y la naturaleza de las sustancias que se pretenden investigar, no es
lo mismo buscar Clorhidrato de Xilacina (Rompun, Xilagesic) que Clorhidrato de
Ketamina mas Clorbutamol (Imalgene) o Tiletamina más Zolacepán (Zoletil). Ni
dexametasona (Resdex, Deyanil, Voren), Fenilbutazona, Meloxicam (Metacam), que
Indometacina, Diclofenaco, Ibuprofeno, Flunixin meglumina (Finadyne) o Carprofen
(Rimadyl), sustancias todas utilizadas o como tranquilizantes en el transporte
del toro desde al campo hasta la plaza,
o como analgésicos y antiinflamatorias para tratar las cojeras. Por tanto deberá
ser el laboratorio específico, homologado y designado el que defina las pautas
o protocolo en función de las
especificaciones técnicas que tenga establecidas para llevar a cabo la
analítica oportuna. Habrá que legislar al respecto
Cuernos:
Parece una incongruencia
en la evolución, que en la era digital, de la electrónica, y del 3D, todavía se sigan midiendo cuernos y que las
técnicas no hayan evolucionado. Las
Facultades de Veterinaria y en particular la de Córdoba algo tendrán que decir
en relación a explorar otras posibilidades que complementen o sustituyan a las
actuales.
Por todo ello tal vez se
deba dado la complejidad de estos dos asuntos consensuar:
1º.- Formación de un
equipo profesional distinto, a los
equipos de los reconocimientos para la aptitud para la lidia y que debería ser específico en relación al procedimiento
de toma de muestras, de cuernos, orina y sangre, porque ¿realmente todos los
veterinarios de las plazas, disponen de las habilidades, experiencia,
conocimientos actualizados, medios y preparación en esta materia tan especifica
cómo es el procedimiento legal actual de toma de muestras? ¿Y los presidentes
saben de lo que estamos hablando?
2º.- Definir cuantos equipos
de profesionales específicos son necesarios y que función deberán tener cada
uno para realizarlas, complementándose con los equipos de reconocimiento.
Sin duda habrá que debatirlo,
al igual que la responsabilidad del ganadero, del empresario, del torero,
medios, presupuesto, costes, laboratorios, custodia de las muestras, defectos
de forma, recursos para que las resoluciones no se alarguen en el tiempo, sanciones acordes
con la realidad, etc. Estará en juego la credibilidad de unos profesionales y
las garantías de un procedimiento reglado, donde hay que inculcar la garantía,
transparencia y los derechos de todos, empresarios, ganaderos, toreros y público.
Sobre la sustitución de la puntilla
Afirmaba el actual
Director General de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Junta de
Andalucía que hay un sistema más moderno
que hace que el toro sufra menos.
Seguramente se refería a
la puntilla, prohibida como método de aturdimiento por la Organización Mundial
de la Salud Animal desde el año 2006, y su sustitución por la pistola de perno
cautivo, una pistola que dispara un
cartucho de fogueo, empujando un pequeño perno metálico por el cañón, el perno
penetra en el cráneo del toro, produciendo una conmoción al lesionar el cerebro
e incrementar la presión intracraneal, causando un hematoma. ¿Y así el toro sufre
menos?... Yo creo que estamos introduciendo un problema mayor que el existente
con tal de “despistar”.
La puntilla es un ritual
normalizado y aceptado por todos, otra cosa es que a los excepcionales
puntilleros profesionales los hayan sustituido los terceros taurinos y haya
quien no sepa utilizarla.
La pistola es un
artefacto nuevo, no está engrasado en la Fiesta que conocemos y su mala
utilización puede ser mucho más impactante para el público y hasta más
denigrante para el toro.
Y la pregunta es ¿sustituiremos
en el nuevo reglamento, el puntillero profesional de Plaza, por el pistolero
profesional de Plaza con titulación y contratado por la empresa?, o cualquier
subalterno como ahora, la podrá utilizar para ahorrar costes y personal, que
adiestramiento se le va a exigir, que variante de pistola y cartuchos se va a
homologar, cualquiera en cualquier Plaza estará autorizado etc., cuidado con
esto, porque el espectáculo puede ser
dantesco en caso de utilización inexperta e inadecuada y la verdad tampoco
aporta nada al bienestar animal.
O lo que es peor, vaya a
ser que realmente lo que se pretenda sea el dos por uno es decir sustituir el descabello y la puntilla por la pistola
y entonces veremos multitud de situaciones vergonzosamente ventajistas con el toro de pie, difíciles de
justificar. Que se lo piensen los defensores de la supuesta innovación.
Cambio y evolución basado en la verdad
Todo esto que se estudie,
se debata y sin duda estará muy bien, pero no será suficiente. Las
modificaciones que se realicen en el nuevo reglamento deben tener mucho mayor
calado y estar basadas en la verdad, en
la transparencia y en la autenticidad del espectáculo, y deben opinar: toreros, ganaderos, empresarios, médicos, veterinarios, presidentes
de plazas de toros, periodistas, apoderados, veedores, puntilleros, el que
pinta las rayas etc., para dar a
conocer la situación real de la Fiesta, incluidos pecados, vicios y defectos. No
queda otra solución: Hay que recuperar la limpieza, la honradez, y la
autenticidad de una Fiesta Única en el Mundo.
Ahora bien si se siguen
ocultando, o tapando con “el despiste”, los pecados, vicios y fraudes en todas
sus formas. Si no se defiende la verdad del toro, si se sigue sin escuchar al
aficionado, la administración o sus
representantes, seguirá siendo culpable de esta decadencia, compartiéndola con
los que desde dentro del espectáculo, actúan, impidiendo la necesaria evolución.
Eso, o estarse quieto y
dejarlo para el próximo o proxima, por aquello de “al
que no hace nada no le pasa nada “.
1 comentario:
No creo que ahora sea conveniente cambiar el Reglamento, abrir el melón puede ser contraproducente, a no ser que se vean obligados para dar la sensación que se preocupan por el bienestar animal del toro, estas modas animalistas pasan, cuando quienes las defienden ocupan un cargo y cobran del erario publico. Diez años es muy poco tiempo para reformar algo que ni siquiera se ha implantado.
Enhorabuena por vuestro blog, los aficionados cada vez nos sentimos mas decepcionados desde que los políticos intentan arreglar algo.
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