CRITICA DE UNA SITUACIÓN
De todos los tercios de la lidia ninguno ha sufrido un cambio tan brutal y desastroso como la Suerte de Varas. El toro de lidia “era” por naturaleza uno de los animales más fuertes y resistentes de la creación y para equilibrar la lucha era evidente que había que: Restarle fuerza y Poder, probando su bravura, provocarle pequeñas hemorragias que descongestionaran el estado de excitación provocado por la lidia y ahormarle la cabeza para corregir defectos.
Con ese concepto la lidia se dividió en tres tercios compuesto cada uno de varias suertes y empleando diversas armas.
Como todo cambia y el espíritu comercial del hombre es inagotable convencido de que la mercantilización de la Fiesta reportaría una inmejorable fuente de ingresos como cualquier negocio mas, se dedico a estudiar las formas de acortar los terrenos que separaban toro y torero durante las suertes pero disminuyendo el peligro. ¿De que forma? Aumentando los castigos al toro y colocando al torero en un plano de superioridad tal que le permita alardear y parecer que la sensación de peligro existe pero la realidad es tal, que el torero de hoy tiene todas las ventajas y ni una sola oportunidad el toro.
La suerte de varas en la actualidad atraviesa unos momentos tan decadentes en su concepción y en sus formas que artísticamente se ha convertido en una forma más de aniquilar y masacrar al toro sin tener siquiera sentido de la medida
La Suerte de Varas se define como: La obligatoria, correcta ejecución y dosificación del castigo. Es decir todos los toros deben ser picados en la región anatómica precisa y mediante técnica reglamentada, con la intensidad derivada de su fortaleza. Por lo tanto no debe ser traumatizante hasta la inutilidad, ni encubridora de la invalidez.
Y persigue conservar y traducir sus esencias originales es decir el concepto de lucha entre dos combatientes activos, por lo que se precisa un jinete competente sobre un caballo ligero; suficientemente protegidos de riesgos y eventualidades como consecuencia del encuentro.
Veamos y analicemos pues, cuales son los elementos y artefactos empleados que intervienen y distorsionan la actual Suerte de Varas.
Picador
Caballo
Puya
Peto
EL PICADOR
La historia nos confirma que la suerte de varas inició su decadencia a partir del siglo XVIII, no siendo así durante los dos primeros tercios de este mismo siglo, en que los picadores gozaban del mayor prestigio, ellos llenaban de publico las plazas y mantenían el interés de la fiesta sus nombres figuraban en los carteles en lugar preferente a los de los matadores y como prueba de su soberanía se les concedió el privilegio de usar galón de plata en sus trajes, mientras que los matadores se adornaban con cinta blanca.
No cabe pues hacer comparaciones entre los picadores de antaño y lo de hoy, los de antes brillaban con luz propia los de hoy son simples asalariados del matador, que asume todo el interés del espectáculo, por ello tal vez no se les pueda atribuir toda la responsabilidad de las desastrosas consecuencias de su actuación, perdida toda personalidad y prestigio, como subordinados tienen que cumplir las ordenes que reciban de quien les paga y el toreo de hoy día requiere que el toro llegue lo suficientemente aplomado, pero eso si con las fuerzas justa que no se caiga, para que su matador pueda realizar la faena de muleta que el publico espectador espera sin provocar altercados de orden publico.
Los diferentes tratados y obras de Tauromaquia consultadas especificaban las exigencias y cualidades que deberían acompañar a los que se dediquen a picar toros y citan.
PICADOR DE ANTES: Valor, Físico doble y robusto, Jinete consumado, Conocimiento perfecto del arte de picar, Conocimiento anatómico de la región del toro.
PICADOR DE AHORA : El valor se le supone,el fisico es robusto en exceso, jinetes consumados pocos queda, a que arte se refiere, a que región se refiere, la mayoria de los picadores por no decir todos, ni las conocen.
Y en cuanto al Puyazo todos los tratados nos dicen bien claro que el puyazo ha de localizarse en el Morrillo que es la región carnosa o muscular, muy voluminosa, comprendida entre la Nuca y la Cruz y que ocupa en toda su longitud el borde superior del cuello o cerviz, por lo que también recibe el nombre de Cerviguillo.
En cuanto a la Suerte de Picar de frente a caballo: Se ejecuta situándose el picador en la rectitud del terreno que ocupa el toro y luego que este parte y llega a jurisdicción le pone la garrocha en el Cerviguillo y abre al mismo tiempo el caballo por la izquierda y cargándose sobre el toro lo despide por la cara de dicho caballo o en línea paralela a él.
De esta definición resulta que nunca le es licito al picador ni salirse antes de tiempo ni atravesarse en la suerte ni dejar de ver llegar al toro y faltando a cualquiera de estos preceptos aunque tenga delante el mas claro y sencillo le ha de dar precisamente una cogida (P.H., p.35)(Torres 183). Picar al toro en su rectitud (Nieto 376)
Queda perfectamente claro pues que la puya en el morrillo es la adecuada interesando cuando se realiza correctamente el borde dorsal de la región del cuello en toda su extensión hasta su unión con la cruz y lesionando los músculos extensores responsables de los movimientos de la cabeza y consecuentemente de la cornamenta logrando ahormar los movimientos de esta para el tercio de muleta.
Afecta a los músculos trapecio en su porción cervical, músculo romboideo cervical, esplenio de la cabeza y cuello, Espinal del cuello y m. semiespinal de la cabeza.
En cuanto a la irrigación de la zona se afectan ramas de la arteria y vena cervical profunda, de este modo el toro ha sufrido el castigo sin deterioro orgánico que le incapacite para continuar la lidia, e incluso admite dos y tres puyazos sin mermar sus facultades físicas, quedando en condiciones de aplomo perfecto para el tercio de muleta.
El 93% de los puyazos que hoy día vemos se colocan de forma escandalosa y lo que es peor aceptada por todos los que se denominan aficionados en la Cruz en el Dorso o en la Escápula incluso en el Lomo y solo un 7% se realiza en el Morrillo (Barona Hernández L F y Cuesta López A E Suerte de Varas).
EL CABALLO DE PICAR
Suenan timbales y clarines y se abre el portón del patio de caballos y aparece en el ruedo nuestro protagonista.
La primera impresión que nos da es evidente y descarada. Como cualquier personaje de la Fiesta tiene su propio vestuario y también como todos muy distinto al convencional.
Aparece provisto de una coraza enguatada que le sirve de protección embridado de una forma muy especial con los ojos tapados por un pañuelo y las orejas rellenas de algodón o papel de periódico anudadas con gomas.
Con tal atuendo pierde la fisonomía de sus congeneres y sin ninguna duda las posibilidades motoras propias de su especie, que quedan limitadas a torpes movimientos de traslación y tambaleo por lo que se conoce en el argot taurino como “chocolate” y que no es más que estar atiborrado de tranquilizantes.
En conjunto tanto por tipo como por funcionalidad resulta verdaderamente esperpéntico.
Con esta caracterización y a titulo de sinceros hemos de reconocer que el caballo de picar ha venido siendo el ser mas anodino de todos los participantes en la fiesta taurina de ahí que hasta ahora nadie le prestara atención.
Tradicionalmente fue desempeñando el papel de “maldito” en el estricto sentido teatral por su anonimato y oculto repertorio y así mismo, por su cometido durante la lidia, nada airoso e intensamente degradado. Pues bien, este ínfimo personaje con el tiempo ha ido tomando notoriedad, sus actuaciones llegan al gran público y en determinados momentos se alza con el protagonismo, desempeñando un papel de malvado integral, sin que nadie se atribuya la autoría del guión ni reclame la dirección escénica.
A esta situación se ha llegado debido a los notables cambios registrados en la evolución del arte de torear, de modo que de un individuo semi-inútil en servicio ocasional y de aprovechamiento terminal, se ha pasado a un autentico profesional capaz de tapar sin música ni aplausos, todas y cada una de las carencias y miedos del matador y sin el cual seria casi imposible los triunfos de las “figuras”.
El actual Reglamento de Espectáculos Taurinos DECRETO 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía contempla al caballo de picar bajo aspectos Fisiológicos y Sanitarios
En su aspecto Morfológico solo especifica que los caballos de picar, limpios y sin equipar, no podrán tener un peso inferior a 450 ni superior a 600 kilogramos. Excepcionalmente, podrán utilizarse caballos de picar de hasta 650 kilogramos, exclusivamente cuando se lidien reses con un peso superiora 550 kilogramos.
En cuanto a los aspectos Fisiológicos y sanitarios dice que el número de caballos será de seis en las plazas de primera categoría de cuatro en las restantes, y vendrán identificados, de conformidad con su normativa específica en la materia, con su correspondiente Tarjeta Sanitaria Equina. Una vez ensillados equipados reglamentariamente, serán probados por los picadores actuantes en presencia de la persona que actúe como titular de la Delegación de la Autoridad en el espectáculo, de las personas veterinarias de servicio nombradas al efecto y del representante de la empresa organizadora, a fin de comprobar si ejercen la necesaria resistencia, están embocados, dan el costado y el paso atrás y son dóciles al mando.
En las plazas de toros donde no exista báscula, el propietario de la cuadra aportará en este momento certificado suscrito por profesional en materia veterinaria que posea colegiación en el que se reflejen los pesos de los caballos con fecha no anterior a un mes y donde aparezca identificado el animal conforme a los datos de la Tarjeta Sanitaria Equina.
Serán rechazados los caballos que no cumplan las exigencias reglamentarias de peso y, asimismo, los que, a juicio del equipo veterinario de servicio, carezcan de las demás condiciones requeridas, presenten síntomas de enfermedad infecciosa o lesiones o acusen falta de movilidad que puedan impedirles la correcta ejecución de la suerte de varas. Asimismo, serán rechazados aquellos que presenten síntomas de haber sido objeto de manipulaciones con el fin de alterar artificialmente su comportamiento.
En tales supuestos, el equipo veterinario de servicio propondrá al Presidente o Presidenta del espectáculo la práctica de los correspondientes análisis para la comprobación de este extremo. De igual modo se procederá si su comportamiento ulterior en el ruedo así lo aconseja.
Ahora bien, una cosa es las exigencias legales, otra su proyección y cumplimiento en la practica real y una tercera las posibilidades de innovación o mejora que demandan los aficionados y espectadores, como consumidores de un espectáculo que pagan y mantienen y al que han sustraído una parte importante del mismo, como es la inexistente Suerte de Varas.
El caballo de picar legal que define el Reglamento, no solo no se parece al caballo real ilegal que en la actualidad se esta utilizando en todas las Plazas de España, sino que la tendencia parece, que va en la dirección de no cambiar.
COMO DEBE SER EL CABALLO DE PICAR LEGAL
DECRETO 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía
Deberán estar convenientemente domados y tener movilidad suficiente.
No podrán ser objeto de manipulaciones tendentes a alterar su comportamiento.
Queda prohibido utilizar caballos de razas traccionadoras.
No podrán tener un peso inferior a 450 ni superior a 600 kilogramos
Excepcionalmente, podrán utilizarse caballos de picar de hasta 650 kilogramos, exclusivamente cuando se lidien reses con un peso superiora 550 kilogramos.
Deberán ejercer la necesaria resistencia, estar embocados, dar el costado y el paso atrás y ser dóciles al mando.
No presentaran síntomas de enfermedades infecciosas ni lesiones o acusar falta de movilidad que le impida la correcta ejecución de la suerte de varas
No presentaran síntomas de Dopado (manipulaciones con el fin de alterar artificialmente su comportamiento).
COMO ES EL CABALLO DE PICAR REAL -SEGÚN EL USO Y ABUSO
• No tiene la movilidad suficiente
• Es objeto de Manipulación tendente a alterar su comportamiento, ni oye ni ve.
• Se utilizan razas Traccionadoras
• El peso es muy superior a 650 Kg. ¿Dónde se pesan? Y ¿Por Quién?
• Acusan falta de movilidad que le impide la correcta ejecución de la suerte de varas.
• Presentan síntomas de Dopado. ( en el argot taurino chocolate)
COMO DEBERIA SER EL CABALLO DE PICAR IDEAL PARA LA CORRECTA EJECUCIÓN DE LA SUERTE DE VARAS
EL CABALLO IDEAL
• Caballo de silla
• De Raza Española o cruzado 75% de español
• Con características anatómico-funcional acorde con las exigencias del Reglamento.
• De Peso igualmente reglamentario. La raza Española establece como parámetros medios 1,52 metros de alzada y 450 Kg para los machos a la edad de tres años.
• De aptitudes para picar toros superiores a cualquier otro ejemplar de la especie.
• De precio no superior al que se paga hoy por los hipermetricos caballos de picar.
• Con posibilidades de mercado más amplias es decir con mayores facilidades de adquisición.
El porque, no se utiliza el caballo de raza española y se siguen empleando esos mastodontes de raza Bretona, Percherones, etc. será seguramente por motivaciones difíciles de explicar y mucho más de confesar. (Sánchez Belda A El Caballo de Picar)
Habría por tanto que pensar que si esto no se ha modificado ya, no es sino porque a los que se les supone profesionales en la ejecución de la suerte no les interesa el cambio, porque si el caballo es más ligero, con un peto más ligero esto permitiría por una parte poner al toro mas veces en suerte; con seguridad que algunos de los actuales picadores necesitarían aprender muchos de ellos, a montar, segundo a domar, tercero torear desde el caballo y por ultimo parar a la res conforme a los cánones.
Sin embargo resulta paradójico en este mundo taurino de falsedad y mentira donde la verdad de la suerte de varas hace tiempo que dejo de existir escuchar las palabras de los responsables de las actuales cuadras de caballos.
Según ellos buscan la belleza de la suerte, para lograr un espectáculo por sí mismo, entre caballo, picador y toro, en el que la pelea sea lo más pura e igualada posible.
Para ello, manifiestan estar utilizando un tipo de caballo cruzado, normalmente el cruce entre el inglés y el bretón porque dicen se acentúan más las ventajas de ambas razas. Consiguiendo, un caballo fino en su aspecto físico; cuello, cabeza extremidades, pechos y culata. Y en consonancia también aporta la fuerza y asentamiento de las extremidades del caballo bretón.
También dicen buscar caballos españoles con cierto cuerpo que sean capaces de soportar esta disciplina ecuestre, al igual que la combinación del árabe con el bretón que logra un caballo más mediano pero mucho más bello y reunido.
Pero, ante todo se buscan caballos con un peso de unos 570 Kg. Con nobleza y con capacidad para el trabajo, que sean flexibles, ágiles y obedientes a las manos del jinete para así tratar de conseguir un caballo versátil y a la vez torero.
PROCESO DE DOMA EN EL CABALLO DE PICAR
Primero se buscan caballos con unas aptitudes que nos demuestren en su comportamiento una gran nobleza y entrega en el trabajo, para poder llegar a conseguir caballos con unas características propias para hacer la suerte de varas.
El proceso de doma se suele dividir en seis etapas fundamentales, las cuales son:
La doma del caballo comienza, dándole cuerda en el picadero, para posteriormente irlo montando diariamente. Utilizando monturas vaqueras con fundas de piel que son las mismas que se usan en las plazas y un tipo de cabezada con bocado portugués.
Se busca que el caballo vaya siempre al paso, que obedezca sin protestar a los cambios de ritmo, flexiones de cuello, giros a derecha e izquierda y sobre todo el paso atrás. Todos estos, son movimientos que el caballo debe hacer con soltura y agilidad, mostrándose lo más obediente posible a las ordenes del jinete.
Una vez, se ve en el caballo una evolución positiva en los ejercicios realizados, se pasa a colocarle un pañuelo en la cara tapándole el ojo derecho, con objeto de que se acostumbre a trabajar con el ojo tapado como posteriormente tendrá que hacerlo en la plaza.
Posteriormente le iremos colocando los aparejos que llevará el caballo para protegerse de las embestidas de los toros, éstas serán: los manguitos y el peto.
En un principio, le colocamos los manguitos, para que el caballo trabaje y se acostumbre andar con ellos. Posteriormente pasamos a vestirlo con el peto y hasta que el caballo no esta acostumbrado a moverse con el peto con agilidad, no se debe empezar con la siguiente etapa.
Es una etapa muy importante en el proceso de evaluación del caballo, ya que en su comportamiento sabremos si el caballo podrá ser valido o no para la suerte de varas. Se trata de una vez está el caballo completamente aparejado con el peto, se le empuja por el lado derecho entre cuatro y cinco personas simulando las embestidas del toro.
Esta acción se repetirá varias veces hasta el día de su debut.
Si todo este proceso, se ha realizado satisfactoriamente comenzaremos a prepararlo, ahora si, con ganado bravo. Es entonces cuando se empieza, a probar al caballo en los tentaderos ante becerras de dos años y observar una serie de criterios evaluativos para saber:
-Si el caballo se agarra bien en los posteriores
-Si se gira bien al lado derecho
-Si anda con rectitud el paso atrás
-Si no rehúsa el encuentro
-Si no se asusta de bufido de la becerra
-Si el caballo se vuelca en la suerte
Con todo esto iremos sabiendo si el caballo cumple las características necesarias para hacer la suerte de varas con torería e irse acostumbrando a las futuras embestidas del toro.
Superada la prueba de las becerras, hay que pasar a probarlo nuevamente en el campo y esta vez, ante un novillo toro, para comprobar sus reacciones y ver los mismos conceptos de evaluación que hemos seguido en la anterior etapa.
Si vemos que el caballo es apto, empezaremos a probarlo en novilladas y festivales con público. Es ahora, cuando se ve la fuerza real de cada caballo y la dimensión que pueden dar, puesto que, ya deben conocer el oficio perfectamente.
Es entonces cuando se le lleva a corridas de toros por los pueblos hasta terminar todo el proceso de doma, haciéndolo debutar como los buenos toreros en Plazas de Toros de importancia.
Todo este proceso puede durar, de uno a dos años dependiendo del carácter y comportamiento de cada caballo en cada una de las etapas que hemos descrito.
La doma del caballo de picar, se asemeja mucho a la carrera de cualquier torero, primero se forjan en plazas de menor envergadura hasta que están preparados para dar el salto definitivo a las plazas de mayor responsabilidad que son las que les catalogarán de gran torero y en nuestro caso de un gran caballo torero. (Sin comentarios)
LA PUYA
Punta acerada que en una extremidad tienen las varas o garrochones de los picadores y vaqueros, con lo cual estimulan o castigan a las reses. (Academia) (Nieto 360); Ortiz 1209, Torres 182 (Barona, Cuesta).
Punta metálica en forma de pirámide de filos cortantes que remata la garrocha. Antiguamente la puya estaba afilada con lima; en la actualidad se afilan con piedra de agua. Las puyas en número de tres por cada toro que hayan de lidiarse, son reconocidas y medidas en la mañana de la corrida por el Presidente y en presencia de un representante de la Empresa, los picadores y el mayoral. (Beltrán 178).
El DECRETO 68/2006, de 21 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento Taurino de Andalucía en su Artículo 46 especifica
Puyas.
Las puyas tendrán la forma de pirámide triangular de acero, con aristas o filos rectos y caras planas, y sus dimensiones, apreciadas con el escantillón, serán: 26 milímetros de largo en cada arista por 19 milímetros de ancho en la base de cada carao triángulo; estarán provistas en su base de un tope de madera o plástico PVC que sujete la pirámide.
El referido tope, de forma cónica, deberá tener 25 milímetros de diámetro en su base inferior y 50 milímetros de largo, terminado en una cruceta fija de acero, de brazos en forma cilíndrica, de 50 milímetros desde sus extremos a la base del tope y un grosor de8 milímetros.
La vara en la que se monta la puya será de madera de haya, fresno o de cualquier otro material sintético resistente, debiendo quedar una de las tres caras que forman la puya hacia arriba, coincidiendo con la parte convexa de la vara y la cruceta en posición horizontal y paralela a la base de la cara indicada.
La longitud total de la garrocha o la vara con la puya ya colocada en ella, será de 2,55a 2,70 metros.
En las novilladas con picadores se utilizarán puyas de las mismas características, pero se rebajará en tres milímetros la altura de la pirámide.
PUYA ACTUAL
La altura de la puya actual de tope encordelado y cruceta es de 7,6 cm (esto es 2,6 cm de púa piramidal + 5 cm de encordelado)
Sin embargo se originan unos trayectos con una profundidad de hasta 30 cm es decir cuatro veces superior a la medida reglamentaria de la puya, originando hasta cinco trayectorias diferentes en un mismo punto de aplicación del puyazo (Barona Hernández L F y Cuesta López A E Suerte de Varas 1999).
La puya es sin duda alguna, el instrumento taurino que mayores polémicas ha suscitado en el transcurso de los años, menos por su calidad y más por su forma y tamaño. Se han discutido sus características, procurando armonizarlas dentro de las exigencias particulares de cuantos elementos intervienen en su manejo, siendo los intereses el motivo principal de tales polémicas lo que se sigue sin entender, es la postura de los ganaderos; aunque es evidente que hoy día los intereses de ganaderos y toreros son los mismos.
La actual puya de encordelado y cruceta ha demostrado no ser el mejor modelo a seguir, por eso no se entiende como los ganaderos como elementos tal vez mas perjudicados no buscan soluciones y continúan aceptando esa tal vez falsa “falta de fuerzas” y “endeblez” que se le atribuye al toro actual que crían y cuya casuística estamos seguros disminuiría si se reformara el modelo de puya reglamentaria.
COMO DEBERIA SER LA PUYA
La solución seria volver a la Puya de encordelado de limoncillo o en su defecto modificar la actual situando el tope de cruceta entre la púa de acero y el encordelado de limoncillo, incluso aumentando la longitud de la púa piramidal el doble estamos seguros se reduciría la porción penetrante para que las lesiones producidas fueran menores y permitir una mejor dosificación del castigo.
EL PETO
Deberá ser confeccionado con materiales ligeros y resistentes, y cubrir las partes de la cabalgadura expuestas a las embestidas de las reses.
El peso máximo del peto, incluidas todas las partes que lo componen, no excederá de 25 kilogramos, con un margen de uso del 15%.
Tendrá dos faldones largos en la parte anterior y posterior del caballo y un faldoncillo en la parte derecha, que una vez colocado no podrá encontrarse a menos de 30 centímetros del suelo en todo su perímetro. En cualquier caso, la colocación del peto no entorpecerá la movilidad del caballo. Para garantizar la seguridad de los caballos se utilizarán manguitos protectores, que en ningún caso podrán exceder en conjunto de 15 kilogramos de peso.
La Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos procederá a la homologación de los petos que puedan ser utilizados en la suerte de varas una vez examinados diferentes modelos de este elemento en presencia de los representantes de las asociaciones profesionales y empresariales del sector más representativos.
Los estribos serán de los llamados de barco, sin aristas que puedan dañar a las reses, pudiendo el izquierdo ser de los denominados vaqueros.
EL PETO REAL QUE SE EMPLEA
Los materiales empleados para su confección son resistentes pero no ligeros
Pesa mucho más de 25 Kg.
Los faldones el faldoncillo y los manguitos merman de manera contundente la movilidad del caballo
No se comprueban las características y peso para su aprobación con anterioridad a la celebración de cada espectáculo.
EL PETO IDEAL
Los materiales empleados para su confección deberían ser similares a los empleados para los chalecos antibalas, más resistentes y ligeros.
El peso máximo incluidos todos los componentes no debería ser realmente mayor de 25 Kg.
Debería permitir una mayor movilidad del caballo, por lo que habría que buscar alternativas a los faldones, faldoncillo y manguitos.
Deberían realmente comprobarse las características y peso con anterioridad a la celebración de cada espectáculo.
Por ultimo y para terminar Reproducimos la propuesta realizada por la Secretaría General Técnica del Ministerio del Interior a la Comisión Consultiva Taurina Nacional para reformar el Reglamento respecto a los picadores para que no se diga que la autoridad no esta preocupada por todos estos aspectos,. Además de la reforma de las astillas y su arreglo en las propias plazas de toros, otro aspecto curioso es el de reestructurar la legislación de los profesionales taurinos.
La categoría de picador de novillos-toros faculta para intervenir en novilladas picadas.
Para poder inscribirse en esta categoría, el aspirante deberá superar una prueba funcional ante un tribunal formado por profesionales (ganaderos y picadores inscritos en la categoría B) o retirados, en los que el aspirante demuestre en una primera fase su pericia con el caballo y su conocimiento de la doma.
En una segunda fase, una vez superada la primera, deberá demostrar su destreza con el uso de la vara de picar durante la ejecución de la suerte.
El aspirante deberá picar un mínimo de tres utreros ante el tribunal. Podrán presentarse a la prueba funcional los aspirantes que acrediten, mediante certificados expedidos por ganaderos de reses bravas inscritos, haber participado en los dos años anteriores a la presentación de la solicitud en un mínimo de 15 tentaderos de hembras de, al menos, tres encastes distintos, en los que haya picado, no menos de treinta hembras.
Las certificaciones deberán especificar la finca en la que se ha producido la tienta, la fecha, el número de hembras picadas, y su encaste.
También podrán presentarse a la prueba funcional aquellos aspirantes que hayan estado matriculados durante un año en una escuela taurina de picadores aportando certificado de suficiencia firmado por el director técnico de la misma. La categoría de picador de toros faculta para intervenir en corridas de toros. Podrán inscribirse en esta categoría los profesionales que haya en, al menos, 30 novilladas con picadores.
De esta forma, se intenta poner fin a la proliferación de seudo profesionales y dotar de un matiz claramente especializado a los piqueros, al igual que ocurre con los matadores, que previamente han de pasar por la categoría de novillero.
Esperemos que a continuación se preocupen también de los instrumentos y artefactos empleados, caballo, peto y puya y recuperar por el bien de la Fiesta la ya desaparecida Suerte de Varas.
1 comentario:
LA PUYA DE CURRO RIVERO
Francisco García Martín “Curro Rivero”, ha inventado una puya que cambia el concepto respecto a la suerte de varas.
La nueva puya incorpora un mecanismo que retrae la punta dentro de la parte de las cuerdas cuando la cruceta topa con el cuerpo del toro.
La puya que siempre ha estado en el punto de mira de el mundo taurino, ya sea el público, las autoridades, los ganaderos, los toreros, subalternos… ha sufrido varias modificaciones a lo largo de la historia, y por lo tanto no está exenta de seguir evolucionando para adaptarse a las exigencias que vaya imponiendo cada época.
Todas las modificaciones han ido encaminadas a reducir o ampliar sus dimensiones, o al sistema de tope para evitar que se introdujera más de lo permitido.
Todas ellas que en muchos casos han oscilado en cantidades milimétricas, más veces ha perjudicado la ejecución de la suerte por parte del picador que beneficiado realmente al toro.
El reducir unos milímetros la longitud de la puya, no supone una gran ventaja para el toro, y si un perjuicio para el picador, ya que a la hora de realizar la suerte, el picador se encuentra con una herramienta que por sus dimensiones expone la cruceta antes de lo deseado, con lo que las probabilidades de marrar aumentan, y por el contrario, una vez el puyazo esta consumado, la punta que está dentro del animal daña todo lo que encuentra a su paso en cada uno de los movimientos que efectúa.
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