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lunes, 1 de febrero de 2010

LA BRAVURA UN PROBLEMA QUÍMICO


¿Qué hace que los toros se comporten de diferente manera ante los mismos estímulos? 
¿Por qué algunos toros huyen de la pelea mientras otros luchan hasta el final? 
Éstas son las eternas preguntas que llevan haciéndose ganaderos, toreros y aficionados desde que surgió la Fiesta de Toros.

Son variadas las respuestas que se han ido dando a estas preguntas a lo largo del tiempo. Lo que parece seguro y está demostrado es que debe haber algo “químico” dentro del toro de lidia que le hace comportarse de una determinada manera durante su lidia.

Concretamente tres hormonas parecen ser las responsables: La Serotonina, La Testosterona y el Cortisol.

Y hasta puede ser que los ganaderos del siglo XVIII y XIX ya estuvieran seleccionando, sin saberlo, aquellos animales con unos niveles de serotonina y testosterona tales que les hicieran comportarse de manera más agresiva

Y puede que los ganaderos actuales estén seleccionando, sin saberlo, o a sabiendas aquellos animales con unos niveles de serotonina y testosterona determinados que les hacen comportarse de manera menos agresiva?

Lo que si se deduce del trabajo de investigación de los veterinarios Fernando Gil-Cabrera, Gema Silván, Alfredo González-Gil y Juan Carlos Illera. Dpto. Fisiología Animal. Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense de Madrid. 28040 Madrid. infinitos@terra.es sobre la neurofisiología del comportamiento agresivo del toro de lidia es que:

Los toros que presentan menos serotonina en sangre muestran un comportamiento más agresivo durante su lidia. De forma que pudieron separar los toros en tres grupos diferenciados, tanto por sus valores de serotonina como por su valoración comportamental. Esta clasificación, unida al hecho de que el nivel de serotonina no varía de forma significativa entre becerros y toros, permitiría obtener una estimación de la agresividad que un toro desarrollará durante su lidia a partir del valor de serotonina medido en sangre en el momento del herradero.

En cuanto a las diferencias observadas en los valores de serotonina encontradas en los diferentes encastes a los que pertenecían los toros del estudio, pudieron afirmar que también corroboran esta hipótesis de estudio, ya que se observa cómo en los encastes en los que en la actualidad se está buscando el toro toreable, el toro noble, sin esa agresividad que no deja al torero expresar todo su arte, existen valores altos de serotonina, caso del encaste DOMECQ, NUÑEZ O MURUBE mientras que en aquellos encastes donde se incluyen ganaderías que buscan el toro fiero, encastado, en definitiva agresivo, que lleva la emoción a los tendidos y donde el torero tiene que buscar someter al animal, los valores medios de serotonina son más bajos caso del encaste ALBASERRADA URCOLA VEGA-VILLAR O CONTRERAS

De modo que ya sabemos, si el valor medio de serotonina obtenido en este trabajo, es para los Toros de 680,4 ± 33.18 ng/ml y para los Becerros: 523,3 ± 83,99 ng/ml, y como el nivel de serotonina no varía con la edad, sino que es una variable característica de cada individuo en ambas etapas de su vida. Puede servir como futuro valor de referencia.

Por lo tanto la medida de serotonina en un becerro durante su herradero podría ser de utilidad en la producción de lidia y nos ayudaría a predecir el comportamiento de dicho animal en el momento de su lidia. Podría ser una herramienta complementaria que aportara la ciencia en la selección del toro de lidia en el siglo XXI, sin perder nunca el carácter tradicional de la cría y selección, y que supondría un avance de forma que se evitara el estancamiento actual de la Fiesta, que no es capaz de adaptarse a los nuevos tiempos.

La testosterona

La testosterona ha sido estudiada en distintos bovinos (Ramírez, 1990), incluyendo la raza de lidia (Esteban, 1992). Los valores que han obtenido estos autores coinciden con los citados en dichos trabajos. Además, en este estudio se ha medido la testosterona en becerros y toros. Los becerros, entre seis y ocho meses, tienen menores niveles de testosterona que los toros, que ya han alcanzado la madurez sexual. También se ha relacionado en distintos trabajos testosterona con agresividad (Gil-Verona, 2002; Nelson, 2001): mayores niveles del andrógeno corresponden a mayor agresividad, lo que se corrobora en este estudio.

Recientemente se ha demostrado que la exposición temprana a los andrógenos disminuye la cantidad de exposición que es necesaria para activar la conducta agresiva más tarde en la vida del individuo (Gil-Verona, 2002). Por lo tanto, el hecho de que un becerro presente mayor cantidad de testosterona puede significar una mayor tendencia a mostrar un comportamiento agresivo en su madurez.

Y aunque sí se observa una clara correlación entre los valores mayores de testosterona y una mayor agresividad, la testosterona no parecería un predictor tan fiable del comportamiento agresivo de un animal como lo es la serotonina.

TORO AGRESIVO= Serotonina BAJA y Testosterona ALTA
TORO NOBLE= Serotonina ALTA y Testosterona BAJA

El trabajo completo está a disposición de quien lo solicite

1 comentario:

Pepelu Gámez dijo...

Pues yo prefiero los toros con serotonina alta y que estén un poco amariconados.

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