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jueves, 20 de mayo de 2010

LOS TENTADEROS EL TERMOMETRO QUE MIDE LA BRAVURA

LOS TENTADEROS

Publicado por Mariano Cifuentes-Ganadero

A veces, al hablar de tentaderos, hemos escuchado, ¿en tal ganadería retentaron tantas vacas?, yo, personalmente, creo que las "retientas" no conducen a nada, el llevarlas a la Plaza por segunda vez, nos desconcertaría, pues los animales poseen un instinto para recordar lo que se les hizo en el primer tentadero y por tanto su comportamiento será tan cambiante que en nada se parecerá a como fue en su primera tienta.

Las plazas de tienta de las ganaderías es preferible tengan sobre 40 metros de diámetro, pues en los tentaderos de machos permiten tener más espacio para seleccionar la mejor cualidad de la bravura: arrancarse de largo, ver el galope de la arrancada, la prontitud y la codicia con que la realiza.

Hay ganaderos que conservan la tradición como ocurre en la ganadería de Miura, que la plaza es cuadrada y la conserva a pesar que hizo una nueva de igual forma y dimensiones.

Algunas teorías aconsejan que el caballo de tentar sea pequeño y el peto flexible a fin de "que la becerra lo pueda mover", no se sienta derrotada y que se le multipliquen las ganas de embestir.

Se tientan absolutamente todas las hembras de la camada. El picador se coloca a contra querencia, es decir, al lado opuesto a la puerta de donde sale la vaca. La primera vara no es muy decisiva pues el animal embiste por librarse del caballo de picar, la vaca vuelve a entrar en sucesivas veces por librarse del obstáculo por encima del dolor que le produce la puya de picar.

Una cosa importante es no precipitarse en sacar la becerra del peto si está apretando y metiendo la cabeza, conviene dejarla y observar la reacción, si se quiere marchar o si por el contrario no le duele el castigo y se deja en el peto los riñones apretando.
Cuando la vaca esté en el peto, el torero se debe colocar detrás, sacarla andando hacia atrás, dando un capotazo suave y dejarla de nuevo en suerte.

Podemos añadir a lo enumerado anteriormente, como signos de bravura en el caballo: " Se arranca en recto", "Desde largo", "Recarga", " Se queda en el peto y empuja", "Boca cerrada", "No muge ", " No escarba".

Y como signos de mansedumbre en el caballo : "Distraída", "No recarga", "Boca abierta", "Muge", "Escarba", "Dobla las manos", "Sale suelta de la primera y no toma la segunda", "Sale descompuesta".

La casta y la raza

En los tentaderos la Casta y la Raza se confunden con frecuencia, pero existen diferencias fundamentales entre ambos términos.

La Casta es el temperamento de la Raza, es dureza, normalmente coincide con la mucha fuerza, la agresividad, la embestida espectacular, con la sensación de peligro, puede ser muy positivo y apreciable, pero no es bravura en algunos casos, ni nobleza en otros.
Otras no tienen la cualidad de la buena, la nobleza, desarrollan peligro, se defienden y plantean problemas a los toreros, agravados por su temperamento y agresividad.
Cuando sale una vaca encastada, pero también brava y noble, hay que descubrirse. Es la vaca que enaltece y emociona cuya faena permanecerá en la mente del ganadero por mucho tiempo.

La Raza es la bravura auténtica, la que dura del principio a fin de la lidia. Con clase en la embestida, fijeza, seriedad, humillación, galope, recorrido y codicia para seguir los engaños con la suficiente fuerza que proporcione emoción y vibración a los que lo presencien.

El tentadero de hembras se realiza entre los veinticuatro y treinta y seis meses, de dos a tres años, eralas y utreras y es una prueba fundamental para buscar las futuras vacas madres.

Las vacas van saliendo una a una, sólo el picador en la plaza de tienta, con un palo de tienta y una puya de 15 centímetros. Hay ganaderos que dejan corretear la becerra un rato por la plaza, a mi me gusta pararlas con el capote tan pronto se puede y a continuación se las coloca en "suerte" en el sitio exacto y a la distancia justa que en cada momento se vaya considerando óptima. Es la forma de ver la que se arranca de lejos, su galope en la arrancada, la prontitud o la tardanza y la codicia con que la realiza.

Se pide siempre mucho silencio y que nadie se mueva durante los momentos que la becerra tiene que ir al caballo y lo que se trata de valorar si la becerra se crece ante el castigo dejándose allí los riñones o simplemente rehuye la pelea. Yo pienso es bueno torear a las vacas mucho rato para descubrir su "fondo", así mismo opino como una buena prueba el cambiarlas de manos, así vemos si la vaca ha variado en su comportamiento, yendo a peor, se mantiene en la misma línea, va a más, etc.

En el tentadero podemos destacar lo más deseable frente al caballo : " Prontitud " , "Fijeza", "Recargar", "Arrancarse de largo", "Alegría", "Ir a más o mantenerse " , "Fuerza". Lo más indeseable frente al caballo : "Tardear", "Falta de fijeza", "Permanecer al pie del peto sin empujar", "Echar la cara arriba", "Hacer sonar el estribo" , "Quererse quitar la vara ", "Sosería ", " Ir a menos ", " Falta de fuerza ".

En la faena de muleta del tentadero el ganadero será un espectador más, con la particularidad que en la plaza de tientas puedes corregir al que está toreando: si observas más posibilidades de éxito en uno u otro terreno, si conviene perder pasos, dar sitio al animal; al contrario que en la Plaza de Toros donde nada puedes hacer por mejorar aquello aunque tu percibas que lo que están haciendo no es lo correcto.

Los ganaderos cuando hablamos del tema opinamos que hay familias de vacas que se diferencian mucho unas de otras, de ahí se sacan los sementales y hasta nos atrevemos a decir que las vacas de esas familias no suelen fallar. A veces comentamos, en la corrida de tal Plaza van dos toros de familias de sementales y saldrán extraordinarios, desgraciadamente la verdad es otra y con mucha frecuencia nos equivocamos.

Si tentamos una vaca, un becerro de una de esas familias excepcionales y salen buenos, nos hacemos ilusiones que sus descendientes serán superiores, pero una veces acertamos y otras nos decepcionamos, a pesar de todo ello, los tentaderos son imprescindibles en una ganadería de bravo, son el termómetro que mide en cada momento el índice de bravura de la misma.

1 comentario:

Yuntero dijo...

Gracias a D. Mariano por su exposición.
Yo le pido alguna aclaración, y por favor no considere capciosa ninguna de mis observaciones, dado que las hago desde el respeto y bajo el punto de vista del aficionado:
-Se puede dar el caso de que una novilla muy encastada, hasta el punto de considerarla fiera por su agresividad, pueda ser la más noble y no se le haya visto, si no ha sido sometida y dominada suficientemente?
-La mejor retienta es la descendencia y su transmisión genética. Hace bien en no retentar.
-Lo que dice de los petos, creo sería aplicable a las corridas, además de corregir el excesivo peso de los caballos. Muy bravo ha de ser el toro para no sentirse derrotado; y el toro bravo "cien por cien" creo que no existe.
-Vuelvo a pedirle perdón. Si a una vaca para verla hay que perderle pasos, lo mejor es darle puerta, so pena de que se pretenda complacer a matador invitado.
Muy acertada esta colaboración de Don Mariano Cifuentes.
Saludos de Yuntero