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miércoles, 26 de octubre de 2011

A PROPOSITO DE LA SUERTE DE VARAS


EL TERCIO DE VARAS. ANÁLISIS DE UNA SITUACIÓN CRÍTICA

Por J. D. P. M
Veterinario

Necesariamente he de comenzar diciendo que el toro que hoy sale en nuestras Plazas andaluzas no está preparado para  chocar contra un caballo de 650 Kg. un peto de 25 Kg. y un picador de 100Kg en total  casi 800 Kg.  Contra los  500 Kilos del peso del toro. 

Si a esto añadimos un estribo derecho de barco donde la cabeza del toro se estrella y una puya que penetra hasta 30 cms y que llega incluso al pulmón, ¿cómo  podremos mantenerlo en pie? y que aguante la “toreabilidad” de 40 0 50 pases de la faena de muleta arrastrando la cabeza por el suelo.

Nadie duda que el toro  de hoy  apenas sobrepasa los 500 Kg. de peso y nada tiene que ver con el toro mastodóntico y marmolillo que tanto interesaba en tiempos pasados, y que sería motivo de otro coloquio para analizar el papel que desempeñaron las empresas,  los toreros y los aficionados en su imposición y que tanto daño ha hecho a nuestra Fiesta y al desarrollo del espectáculo.

Hoy el toro se tiene que mover y para que se mueva no se le puede aniquilar y masacrar en la suerte de varas, principal  culpable junto a la castración genética de la casta, de que la Fiesta, nuestra Fiesta de Toros este en la ruina más absoluta y se “derrumbe”.

La suerte de varas es la asignatura pendiente que de forma decisiva está influyendo  hasta en la propia selección del toro y para recuperarla si queremos que haya espectáculo habría que cambiarla o al menos modificar los elementos que intervienen en ella.

En la actualidad se ha convertido en una suerte cruel y antipática y en la mayoría de los casos un mero trámite que hay que realizar lo más rápido posible, sin importar demasiado como se haga olvidando o desconociendo que  persigue dos fines principales:

1.- Restar poderío al toro y ahormarle la cabeza y el cuello de cara a la faena de muleta,  todo ello sin inutilizarle ni menoscabar el aparato locomotor.
2.- Conocer y calibrar el grado de bravura y poder del toro.

Lo de hacerle sangrar para descongestionar al toro nunca ha tenido una explicación lógica desde el punto de vista fisiológico ni veterinario, aunque haya sido citado por numerosos taurinos tal vez mas como excusa que como realidad, para así permitirse justificar todo tipo de usos y abusos en su ejecución.  

En tiempos pasados el toro de lidia “era”, por naturaleza, uno de los animales más fuertes y resistentes de la creación, y para equilibrar la lucha era evidente que había que restarle poderío y fuerza para tratar de equilibrar la lucha en un espectáculo que en sus comienzos podía resultar desigual. 

Con ese concepto la lidia se dividió en tres tercios compuesto cada uno de varias suertes y empleando diversas armas.

Como todo cambia y el espíritu comercial del hombre es inagotable convencido tal vez que la mercantilización de la Fiesta reportaría una inmejorable fuente de ingresos como cualquier negocio más, se dedicó a estudiar las formas de acortar los terrenos que separaban toro y torero durante las suertes, pero disminuyendo el peligro.

¿De qué forma?.

Sencillamente aumentando los castigos al toro y colocando al torero en un plano de superioridad tal, que le permita parecer que la sensación de mucho peligro existe, pero la realidad  es tal, que el torero de hoy está en una situación de superioridad manifiesta, tiene todas las ventajas y no deja ni una sola oportunidad al toro; si la igualdad existiese, ¿creen que toreros con más de 60 años podrían haber estado en activo hasta hace poco?

La suerte de varas en la actualidad atraviesa unos momentos tan decadentes en su concepción y en sus formas, que artísticamente se ha convertido en una forma más de aniquilar y masacrar sin tener siquiera sentido de la medida. (Romero Escacena J.Mª .)

La Suerte de Varas se define como: La obligatoria, correcta ejecución y dosificación del castigo.
Es decir:
Obligatoria: Lo marca el reglamento
Correcta ejecución: Los toros deben ser picados en la región anatómica precisa y mediante técnica reglamentada, con la intensidad derivada de su fortaleza.
Dosificación del castigo: No debe ser traumatizante hasta la inutilidad, ni encubridora de la invalidez.

Es necesario pues hacer un recorrido por cada uno de los elementos y artefactos esenciales que intervienen en la citada suerte para tratar de buscar soluciones entre todos y evitar con la que está cayendo, que todos nos tengamos que lamentar en un corto espacio  de tiempo, tratando de justificar un espectáculo que por el abuso se ha convertido en una desgracia para la Fiesta.

Los culpables dos elementos: EL CABALLO Y EL PICADOR.  Y dos artefactos   EL PETO y LA PUYA

EL CABALLO.-

El Reglamento de Espectáculos Taurinos Andaluz contempla al caballo de picar bajo aspectos Fisiológicos y Sanitarios como son: Deben estar convenientemente domados, tener movilidad suficiente, la necesaria resistencia, están embocados, den el costado y el paso atrás y sean dóciles al mando y presenten ausencia de enfermedad o lesiones.

En su aspecto Morfológico solo especifica que no podrán tener un peso inferior a 450 ni superior a 600 kilogramos. Excepcionalmente, podrán utilizarse caballos de picar de hasta 650 kilogramos, exclusivamente, cuando se lidien reses con un peso superior a 550 kilogramos.

Ahora bien, una cosa es las exigencias legales, otra su proyección y cumplimiento en la práctica real y una tercera las posibilidades de innovación o mejora que demandan los aficionados y espectadores, como consumidores de un espectáculo que pagan y mantienen y al que han sustraído una parte importante del mismo.

El caballo de picar legal que define el Reglamento, no solo no se parece al caballo real ilegal que en la actualidad se está utilizando  en todas las Plazas de España,  sino que la tendencia parece, que va en la dirección  de no cambiar.

Ya en el siglo XIX se señalan sus características y se dice que deberá ser de buen manejo y sin resabios, de marca elevada, de buena boca, fuerte de ancas, viejo mejor que joven y que obedezca a la mano izquierda del picador, su número y características según los distintos reglamentos se describen en el cuadro siguiente.
 Es necesario por tanto destacar la existencia de tres épocas en relación con el caballo:

Primera época: Corresponde con el siglo XVIII y parte del XIX en que los picadores son propietarios de los caballos, son domados por ellos mismos y es la época en la que menos caballos mueren en el ruedo a pesar de no existir el peto protector.A este respecto podemos poner como ejemplo que en 1 .851, cinco de los picadores más importantes de entonces, en 26 corridas de toros tuvieron 173 caballos muertos (7 por corrida) y 115 caballos heridos (4 por corrida).

Segunda época: Va desde el segundo tercio del siglo XIX hasta 1.930 que es implantado el peto. En ella los caballos son facilitados por las empresas y es la época en que mueren más en las plazas debido sin duda a la falta de condiciones de los mismos por tratarse casi siempre de caballos de desecho y con los que el contacto de los picadores era en el momento de montarlos o poco antes.

La tercera época: Es la que comienza con la implantación del peto y continúa en la actualidad. En la actualidad hay que resaltar que el Reglamento vigente exige que los caballos no sean de razas traccionadora sin embargo no precisa el grado de cruzamiento aceptado de estas razas, por lo que se pica en muchos sitios con caballos muy cruzados en percherón y bretón.

Nuestra opinión es que debería picarse con el caballo español, o cruzado en un 50-75 %  debidamente domado, pues tiene condiciones excelentes, y también el peso adecuado para realizar la suerte con toda garantía

COMO ES EL CABALLO DE PICAR LEGAL

·          Deberán estar convenientemente domados y tener movilidad suficiente.
·          No podrán ser objeto de manipulaciones tendentes a alterar su comportamiento.
·          Queda prohibido utilizar caballos de razas de aptitud traccionadora.
·          No podrán tener un peso inferior a 450 Kg. ni superior a 600 Kg. Excepcionalmente  superior a 650 si las reses pesan más de 550 Kg
·          Deberán ejercer la necesaria resistencia, estar embocados, dar el costado y el paso atrás y ser dóciles al mando.
·          No presentaran síntomas de enfermedades infecciosas ni lesiones o acusar falta de movilidad que le impida la correcta ejecución de la suerte de varas
·          No presentaran síntomas de dopado (manipulaciones con el fin de alterar artificialmente su comportamiento).

COMO ES EL CABALLO DE PICAR REAL SEGÚN EL USO Y ABUSO

¨         No tiene la movilidad suficiente
¨         Es objeto de Manipulación tendente a alterar su comportamiento
¨         Se utilizan razas Traccionadora
¨         El peso es muy superior a 650 Kg.
¨         Acusan falta de movilidad que le impide la correcta ejecución de la suerte de varas.
¨         Presentan síntomas de dopado. ( en el argot taurino chocolate)

COMO DEBERIA SER EL CABALLO DE PICAR IDEAL PARA LA CORRECTA EJECUCIÓN DE LA SUERTE DE VARAS

EL CABALLO IDEAL

¨         Caballo de silla
¨         De Raza Española  o cruzado 75% de español
¨    Con características anatómico-funcional acorde con las exigencias del Reglamento.
¨         De Peso igualmente reglamentario.
¨         La raza Española establece como parámetros medios 1,52 metros de alzada y 450 Kg. para los machos a la edad de tres años.
¨         De aptitudes para picar toros superiores a cualquier otro ejemplar de la especie.
¨         De precio no superior al que se paga hoy por los hipermétricos caballos de picar.
¨         Con posibilidades de mercado más amplias, es decir con mayores facilidades de adquisición.

EL. PETO.-

El peto se implanta en el año 1.930, ya en el año 1.925 la Sociedad Protectora de animales hizo una campaña de protesta por lo desagradable y cruenta que era la suerte de varas.

La Administración se hizo eco de la campaña y, esto, unido a dificultades para adquirir caballos, hay que tener presente que ya había hecho acto de presencia el automóvil, determinaron la designación de una comisión que se ocupase del tema y buscase las soluciones más adecuadas, así en el año 1 .926 se constituyó la comisión presidida por el Director General de Seguridad y  lo primero que acordó fue que los picadores saliesen al ruedo cuando el toro fuese ya parado. Hay que tener presente que en aquella época los picadores ya estaban en el ruedo cuando salía el toro.

También se pensó en aumentar el tamaño de la puya lo que posteriormente se desechó y finalmente se planteó proteger adecuadamente al caballo. Para ello se abrió un concurso y se hicieron pruebas con distintos tipos de petos hechos con distintos materiales: chapa metálicas, capas de cuero, de goma, de lona y guata. Los primeros que se usaron eran de cuero flexible y se probaron en novilladas material que posteriormente se desechó.

Finalmente se legalizaron por una disposición de 27-2-28 pero su uso no se comenzó hasta el verano de 1 .930. Apareció como obligatorio su uso en el reglamento que entro en vigor en la temporada 1 .931.

El primer peto que se usó cubría el vientre, el miembro anterior y el pecho del caballo. Se componía de dos partes una que cubría el vientre, la extremidad anterior hasta el codo y el pecho del caballo; y un faldón que iba desde la articulación del codo hasta la misma articulación del otro lado y que llegaba hasta la articulación carpiana. El miembro posterior iba al descubierto. Posteriormente se cubrió dicho miembro con otro faldón que iba desde la articulación femoro-tibio rotuliana de cada lado y que llegaba hasta el tarso.

Siguió evolucionando con un solo faldón que cubría los pechos, el costado y el tercio posterior, llegando primero hasta el carpo y tarso y aumentando poco a poco hasta casi tapar los cascos del caballo. También se incorporaron los manguitos que se situaban debajo del faldón y que protegían las extremidades anteriores y posteriores.

El material que en un principio era de lona más flexible se fue volviendo cada vez más rígido hasta constituir el faldón lateral un auténtico muro que impide al toro romanear y que hace que se estrelle contra el mismo sin ninguna posibilidad de mover aquella mole, pues a medida que el peto cubría más parte de cuerpo del caballo, éste iba siendo cada vez mas pesado.

EL PETO

·          Deberá ser confeccionado con materiales ligeros y resistentes
·          Deberá cubrir las partes de la cabalgadura expuesta a la embestida de las  reses
·          El peso máximo incluidas todas las partes que lo componen  no será mayor de 25 Kg. con un margen del 15%
·          Tendrá dos faldones en la parte anterior y posterior del caballo y un faldoncillo en la parte derecha y una vez colocado no podrá encontrase a menos de 30 centímetros del suelo en todo su perímetro.
·          No entorpecerá la movilidad del caballo
·          Podrá tener dos aberturas verticales en el costado derecho para atenuar la rigidez del mismo
·          Se utilizaran manguitos protectores para garantizar la seguridad del caballo que en ningún caso podrán exceder en conjunto de 15 kilogramos de peso
·          La Dirección General competente en materia de espectáculos taurinos procederá a la homologación de los petos
·          Los estribos serán de barco, sin aristas que puedan dañar a la res pudiendo el izquierdo ser de los denominados vaqueros

EL PETO REAL QUE SE EMPLEA


·          Los materiales empleados para su confección son resistentes pero no ligeros
·          Pesa mucho más de 25 Kg.
·          Los faldones, el faldoncillo y los manguitos merman de manera contundente la movilidad del caballo
·          No se comprueban casi nunca las características y peso para su aprobación con anterioridad a la celebración del espectáculo
 EL PETO IDEAL
 ·          Los materiales empleados para su confección deberían ser similares a los empleados para los chalecos antibalas, más resistentes y ligeros.
·          El peso máximo incluidos todos los componentes no debería ser realmente mayor de 25 Kg.
·          Debería permitir una mayor movilidad del caballo
·          Deberían comprobarse características y peso con anterioridad a la celebración del espectáculo.

Esta es la situación actual que debe ser modificada bien adoptando materiales más ligeros, que protejan al caballo, pero que permitan al toro romanear y poder desarrollar su pujanza.

LA PUYA:

La puya aparece como la evolución de la lanza y su origen está en la garrocha, utilizada en las faenas camperas.

Antiguamente (Tauromaquia de Pepe-Hillo) se la describe como una pirámide triangular, afiladas sus aristas, de uno a dos dedos de longitud (unos 3-3,5 cm.) y un dedo de grueso, provista de un tope constituido por un encordelado mas o menos grueso denominado, de limoncillo.

La puya siempre ha sido  objeto de polémica y  discusión.

Toda la discusión se venía planteando sobre el encordelado ya que al ser más grueso era más fácil fallar en el momento de la reunión toda vez que para sujetar al toro había que cogerlo de arriba a abajo y muy vertical por lo tanto muy próximo al caballo, con mayor riesgo, ya que si se intentaba coger a mayor distancia y por lo tanto más sesgado era frecuente que el encordelado resbalara en el morrillo del toro con el fallo y  consecuencias consiguientes.

Por otra parte un encordelado más fino era mas seguro pero permitía la penetración de la vara en el cuerpo del toro.

Así pues, entre discusiones y polémicas entre el encordelado en forma esférica o de naranja y en forma de limón fue transcurriendo el tiempo hasta llegar al año 1 .917 que se aprobó un Reglamento que estableció la arandela de 6 cm. de diámetro y fijando unas medidas para la puya de 29 mm. de lado la pirámide triangular, 20 mm. de base con un cilindro de 24 mm. de diámetro con un encordelado de 6 cm. y al final del mismo, la arandela.

Esta puya se ha venido utilizando hasta el año 1 .962 en que fue modificada ya que la arandela se introducía con cierta frecuencia en el cuerpo del toro.

La puya del reglamento de 1962 cambia la arandela por una cruceta, y determina una para toros y otra para novillos. Mantiene igual la pirámide triangular y el cilindro sobre el que va el encordelado se convierte en un tronco le cono con una base superior de 24 mm. de diámetro y una inferior de 36 mm. la longitud de dicho tronco encordelado es de 7,5 cm. lo que unido a los 2,5 cm. de la pirámide da una longitud total de 10 cm. al final de los que se establecen los topes cilíndricos de 8 mm. de grueso por 5,2 cm. de longitud. La puya para el novillo tenía 3 mm. menos en la pirámide triangular.

La puya actual, reglamento de 1.992, tiene los topes prácticamente igual que la anterior, mantiene los 29 mm. de lado en la pirámide triangular mientras que la base es de 19 mm. El tronco de cono tiene en la base superior 24 mm. y 30 en la inferior, el encordelado es de 6 cm. lo que determina una longitud total de 8,5 cm. (1,5 cm. menos) y se usa la misma para novillos y para toros.
La puya irá montada sobre una vara de haya o fresno de una longitud entre 2,55 y 2,7 m.

La puya del reglamento Andaluz, Tiene forma de pirámide triangular de acero, con aristas o filos rectos y caras planas, y sus dimensiones, apreciadas con el escantillón, serán: 26 milímetros de largo en cada arista por 19 milímetros de ancho en la base de cada cara o triángulo; estarán provistas en su base de un tope de madera o plástico PVC que sujete la pirámide.

El referido tope, de forma cónica, deberá tener 25 milímetros de diámetro en su base inferior y 50 milímetros de largo, terminado en una cruceta fija de acero, de brazos en forma cilíndrica, de 50 milímetros desde sus extremos a la base del tope y un grosor de 8 milímetros.

Sin embargo se originan unos trayectos con una profundidad de hasta 30 cm  es decir tres o cuatro veces superior a la medida reglamentaria de la puya, originando hasta cinco trayectorias diferentes en un mismo punto de aplicación del puyazo. (Barona Hernández L F y Cuesta López A E Suerte de Varas  1999).

La puya es sin duda alguna, el instrumento taurino que mayores polémicas han suscitado en el transcurso de los años, menos por su calidad y más por su forma y tamaño. Mucho se han discutido sus características, procurando armonizarlas dentro de las exigencias particulares de cuantos elementos intervienen en su manejo, siendo los intereses el motivo principal de tales polémicas.

 Lo que se sigue sin entender, es la postura de los ganaderos; aunque es evidente que los intereses de ganaderos y toreros. “Al día de hoy son reconocibles y únicos”.

La actual puya de encordelado y cruceta  ha demostrado no ser  el mejor modelo a seguir,  por eso no se entiende como los ganaderos como elementos tal vez más perjudicados no buscan soluciones y continúan aceptando esa tal vez  falsa “falta de fuerzas” y “endebles “que se le atribuye al toro actual  que crían, y cuya casuística estamos seguros disminuiría  si se reformara el modelo actual de puya reglamentaria.
  
COMO DEBERIA SER LA PUYA

 La solución ideal sería el volver a la puya de encordelado de limoncillo o en su defecto modificar la actual, situando el tope de cruceta entre la púa de acero y el encordelado de limoncillo incluso aumentando la longitud de la púa piramidal  estamos seguros que aun aumentando el doble la longitud de la púa piramidal, se reduciría la porción penetrante para que las lesiones producidas fueran menores y permitir una mejor dosificación del castigo.

EL PICADOR. –

La historia nos confirma que la suerte de varas inició su decadencia a partir del siglo XVIII, no siendo así durante los dos primeros tercios de este mismo siglo, en que los picadores gozaban del mayor prestigio, ellos llenaban de publico las plazas y mantenían el interés de la Fiesta; sus nombres figuraban en los carteles en lugar preferente a los de los matadores, y como prueba de su soberanía se les concedió el privilegio de usar galón de plata en sus trajes, mientras que los matadores se adornaban con cinta blanca.

No cabe pues hacer comparaciones entre los picadores de antaño y los de hoy; los de antes brillaban con luz propia, los de hoy son simples asalariados del matador que asume todo el interés del espectáculo; por ello, tal vez no se les pueda  atribuir toda la responsabilidad de las desastrosas consecuencias de su actuación, perdida toda personalidad y prestigio, como subordinados tienen que cumplir las órdenes que reciban de quien les paga, y el toreo de hoy día requiere que el toro llegue lo suficientemente aplomado, pero eso sí con las fuerzas justa que no se caiga, para que su matador pueda realizar la faena de muleta que el publico espectador espera sin provocar altercados de orden público.

Las antiguas tauromaquias afirman que son cuatro las cualidades que debían le tener los picadores:

o   VALOR
o   FÍSICO ROBUSTO
o   CONSUMADO JINETE Y
o   PERFECTO CONOCIMIENTO DEL ARTE DE PICAR.

Durante los siglos XVIII y gran parte del XIX, los picadores eran independientes y se anunciaban en los carteles por delante de los matadores. Eran, en una palabra los protagonistas de la fiesta. Era la época en la que ellos se encargaban de preparar sus propios caballos. De aquella época les queda en la actualidad el privilegio, por llamarlo de alguna forma, de poder usar el oro en los bordados de su chaquetilla

En aquella época su colocación en la plaza era a la derecha del chiquero, a 5 m. de distancia y el otro a 7 m. del primero, señalándose estos lugares con una marca y estaban ya en el ruedo a la salida del toro. El primer puyazo le correspondía al picador más moderno. Posteriormente era el reserva el encargado de dar primer puyazo permaneciendo el más moderno con él en el ruedo, estando preparado el otro en la puerta de caballos para salir cuando el primero fuese herido.

En el año 1 .927 dejaron de estar en el ruedo, situándose en la puerta caballos y saliendo cuando lo indicase el Presidente. Esto fue reflejado en Reglamento de 1 .930.

El número de puyazos a administrar a cada toro también ha ido cambiando con tiempo y por curiosidad lo reseñamos.

·         1880 Ninguna vara, perros y banderillas de fuego. Menos de tres varas, banderillas de fuego.
·         1917 Menos de 4 varas, banderillas de fuego.
·         1923 A criterio del Presidente.
·         1930 Cuatro puyazos, mínimo.
·         1962 Tres puyazos.
·         1992 Dos puyazos, en plazas de primera.
·         2006 Dos puyazos en plazas de primera

FORMA DE HACER LA SUERTE.-

Las antiguas tauromaquias describen perfectamente cómo ha de realizarse la suerte. (Tauromaquia de Pepe-Hillo 1 .804).

"EL PICADOR HA DE SITUARSE EN LA RECTITUD DEL TERRENO QUE OCUPE EL TORO Y LUEGO QUE ESTE PARTE Y LLEGA A JURISDICCIÓN, SE PONE LA GARROCHA EN EL CERVIGUILLO Y SE ABRE AL MISMO TIEMPO EL CABALLO POR LA IZQUIERDA Y, CARGANDO SOBRE EL TORO, LO DESPIDE POR LA CARA DE DICHO CABALLO O EN LINEA PARALELA CON ÉL"

Hoy día en cuanto a la forma de picar  necesitaríamos todo un tratado en el reglamento para hacer reflexionar  a los profesionales del toro  del papel tan importante que deberían asumir, pensando mas como toreros que como “asalariados y seguros trabajadores”, porque a lo peor y si ellos no lo remedian, dentro de no muchos años podrían estar todos en el paro.  

El 93% de los puyazos que hoy día vemos se colocan de forma escandalosa y lo que es peor aceptada por todos los que se denominan aficionados  en la cruz,  en el dorso o en la escápula  incluso en el lomo y solo un 7% se realiza en el sitio exacto como es el Morrillo que es la  región carnosa o muscular, muy voluminosa, comprendida entre la nuca y la cruz y que ocupa en toda su longitud el borde superior del cuello o cerviz, por lo que también recibe el nombre de Cerviguillo. De este modo el toro sufre el castigo sin deterioro orgánico que le incapacite para continuar la lidia, e incluso admite dos y tres puyazos sin mermar sus facultades físicas, quedando en condiciones de aplomo perfecto para el tercio de muleta.

La puya en el morrillo es la adecuada  interesando cuando se realiza correctamente el borde dorsal de la región del cuello en toda su extensión hasta su unión con la cruz y lesionando los músculos extensores responsables de los movimientos de la cabeza y consecuentemente de la cornamenta logrando ahormar los movimientos de esta para el tercio de muleta.

Circulo rojo Cerviguillo, lugar exacto para picar, y que los profesionales no conocen, en las autoescuelas taurinas tampoco se enseña.

FISIOPATOLOGIA DE LA SUERTE DE VARAS.

Conviene recordar, aunque sea de manera muy somera, la región anatómica sobre la que se pica. Está formada en primer lugar por el músculo TRAPECIO. Se trata de un músculo triangular, plano, que va desde el atlas (primera vértebra cervical) hasta la decimosegunda vértebra dorsal y el vértice inferior se inserta en la tuberosidad espinosa de la escápula. A pesar de no existir solución de continuidad, se consideran dos porciones:

·         Porción cervical que va desde el atlas hasta la segunda vértebra dorsal con inserción inferior en la tuberosidad espinosa de la escápula.
·         Porción torácica que va desde la segunda a decimosegunda vértebras dorsales y por la parte inferior se inserta en la tuberosidad espinosa de la escápula.

Los músculos de cada lado se encuentran unidos entre sí por un rafe fibroso medio. El riego sanguíneo procede de las arterias: vertebral, cervical profunda, escapular dorsal e intercostal dorsal. Está inervado por el nervio accesorio.

Una vez separado este músculo nos encontramos con el LIGAMENTO DE LA NUCA que, dada su gran importancia, es preciso conocer. Este ligamento, es el sostenedor de la cabeza, tiene una parte funicular que se inserta en el occipital, (donde comienza) y en las apófisis espinosas de las vértebras dorsales y lumbares. Su forma es redonda en un principio, hasta la altura del axis, haciéndose más ancha y plana e insertándose a cada lado de las apófisis espinosas de las vértebras dorsales y lumbares.

Esta porción funicular es muy potente. La parte laminar tiene dos tramos, uno craneal, que es doble y va desde la parte funicular hasta las apófisis espinosas de la 2ª, 3ª y 4ª vértebras cervicales. El tramo caudal es simple y va desde la parte funicular hasta las apófisis espinosas de la 5ª, 6ª, 7ª vértebras cervicales y apófisis espinosa de la primera vértebra dorsal.

Otro músculo, de suma importancia, que es necesario estudiar es el ROMBOIDEO O ROMBOIDES que nace del ligamento de la nuca a partir del axis (segunda vértebra cervical) hasta la apófisis espinosa de la quinta vértebra dorsal. Es un músculo largo, muy grueso y muy potente, que se encuentra, por la parte externa del mismo, unido muy fuertemente a la parte interna del cartílago de prolongación de la escápula, extendiéndose craneal y dorsalmente bajo la porción cervical del trapecio.

Presenta un engrosamiento muy acusado sobre la parte media del cuello denominado morrillo o Cerviguillo. Este engrosamiento es un carácter sexual secundario, ya que solo tienen los machos sin castrar, y hace su aparición a los 2- 3 años de edad. Esta zona está compuesta por un tejido muscular muy retráctil. Este músculo sostiene el miembro anterior cuando está en movimiento y cuando actúan los dos romboides a la vez, elevan el cuello y la cabeza, lo que requiere una gran potencia. El riego sanguíneo procede de las ramas de la arteria cervical profunda y dorsal escapular. La inervación es por los nervios cervicales y torácicos.

Otros músculos a considerar son: el LATISIMUS DORSI, SEMIESPINOSO DEL TORAX Y DE LA NUCA y EL DORSAL LARGO, estos dos últimos son extensores del dorso.
El sitio ideal del puyazo para cumplir fielmente la finalidad de la suerte de raras que señalábamos al principio, sin menoscabar el aparato locomotor, es la parte media del músculo trapecio inmediatamente delante de la apófisis espinosa le la primera vértebra dorsal, de esta manera podemos perforar el trapecio y lesionar la porción funicular del ligamento de la nuca lo que va a contribuir a lograr que el toro baje la cabeza.

También picando en la parte trasera del morrillo, una vez perforado el músculo trapecio, se puede lesionar el músculo ROMBOIDEO lo que va a facilitar que el toro humille.

Hay que tener presente que la puya tiene una gran facilidad para penetrar que no solo se introduzca la puya hasta el tope sino mucho más, por ello cuando el puyazo es trasero y la distancia de los cuerpos vertebrales a la piel es menor, pueden alcanzarse los mismos con la producción de fuertes hemorragias que muchas veces no se exteriorizan sino que pueden incluso afectar al canal medular con compresión de la médula y producción de paresias.

También, si se pica trasero y lateral, la distancia hasta la cavidad torácica es menor y se puede alcanzar la misma lesionando el pulmón con acción perjudicial inmediata sobre el toro.

Cuando se pica en el hoyo de las agujas suele producirse una mayor hemorragia por afectar la puya a las arterias del TRONCO COSTOCERVICAL que tienen un grueso calibre. La hemorragia, por muy abundante que parezca, no suele afectar a la resistencia del toro ya que la volemia de un toro de 500 kilos de peso vivo es de unos 37,5 litros (75 c.c. por cada kilo de peso) y la sangre perdida en la suerte de varas no suele ser mayor de 3 litros lo que supone menos del diez por ciento de la volemia.

La unión de los miembros anteriores al tronco es una SINARCOSIS O SIN DESMOSIS ya que está formada por músculos de gran potencia. Los principales son los músculos serratos, serrato cervical y serrato torácico que unen el cuello y tronco con la escápula en cuya cara interna y en la parte superior se insertan.
También el músculo romboideo, ya descrito, juega un importante papel en la unión de las extremidades anteriores con el tronco.

El peso del tronco determina que en la parte superior de los miembros anteriores y entre la prolongación del cartílago de la escápula de uno y otro lado quede una depresión que es conocida como "hoyo de las agujas", y que, como antes señalábamos, el picar en ese punto suele producir una mayor hemorragia, que es más intensa a partir de la tercera vértebra dorsal.

Finalmente hemos de señalar que cuando el puyazo se realiza caído, y afecta a músculos inervados por nervios procedentes del plexo braquial que es el responsable de la inervación de todo el miembro anterior. El toro a la salida del puyazo "pierde las manos" y claudica momentáneamente, lo que ha sido muchas veces motivo de su devolución al corral y que puede ser debido a una inhibición nerviosa refleja del plexo braquial de cada lado producida desde el plexo de la extremidad afectada al plexo de la otra extremidad, a través de la médula.

Decíamos al principio que la suerte de varas es una asignatura pendiente de la fiesta. Su importancia se ha venido perdiendo, llegando al Reglamento actual que reduce el número de entradas al caballo a dos, en las plazas de primera, y que como estamos viendo, en el resto de las plazas se cambia el tercio con una sola vara.

Habría que recuperar la suerte en toda su importancia y belleza. Somos conscientes que no se pueden ordenar tres puyazos por decreto, pero sí se puede propiciar la situación para que el castigo al toro haya que administrarlo en tres puyazos. Para ello el encuentro toro-caballo—picador tiene que ser necesariamente breve y para que sea breve es necesario introducir los siguientes cambios:

CAMBIOS EN LA SUERTE DE VARAS

El caballo: Tiene que ser más ligero, el ideal sería el caballo español bien domado. Esto es fácil de conseguir en la actualidad. Hay un buen número de caballos y se doman más caballos que nunca, por tanto ese problema no existe.

El peto: Tiene que ser más ligero, (material de chalecos antibala denominado ARAMIDE y que reduce el peso en más de 5 Kg. ) en Francia se utiliza y está homologado hay que modificar el faldón actual que se comporta como un muro muy resistente donde se estrella el toro, y sustituirlo por uno menos largo, más flexible y abierto en los lados, en una palabra, hay que utilizar un peto que permita al toro romanear y al caballo moverse.

La Puya: Reducir su tamaño, situando la cruceta entre la pirámide y el encordelado, haciéndola giratoria. Volver a la puya de limoncillo o emplear la de novillos.

Con todo esto el encuentro toro-caballo-picador tendría que ser breve por el mayor riesgo al ofrecer menor resistencia por tener menor peso, si bien la mayor movilidad del caballo es un importante factor a considerar.

El picador trataría de frenar al toro, con la vara, antes de llegar al caballo lo que equivaldría a realizar la suerte mejor que hoy, que la mayoría de las veces se deja que el toro llegue al peto y como no hay riesgo de caída por el peso del caballo, se pone la vara sin problema alguno.

También se recuperaría la posibilidad de ver un tercio de quites con intervención de los tres espadas con el mismo toro, que es el toreo verdaderamente competitivo ya que al actuar sobre el mismo toro se aprecian mejor as cualidades y limitaciones de cada torero.

Y finalmente lo más importante, cuando el ganadero tuviera la certeza de que a su toro se le iba a poner tres veces en suerte para picarle, seleccionaría mejor y como consecuencia de ello mejoraría la raza bovina de lidia que es el fin que verdaderamente pretendemos y desearíamos conseguir.

Todo esto que parece ser de lo más coherente con el sentir de los aficionados y con recuperar la ilusión por una Fiesta en estos momentos “más que cuestionada”, nos tememos que como mucho seguirán formando parte del romanticismo, en los nuevos y abundantes Reglamentos y si no al tiempo, cuando aparezcan las propuestas de los “varilargueros” con aquello de  “la seguridad en el trabajo”, y que  en el argot taurino siempre se ha denominado, “miedo a ponerse delante”.

 OTRAS IMAGENES

 Estribo derecho de barco

 Estribo izquierdo
Tronado

Tapando los ojos
Puyas de Tentar


Puyazo en todo lo alto

4 comentarios:

franmmartin dijo...

Parece ser que el estribo actual provoca serias lesiones,por lo que no sería descabellado estudiar su diseño.
Muy buen y esclarecedor artículo con el que desagraciadamente los actores principales,¿Autoridad? Y "monstruos del mejor toreo de la historia" ,se limpiaran sus partes pudendas,tal y como hacen con el Reglamento que toque,que ellos no son celosos.
Da tanto asco comprobar a través de artículos como éste,la desvergüenza y el atropello continuado a la Ley,que va a haber que empezar a considerar la conveniencia de retorcerle el pescuezo a ésta joía afición que lleva tantos años dominandonos.

Anónimo dijo...

Da gusto ver como el trabajo "didactico" de un mal fotografo puede ser utilizado por los amigos para editar estos excelentes articulos.

En serio: este es otro articulo de cortar y guardar.
Enhorabuena
Paco

Anónimo dijo...

Me comentó el ganadero Don Antonio Gavira en una ocasión que le parecia que los puyazos que a veces se daban en el "pico de la paletilla" eran los peores pues partian un cartilago que dejaba a los toros sin fuerzas para acometer aunque les quedara movilidad.

¿es esto así?

Paco

Anónimo dijo...

En Mexico la suerte de varas parece que se ha quedado en otra epoca, donde se realiza, con arreos, caballos y criterios de los años 40.

Dejo este link como muestra:
http://www.youtube.com/watch?v=P6Toiig9F-w