Antonio Lorca |http://blogs.elpais.com/toros/
De su artículo Tribulaciones de un crítico desencantado
EL TORO
Ganadería Hdros. De D. José Luis Osborne Vázquez. Antigüedad: 19/3/1959
'Capcioso', nº 76, guarismo 8.Negro mulato
Encaste: Osborne, encaste propio
A lidiar por Serafín Marín
'Capcioso', nº 76, guarismo 8.Negro mulato
Encaste: Osborne, encaste propio
A lidiar por Serafín Marín
La fiesta
vive hoy un momento especialmente crucial para su futuro. El toro bravo es una
especie en extinción. La manipulación genética que ejecutan los ganaderos bajo
las directrices y la presión constante de las figuras ha conseguido un animal
de comportamiento enfermizo, blando de remos, carente de bravura y de casta y
de acaramelado temperamento. Una caricatura que produce desazón, fastidio,
lástima, aburrimiento y una profunda decepción.
Añádasele a
la coctelera el fraude imperante en el sector, ante la desidia incomprensible
de la autoridad. La impresión comúnmente aceptada es que se ‘afeita’ más que
nunca, y ningún presidente hace uso del reglamento para analizar astas
sospechosas, ni las vísceras de los animales cuyo extraño comportamiento en el
ruedo ofrecen dudas razonables de un posible dopaje.
Once
festejos ya se han celebrado en Sevilla y aún no ha salido un toro bravo. Así
de cierto y así de triste. Han predominado los anovillados, los inválidos, los
mansos y los descastados, y algunos, -los menos- han desarrollado una nobleza
cercana a la beatificación; una docilidad perruna que permite que el artista de
turno se luzca con su condición estética e innata elegancia.
Que no haya, además, lugar al
equívoco: el arte del toreo es posible gracias a la nobleza del toro, pero lo
que lo hace grandioso es el toro de poder, encastado y fiero; con trapío,
serio, bien armado, vibrante, encastado y codicioso.
Dicen los
taurinos que el toro artista es el que gusta ahora. No. Esa es la ceniza que
han dejado sus corruptelas, y la causa principal de que los aficionados sabios,
exigentes y generosos hayan desaparecido.
No ha salido
un toro bravo en Sevilla; pero si hay algún aficionado, que alguno quedará,
estará escondido, en silencio, y si le preguntan dirá que él se limita a tocar
el piano en un burdel. La actitud del público que acude a la Maestranza es
sencillamente vergonzosa. No es que desconozca las normas mínimas sin las
cuales esta fiesta carece de sentido, sino que comete la ordinariez de aplaudir
todas las herejías de toros y toreros que imaginarse pueda.
¿Qué debe
hacer el crítico ante tan crítica situación? Hay quien prefiere cerrar los ojos
y subirse al carro del triunfalismo imperante que oculta las enfermedades de la
fiesta como si ese fuera el bálsamo para su curación. ¡Ay, dichosa y malvada
dictadura de lo políticamente correcto…! ¡Qué buena técnica para granjear
amistades, ser invitado a bodas y bautizos y no molestar a toreros, apoderados,
empresarios, ganaderos…! Ya se sabe el dicho: ‘Aquello que te da de comer, ni
tocarlo’.
Creo, por el
contrario, que lo que se debe contar es la verdad de lo que se ve; cada cual
con su prisma subjetivo; con rigor, conocimiento, valentía y seriedad; sin
trauma infantil ni resentimiento. ¡Qué culpa tiene el crítico de que la
realidad sea un puro desencanto…!
Administrador: Alguien
sensato en este desatino
1 comentario:
comparto las opiniones del señor Lorca y el acierto de incluirlas en este blog.
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